Desde que se conocieron las alineaciones, se echó de menos a Marcelo. Aunque, visto lo visto este año en los partidos más importantes del Madrid, se podía prever su suplencia en favor de Coentrao, ya que se ha ganado la fama de que “defiende” mejor que el brasileño. También sorprendió la titularidad de Sahin, no porque se dude de su calidad, sino por su nula participación en el equipo durante toda la temporada. De repente, pasa de la nada al todo, de no contar ni para cuando se gana 4-0, a ser el responsable de organizar el juego ofensivo del equipo en cuartos de final de la Champions. Más o menos, al estilo Altintop en las semifinales de Copa del Rey contra el Barça. El tiempo nos dirá si contará más a partir de ahora o seguirá en el ostracismo. Al contrario que Granero, el cual jugó 4 partidos como titular, el equipo arrasó y volvió a su hábitat natural, el banquillo, de donde no sabemos si volverá a salir.
Dicho esto, el partido se desarrolló como se preveía: un APOEL encerrado atrás, obligando a los blancos a jugar en ataque organizado, algo que se le da mal al equipo de Mourinho. O quizás bien, no lo sabemos, según el día. En casi los dos años que lleva Mourinho hemos visto partidos muy buenos combinados con partidos muy malos, y uno no sabe si esos partidos buenos salen por trabajo en los entrenamientos o por casualidades de la vida. En Chipre tocaba malo, como en general los de este mes. El APOEL se reconoce muy inferior al Madrid, por ello su estrategia pasaba por no recibir ningún gol en casa y rezar por meter alguna de las pocas ocasiones de que pudieran disponer. Y si no existen, pues 0-0 y a buscar el empate en el Bernabéu. El plan estuvo a punto de salir bien: los merengues se atascaron durante 60 minutos con tanta gente metida en el área.
Aun así, dispusieron de ocasiones tras jugadas muy aisladas o tras segunda jugada. Mourinho colaboró en el plan de su homólogo chipriota dejando a Marcelo fuera: la alegría de su equipo. Sahin circulaba el balón a sus anchas, sin que nadie le dificultara su función, dejando a Khedira unos metros delante. Quizás por ello optó Mourinho por Sahin, ya que ni Granero ni Coentrao le daban la opción de que Khedira mantuviera su posición habitual. Cristiano, Özil y Benzema rotaban sus posiciones, dejando al Pipa como referente, algo a lo que se ha mal acostumbrado, ya que se ha convertido en un delantero que si no marca parece que no ha hecho nada. Mala faena. Si, hoy en día, el Madrid es capaz de jugar bien, desde el punto de vista asociativo, es por cuatro jugadores: Marcelo, Xabi Alonso, Özil y Benzema. Quitar del once a alguno de estos cuatro debería ser pecado. No me imagino a Guardiola quitando a Dani Alves contra el APOEL porque defienda peor que su otro lateral derecho.
Tras el descanso, los chicos de Jovanovic salieron 15 metros de su área, aunque sin demasiado ímpetu. Agobiaban algo más al Madrid en la salida de balón. El juego seguía siendo lento, pesado y aburrido. En estos partidos se echa de menos a un lateral derecho ofensivo; llegué a pensar en Altintop, signo de que ahí hay algo que modificar. Todo esto quedó en nada cuando Mourinho movió el banquillo y salieron Marcelo y Kaká por Coentrao e Higuaín. Quedaban 25 minutos y fueron los mejores minutos del partido. Agitaron a su equipo. Marcelo sacó todo su repertorio a pasear, formó una sociedad ilimitada con Kaká, Cristiano y Benzema, jugadores que les encanta rondar por esa zona a pierna cambiada. Hay que decir que también fue clave el cambio de posición de Benzema, desde donde marcó el primer gol, el tercero y creó varias ocasiones que desperdiciaron Cristiano y él mismo. Sin embargo, en la derecha, a la espera de la recuperación de Di María, sigue estando Özil, desde donde dejó el mejor detalle técnico del partido, un gesto de calidad pura. El partido no tuvo más historia. Destacar los buenos minutos de Sahin, la revolución de Kaká, la pareja más segura del momento (Ramos-Pepe) y la lección de Marcelo a su entrenador, la alegría del equipo.
* Sergio Aracil es Entrenador de fútbol base del Jove Español de San Vicente e Ingeniero de Obras Públicas.
– Fotos: Helios de la Rubia (Real Madrid)
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