"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Femenino / Eurocopa femenina 2013 / Fútbol
De la gloria al fracaso sólo hay pequeños matices como la suerte, la eficacia, la concentración o la eficiencia. Hace casi dos años, un sábado 9 de julio del 2011, aproximadamente a falta de media hora para la medianoche, Alemania vivía en sus propias carnes uno de los mayores fracasos deportivos de los últimos tiempos mientras que Japón empezaba a creerse que el cuento de hadas que parecían estar viviendo era una realidad.
Homare Sawa vio el desmarque en profundidad de una Karina Maruyama que gracias al despiste en el marcaje de Saskia Bartusiak y sobre todo a un disparo cruzado, en una de las pocas llegadas del conjunto japonés, ante el que nada pudo hacer Angerer, eliminó a la selección alemana de su mundial en la prórroga.
El trabajo de varios años de organización, promoción e inversión del fútbol femenino en Alemania se vino al traste por dicho gol. Lo que se esperaba que fuera el boom definitivo del fútbol femenino en el gigante centroeuropeo se quedó en un mal sueño del que todavía quedan consecuencias. Pero por si no fuera suficiente con quedar eliminadas en el mundial que organizaron, la eliminación en los cuartos de final también significó la imposibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Londres del 2012. La selección más laureada de Europa, con siete entorchados europeos, y la que hasta ese momento había conseguido ganar los dos últimos mundiales, se quedaba fuera de una de las grandes citas del mundo del fútbol. Doble decepción, doble fracaso.
El fútbol femenino ha crecido mucho durante estos últimos dos años. Los datos de audiencias del propio Mundial de Alemania 2011 y los espectaculares Juegos Olímpicos de Londres 2012 lo reflejan. Nuevas figuras han surgido en el panorama internacional y nuevas selecciones y equipos han ganado más y más adeptos hasta crear una base firme de aficionados. La gente quiere ver el poderío físico y a las jugadoras estrella de los Estados Unidos, la habilidad técnica de Japón, el fútbol ofensivo de Suecia, a Francia con todas sus jugadoras del Olympique Lyonnais, etc. Pero el gran público se ha olvidado de la segunda selección del ranking FIFA, Alemania.
Durante este período de tiempo donde fueron desterradas de las grandes luces, Alemania ha seguido trabajando tratando de formar un equipo que intentará asaltar tanto el mundial del 2015 en Canadá como los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016, aunque la primera prueba de rendimiento será la Eurocopa de Suecia.
Las pocas leyendas que quedaban en el mundial del 2011 en la Frauen-Nationalmannschaft se han retirado de la misma y jugadoras como Birgit Prinz, Inka Grings, Ariane Hignst o Kerstin Garefrekes, que lo ganaron prácticamente todo en la última década, han dado paso a un nuevo grupo de jugadoras que llegan con ganas de triunfar y comerse el mundo.
Esta nueva generación viene dando más de una alegría a la parroquia alemana y metiendo miedo a las demás selecciones del planeta. Alemania se proclamó campeona del mundo sub-20 en el 2010 con un grupo de futbolistas tremendo, muchas de las cuales, hasta un total de nueve, han ido convocadas en algún momento con la absoluta. En aquel torneo destacaron, por encima de todas, Alexandra Popp y Kim Kulig. La primera de ellas fue Balón de Oro y Bota de Oro del torneo, mientras que la otra fue Balón de Bronce. Curiosamente las dos se perderán la Eurocopa por evitar que sus lesiones actuales aumenten.
Al año siguiente cayó el Campeonato de Europa sub-19 con una victoria apabullante en la final ante Noruega por 1-8. En aquella selección había cuatro jugadores habituales en las convocatorias de Silva Neid. El año pasado, Alemania quedó subcampeona del mundial sub-20 después de perder contra todo pronóstico la final ante los Estados Unidos, al que había apabullado en la fase de grupos. Siete jugadoras de aquella plantilla ya son habituales en la selección. Dzsenifer Marozsán se llevó el Balón de Oro del torneo, Laura Benkarth, el Guante de Oro y Lena Lotzen, la Bota de Bronce. Además, la selección sub-17 capitaneada por Sara Däbrtiz, quien fue incluida en la preselección de Neid para la Eurocopa de Suecia, se llevó el Campeonato de Europa de la categoría.
Pero no sólo hay jóvenes talentos en esta selección alemana. Por fin ha llegado el momento de que jugadoras como Célia Okoyino da Mbabi, Babett Peter o Lira Bajramaj tomen las riendas de la selección. Veteranas como Nadine Angerer, Saskia Bartusiak y Annike Krahn tienen que saber imponer sus galones y su experiencia sobre el campo y ayudar a que las jóvenes vayan cogiendo confianza con la absoluta.
Un dato para el optimismo es que Alemania ha recuperado por fin el cetro europeo a nivel de clubes. Tras dos finales consecutivas fallidas ante el Olympique Lyonnais por parte del 1.FFC Turbine Potsdam y el 1.FFC Frankfurt, el VfL Wolfsburg consiguió alzarse esta temporada no sólo con la Champions League, sino que fue capaz de conquistar el triplete con una plantilla en la que sólo había dos jugadoras extranjeras. Por fin vuelve a reinar un club alemán en el fútbol europeo y, que curioso, el equipo que ha devuelto al fútbol femenino alemán al escalafón más alto del fútbol europeo está ubicado en la misma ciudad en la que el fútbol femenino alemán sufrió la gran debacle contra Japón: Wolfsburgo.
Esta Eurocopa llega un poco pronto como para exigirle a esta nueva selección que gane y convenza. Todo éxito requiere de paciencia y esta Eurocopa debería servir para unir al equipo, coger experiencia al máximo nivel internacional y para que Silvia Neid pueda observar las carencias del equipo para mejorar en los años venideros. Pero claro, Alemania es Alemania y ganar la Eurocopa es siempre una exigencia.
La fase de clasificación de la selección alemana fue un mérito trámite, aunque España se encargó de ponerle un poco de pimienta a la ya casi habitual rutina de ganar los partidos sin contestación alguna. La selección alemana no pierde un partido de fase de clasificación, ya sea para el mundial o para la Eurocopa, desde el 17 de junio de 1998, cuando un gol de Birgit Prinz y otro de Pia Wunderlich no fueron suficientes para ganar a la selección de Noruega y conseguir el billete directo para el mundial de los Estados Unidos del año siguiente. España no fue capaz de ganarles, pero les dio dos buenos sustos.
El primero de ellos fue en Motril (Granada), cuando tras ir ganando por 0-2 Alemania se dejó empatar en la segunda parte con goles de Vero Boquete y Willy, esta última en el descuento. Con ese empate España rompía una racha de 12 años en la que todo habían sido victorias para Alemania tanto en la fase de clasificación de la Eurocopa como en el torneo final. Doce años, 38 partidos y 3 títulos europeos después, alguien fue capaz de parar a la apisonadora germana. Lo que las españolas consideraron un resultado de importancia nacional fue un mero toque de atención para la chicas de Silvia Neid.
Avisadas estaban de la dificultad que entrañaba ganar al conjunto de Ignacio Quereda y en la visita de las españolas a Mannheim (Alemania) estuvieron a punto de volver a caer en un fútbol contemplativo. Pese a ir un gol arriba al descanso las sensaciones fueron malísimas en los primeros cuarenta y cinco minutos y algunas jugadoras después del partido confirmaron las malas sensaciones admitiendo que jamás habían jugado tan mal. Pero el poderío ofensivo de las alemanas es brutal y en diez minutos consiguieron anotar tres goles, tranquilizando los ánimos y allanando el camino a Suecia.
El resto de la fase de clasificación es historia, como lo son los números conseguidos durante la misma: diez partidos, nueve victorias y un empate, pero sobre todo 64 goles a favor por sólo 3 en contra y con una victoria récord contra Kazajistán por 17-0, que pudo ser más amplio si los disparos al palo de Viola Odebrecht y Fatmire Bajramaj hubieran ido dentro.
Pero lo más importante es que la Nationalelf consiguió el billete a Suecia por la vía rápida. Su racha de partidos sin perder en la Eurocopa asciende ya a 57. La última vez que Alemania perdió un partido en la Eurocopa fue el 2 de mayo de 1996 en la ciudad alemana de Jena ante Noruega. ¿Será alguien capaz de romper esa racha en la próxima Eurocopa?
1. Célia Okoyino da Mbabi: 17 goles. (Máxima goleadora de la fase de clasificación).
2. Alexandra Popp: 8 goles.
3. Martina Müller: 7 goles.
1. Martina Müller (1 gol por cada 14 minutos).
2. Célia Okoyino da Mbabi (1 gol por cada 31 minutos).
3. Alexandra Popp (1 gol por cada 59 minutos).
1. Melanie Behringer: 11 asistencias. (Máxima asistente de la fase de clasificación).
2. Fatmire Bajramaj: 5 asistencias.
3. Anja Mittag: 4 asistencias.
3. Alexandra Popp: 4 asistencias.
3. Célia Okoyino da Mbabi: 4 asistencias.
1. Anja Mittag: 2 tarjetas amarillas.
1. Saskia Bartusiak: 2 tarjetas amarillas.
3. Dzsenifer Marozsán: 1 tarjeta amarilla.
3. Bianca Schmidt: 1 tarjeta amarilla.
3. Viola Odebrecht: 1 tarjeta amarilla.
3. Fatmire Bajramaj: 1 tarjeta amarilla.
1. Saskia Bartusiak: 1 tarjeta roja por doble amonestación.
1. Babett Peter: 891 minutos.
2. Lena Goessling: 876 minutos.
3. Melanie Behringer: 747 minutos.
Porteras: Angerer (6), K.Längert (-), A.Schult (4) y D.Schumann (-). Defensas: S.Bartusiak (8), V.Faisst (4), J.Henning (3), T.Kemme (-), A.Krahn (7), L.Maier (-), B.Peter (10), B.Schmidt (7) y L.Wensing (-). Centrocampistas: M.Behringer (10), L.Bresonik (6), L.Goessling (10), N.Kessler (-), K.Kulig (2), L.Lotzen (-), V.Odebrecht (9) y J.Simic (-). Atacantes: F.Bajramaj (8), I.Grings (1), S.Huth (2), I.Kerschowski (-), S.Laudehr (7), D.Marozsán (4), A.Mittag (7), M.Müller (6), C.Okoyino da Mbabi (7) y A.Popp (8).
Un total de 31 jugadoras fueron convocadas pero sólo 22 disputaron algún minuto.
– 6.632 espectadores en el SGL Arena de Augsburgo contra Suiza.
– 6.528 espectadores en el BRITA-Arena de Wiesbaden contra Kazajistán.
– 11.517 espectadores en el Carl-Benz-Stadion de Mannheim contra España.
– 8.183 espectadores en el SchücoArena de Bielefeld contra Rumania.
– 6.467 espectadores en el Schauinsland-Reisen-Arena de Duisburgo contra Kazajistán
Tras el final del mundial sub-20 y el inicio de la nueva temporada de la Frauen-Bundesliga, Silvia Neid empezó la preparación para la Eurocopa. En el mes de octubre del 2012 las alemanas viajaron hasta tierras norteamericanas para enfrentarse con las recientemente proclamadas campeonas olímpicas y las líderes del ranking FIFA, la selección de los Estados Unidos. Con algunas bajas y haciendo muchas pruebas, las alemanas las jugaron de tú a tú e incluso pudieron ganar ambos partidos tranquilamente, pero la falta de puntería y una gran Hope Solo lo evitaron y se tuvieron que conformar con dos empates más que interesantes.
Al mes siguiente se enfrentaron en Halle (Alemania) contra las que a priori son sus máximas rivales en la Eurocopa: Francia. En un partido marcado por la lluvia, el cansancio y la retirada de Martina Müller, ambos equipos nos dejaron un poco fríos con un partido que tuvo ciertos destellos, pero la actuación en general fue decepcionante. Quizás la acumulación de partidos de muchas de las jugadoras, sobre todo las del Wolfsburg, que en aquel mes jugaban dos partidos a la semana, fue la principal razón, pero estaba claro que el rendimiento debía mejorar. Un empate insulso para cerrar la temporada.
Sin ritmo alguno en las jugadoras alemanas debido al parón invernal que hay durante los meses de diciembre y enero, las chicas de Silvia Neid viajaron a Estrasburgo para volver a enfrentarse contra las francesas en la conmemoración de los 50 años del Tratado Germano-Francés de Amistad. El partido fue todo menos amistoso. Ambas selecciones querían demostrar quién manda en Europa, pero otra vez volvieron a firmar tablas en el marcador aunque una especie de chilena de Célia Okoyino da Mbabi a falta de menos de cinco minutos para el final pudo decantar el partido. La actuación, en general, fue buena, aunque dos errores dejaron en entredicho a la selección alemana. Dos de los goles locales fueron ayudados por dos errores garrafales de jugadoras alemanas. En el primero de ellos la portera Almuth Schult, que se equivocó en un pase en el área regalándole el gol a Louisa Necib. El otro fue un pase atrás sin mirar de Saskia Bartusiak que dejó sola a la delantera Marie-Laure Delie ante Schult. Pero a pesar de ir perdiendo por dos goles, las alemanas se recuperaron y Nadine Kessler fue capaz de empatar el partido con un doblete.
Y llegó la Algarve Cup en marzo. Alemania defendía título tras el logrado en el 2012 contra Japón en la final. Neid no pudo contar con Bianca Schmidt, Simone Laudehr, Annike Krahn y Fatmire Bajramaj por lesión mientras que Alexandra Popp regresaba al equipo tras los problemas físicos que arrastraba desde noviembre del año anterior.
El primer partido ante Dinamarca fue soporífero para el espectador, como reflejó el resultado de empate a cero final. Ninguno de los dos equipos hizo mucho por hacerse con el partido. Ritmo lento, poca combinación, falta de gol a causa de la baja de Okoyino da Mbabi por lesión y encima se lesionaron tanto Kim Kulig como Linda Bresonik.
Después llegaron los partidos contra una selección de Japón alternativa y contra una Noruega en pruebas. Los primeros minutos ante Japón se vio la versión de Alemania que estamos acostumbrados a ver, con un ritmo trepidante, líneas muy adelantadas, presión asfixiante y asediando la portería rival. Pero el equipo volvió a bajar el ritmo sobre todo en la segunda parte y dejó que las japonesas se metieran en el partido. Contra Noruega fue al revés. Durante los primeros minutos no vimos muchas oportunidades del bando alemán salvo alguna ocasión aislada, pero en la segunda parte las cosas cambiaron. Se juntaron las jugadoras de más nivel técnico, empezaron a mandar en el terreno de juego y ese dominio se vio reflejado con dos goles de muy bella factura además de necesarios para clasificarse para la final del torneo.
La final que todo el mundo esperaba se produjo y alemanas y estadounidenses se vieron las caras en Faro (Portugal). El partido fue bonito, con ambas selecciones queriendo ganar el torneo, pero las chicas de Neid fueron las que llevaron el peso del partido. Llegaron en muchas ocasiones pero en el fútbol no puedes perdonar. Las norteamericanas se aprovecharon de dos errores gravísimos de la defensa alemana para llevarse la final en la primera parte. Un error gravísimo de Luisa Wensing en un despeje de cabeza en el área le sirvió el gol en bandeja a Alex Morgan, que rompió la pelota y colocó el balón en la escuadra. El segundo gol se produjo por una falta de entendimiento entre Josephine Henning y Almuth Schult. Las dos no se aclararon para ver quién iba a por la pelota y Morgan se metió en medio y prácticamente a puerta vacía finiquitó la final. Pero no sería el último enfrentamiento entre ambas selecciones.
Apenas unas semanas después se vieron las caras en Offenbach (Alemania) en un auténtico partidazo. Inicio trepidante de la Nationalelf, que puso en apuro a las visitantes, aunque la velocidad de Morgan con espacios desconcertaba a la pareja de centrales. Del domino alemán pasamos, al inicio de la segunda parte, a un auténtico monólogo de las campeonas olímpicas, que tuvieron a Alemania contra las cuerdas tras los goles de Wambach y Rapinoe. Kulig recortó distancias pero Morgan puso el tercero. Las visitantes estaban conquistando el partido de forma imperial, pero casi sin quererlo Alemania empató el partido a falta de cuatro minutos para el final gracias a un gol de Célia Okoyino da Mbabi y otro de Anja Mittag. Tras este partido hubo dos meses de parón para que se jugara la parte final de la temporada a nivel de clubes.
A principios del mes de junio empezaron las concentraciones de la selección en la ciudad de Kaiserau (Alemania), aprovechando así las geniales instalaciones de la Sportschule Kaiserau, uno de los grandes centros de alto rendimiento del país. Con las bajas ya confirmadas por aquel entonces de las tres jugadoras del Wolfsburg (Verena Faisst, Viola Odebrecht y Alexandra Popp), había mucho interés por ver qué jugadoras serían las escogidas para suplirlas al menos en la preselección y cómo Neid reestructuraría la plantilla. Pero no fueron las únicas bajas. Ya en la concentración en la ciudad de Essen se confirmaron otras dos bajas, Linda Bresonik y Kim Kulig, y pocos días después en Paderborn se confirmó la baja de Babett Peter.
Escocia fue el primer rival escogido para preparar la Eurocopa. Victoria sin paliativos de una selección a la que se le notaba falta de frescura después de toda la carga de entrenamiento a la que se vieron sometidas las jugadoras en la primera semana de concentración.
El segundo partido de preparación fue contra la selección de Canadá. Primer partido sin Babett Peter en defensa desde hacía muchos años. La elegida para suplirla fue la joven Jennifer Cramer. Dominio absoluto durante todo el encuentro del equipo de Silvia Neid. Mucha combinación entre jugadoras, buen ritmo y muchas llegadas, pero poca puntería. Neid probó con tres delanteras, (Okoyino da Mbabi, Lotzen y Mittag) en el campo, aunque las dos últimas escoradas a bandas.
Francia 3 – 3 Alemania. Goles: Nécib (14, 22) y Delie (53) // Schmidt (12) y Kessler (66, 81).
Dinamarca 0 – 0 Alemania.
Alemania 2 – 1 Japón. Goles: Faisst (7) y Marozsán (54) // M.Tanaka (18).
Alemania 2 – 0 Noruega. Goles: Okoyino da Mbabi (52) y Kessler (86).
Alemania 0 -2 Estados Unidos. Goles: Morgan (13, 34).
Alemania 3 – 3 Estados Unidos. Goles: Kulig (63), Okoyino da Mbabi (85 p) y Mittag (86) // Wambach (47), Rapinoe (55) y Morgan (71).
Alemania 3 – 0 Escocia. Goles: Goessling (34) y Okoyino da Mbabi (43, 44).
Alemania 1 – 0 Canadá. Goles: Maier (53).
Alemania 4 – 2 Japón. Goles: Maier (17), Okoyino da Mbabi (46 p , 87 ) y Laudehr (90+2 p) // Ohno (40) y Ogimi (60).
Muchas complicaciones ha tenido Silvia Neid durante estas semanas de preparación para confeccionar su plantilla. Seis bajas clave desde que se dio la primera lista a mediados de mayo: Verena Faist (mononucleosis), Viola Odebrecht (operación de rodilla), Alexandra Popp (ligamentos del tobillo dañados), Linda Bresonik (problemas en el tendón de Aquiles), Kim Kulig (problemas en la rodilla) y Babett Peter (fractura del escafoides). En su lugar fueron convocadas jugadoras con muy poca o nula experiencia con la selección absoluta, de las cuales sólo Melanie Leupolz, Sara Däbritz e Isabelle Linden han entrado en la lista final. Kathrin Längert (FC Bayern München) e Isabel Kerschwoski (Bayer 04 Leverkusen) fueron los dos descartes.
Tanto Melanie Leupolz como Sara Däbritz no entraban en los planes de Neid para esta Eurocopa a principios de año, pero las bajas les han brindado un sitio. Leupolz ha aclarado que le habían mencionado durante la temporada que no hiciera planes de vacaciones para el verano por si la necesitaban, mientras que a Däbritz la convocatoria le pilló en medio de los exámenes finales de su escuela. Ambas son las jugadoras más jóvenes de la convocatoria (19 y 18 años, respectivamente), y hasta hace poco más de tres meses estaban jugando la fase de clasificación para la Eurocopa sub-19 que se disputará en agosto en Gales y a la cual podrían asistir. Por su parte, Isabelle Bella Linden ha cuajado una temporada excepcional con el Leverkusen tras volver de una lesión de rodilla que la mantuvo apartada de los terrenos de juegos casi un año.
La plantilla rebosa talento y juventud a la vez que inexperiencia. Decía Neid hace unos días: “Es bueno tener un equipo con perspectivas de futuro, ya que continuará después de la Eurocopa. La mayor ventaja de este joven equipo es sin duda la despreocupación y un inconveniente puede ser la falta de experiencia”. Hasta un total de trece jugadoras son menores de 23 años, y cinco son campeonas del mundo sub-20 en 2010 y otras cinco, subcampeonas del mismo torneo en el 2012.
Nueve jugadoras de la actual plantilla repiten en la Eurocopa y de esas nueve siete sobreviven de aquella plantilla que ganó el mundial de China 2007. Un dato llamativo es que sólo hay cuatro jugadoras del VfL Wolfsburg a pesar de su triplete esta temporada. Eso se debe a las bajas de Faisst, Popp y Odebrecht, unidas a la retirada de Martina Müller de la selección nacional. Hasta un total de nueve equipos están representados y 21 de las 23 convocadas juegan en la Frauen-Bundesliga. El 1.FFC Frankfurt es el equipo que más jugadoras aporta a la selección con un total de ocho, que podrían haber sido diez si Kulig y Peter no se hubieran lesionado. El equipo revelación de la temporada en Alemania, el SC Freiburg, aporta hasta un total de tres jugadoras muy jóvenes a la selección como son Benkarth, Leupolz y Däbritz. Por último, el 1.FFC Turbine Potsdam sólo tiene una representante, Jennifer Cramer, pero otras seis compañeras suyas han formado parte alguna vez del gigante del este.
Como es tradición en el fútbol alemán y en el fútbol moderno, Silvia Neid juega con un 4-2-3-1 que puede variar a un 4-4-2 con dos claras referencias o con una detrás de la otra a modo de falsa mediapunta, una situación que ocurre en muchas ocasiones si juega Marozsán.
El inicio de jugada es a poder ser por el suelo y el balón a una de las dos centrales, que enseguida busca a una lateral abierta o a una de las dos del doble pivote que suelen bajar a recibir. No les importa empezar la jugada otra vez si no pueden conectar con una de la línea de tres mediapuntas. Si juega Josephine Henning en la pareja de centrales, cabe la posibilidad de ver un pase en largo en profundidad al espacio, aunque Annike Krahn también lo suele hacer (con menos precisión). La portera también juega un papel fundamental a la hora de dar apoyos a las centrales, algo que les ha costado muy caro en algunos partidos de preparación.
Uno de los problemas que había durante los partidos de la fase de clasificación y a principios de año era cómo hacer llegar el balón bien a la línea de tres mediapuntas. Kulig es una centrocampista muy potente con mucha llegada, pero falla un poco a la hora de dar pases entre líneas, y Viola Odebrecht es más una jugadora de trabajo sucio en la que todas se apoyan. Curiosamente, Neid ha encontrado la pareja idónea gracias a las bajas. Ha apostado por el doble pivote del Wolfsburg de la temporada 2011/2012: Lena Goessling y Nadine Kessler. Física y defensivamente pierden un poco, pero ganan en salida de balón, llegada y conducción de la pelota, aunque no se descarta que juegue Laudehr para darle más trabajo y físico al centro del campo.
La línea de tres mediapuntas es lo que marca las diferencias. Con jugadoras de la calidad técnica y asociativa de Dzsenifer Marozsán, Anja Mittag, Fatmire Bajramaj, además de su movilidad, y la potencia física de jugadoras como Melanie Leupolz o Svenja Huth, las defensas rivales sufren mucho con ellas y se olvidan o dejan suelta a la referencia en ataque, Célia Okoyino da Mbabi, que con espacios es letal.
A balón parado son muy peligrosas. Dzsenifer Marozsán es la jugadora encargada de sacar todas las faltas directas e indirectas, además de los saques de esquina, siempre y cuando no esté Melanie Behringer en el campo, que posee un cañón tanto en su pierna derecha como en la izquierda. Mucho peligro con Luisa Wensing, Célia Okoyino da Mbabi, Lena Lotzen y Simone Laudehr, auténticas especialistas en los remates de cabeza. Defendiendo las jugadas a balón parado son muy seguras, aunque han tenido problemas con la defensa en zona en los saques de esquina.
La selección alemana es un equipo que acumula muchas jugadoras por delante del balón y es muy complicado que no te acaben llegando de forma clara. Mucho peligro con las subidas por banda de las laterales, sobre todo las de la derecha, Leonie Maier y Bianca Schmidt. En transición y con espacios, son letales.
Uno de los cambios introducidos por Silvia Neid en estos últimos meses ha sido adelantar mucho la línea defensiva. Encierra al equipo rival en su campo, es más fácil de que pierdan el balón en la presión y obliga a tener que pegar un pelotazo en largo en la salida de balón o arriesgar mucho, con lo que enseguida vuelve a recuperar el balón y a empezar la jugada en su campo o en el centro del campo. Esta nueva defensa adelantada requiere mucho trabajo y tiempo, pero realmente se notan los progresos y es prácticamente letal para los equipos teóricamente inferiores en cuanto nivel técnico y físico. Hay un problema evidente: con un pase largo a la espalda de las centrales, y si tienen una delantera muy rápida, le crean muchos problemas. Es algo que se constató contra Estados Unidos y con Alex Morgan como delantera. Obviamente existe ese problema, pero son conscientes de que si están concentradas y la portera está atenta, no deberían volver a sufrir tanto.
Si de algo puede presumir Alemania es de la cantidad enorme de porteras jóvenes de gran calidad que tiene. Se han quedado fuera de esta selección guardametas como Kathrin Längert, Lisa Weiss, Alisa Vetterlein o Desirée Schumann. Las tres escogidas son porteras de un nivel excelente y dos de ellas (Almuth Schult y Laura Benkarth) sólo están al principio de sus carreras.
Pero la titular será Nadine Angerer. La ya ex portera del Frankfurt está ante su último gran torneo con la Frauen-Nationalmannschaft. Ha ganado casi todo lo que hay que ganar en el mundo del fútbol (sólo le faltan los Juegos Olímpicos) y ha sido la portera que ha estado más cerca de ganar el premio a mejor jugadora del mundo. Ya está en el declive de su carrera, pero sigue siendo una portera muy segura, con carácter y el perfecto modelo a seguir de las dos jóvenes que se encargarán de defender la portería alemana en los próximos años.
Una de ellas y la futura número uno es Almuth Schult. Su altura (1,80 m.) la hace implacable por arriba. Es buena con los pies, muy segura en las estiradas y una auténtica experta a la hora de parar penaltis. Tanto Silke Rottenberg, probablemente la mejor portera de la historia y entrenadora de porteras en las categorías inferiores de Alemania, como Michael Fuchs, entrenador de porteras en la absoluta, coinciden en que en términos de proyección, Schult es la mejor portera de Alemania y quizás por eso el entrenador del Wolfsburg, Ralf Kellermann, la ha fichado para el campeón verdiblanco. Pero en las últimas actuaciones con la selección ha recibido muchas críticas por varios fallos de concentración muy graves que han minado su confianza.
La otra es Laura Benkarth. Nombrada mejor portera del pasado mundial sub-20, Laura destaca por sus reflejos, sus buenas estiradas y por la seguridad que transmite a la defensa, ya que casi nunca comete errores. Su temporada en el Freiburg ha sido simplemente espectacular.
La línea defensiva es la parte que más cambios ha experimentado. Con las bajas de Peter y Faisst, Jennifer Cramer se postula como la lateral izquierda titular. La jugadora del Turbine destaca por su seguridad y su fuerza. En la sub-20, el año pasado jugaba de central y en el Turbine, esta temporada, ha jugado como carrilera por la izquierda.
En el lateral derecho hay una lucha tremenda por ser titular. La joven e intocable en la selección, Bianca Schmidt, ha visto cómo la también joven Leonie Maier le ha quitado el sitio a base de ganas, fuerza y goles en liga. Schmidt se ha pasado gran parte de la temporada en el banquillo o lesionada, pero Neid no ha dudado en convocarla. Maier en cambio se ha salido y fue nombrada mejor jugadora alemana en la Algarve Cup. Schmidt es casi una extremo derecha más y su velocidad y llegada por sorpresa son unas de sus armas principales. Maier es más limitada técnicamente y parece más torpe, pero su fuerza se suele imponer y tanto sus disparos como sus desplazamientos en largo son valores extra. Difícil saber quién será la titular, aunque Maier también es capaz de jugar como interior o como lateral izquierda.
Cuatro jugadoras se disputan los dos puestos en el centro de la zaga. Parten como favoritas Saskia Bartusiak y Annike Krahn. Bartusiak es la segunda capitana del equipo y aporta experiencia y saber estar, aunque a veces va al límite del reglamento. Annike Krahn aporta solidez defensiva, fuerza y poderío en el juego aéreo. Ambas son muy lentas y podría ser que la joven Luisa Wensing acompañara a una de ellas. La lateral del Wolfsburg ya demostró en la Algarve Cup que está lista para ser la central titular de Alemania. Buena en el cruce y al corte y un auténtico seguro en el juego aéreo. La otra opción es Josephine Henning. La compañera de Wensing en el Wolfsburg puede aportar seguridad a la zaga, fuerza, salida de balón en corto y en largo, aunque al igual que las dos primeras, es bastante pesada y lenta.
Las bajas de Kulig y Odebrecht han obligado a Silvia Neid a jugar con el doble pivote del Wolfsburg de la temporada 2011/2012: Nadine Kessler y Lena Goessling. La capitana del Wolfsburg aporta salida de balón, llegada hasta la frontal, facilidad de combinación a un toque además de una buena labor defensiva en la recuperación. Goessling, por su parte, que ha jugado esta temporada de central, aporta fuerza al centro del campo, salida de balón y apoyo a las centrales, disparo desde media distancia y un gran trabajo defensivo. Las dos han demostrado saber sufrir y limitarse al trabajo defensivo, como hicieron en la final de la Champions, donde frenaron a Nécib y Abily. Simone Laudehr podría entrar en el once titular a pesar de haberse pasado más de la mitad de la temporada lesionada por problemas en la rodilla. Aportaría trabajo en el centro del campo, llegada desde atrás y ayudaría en la transición defensa-ataque. Sara Däbritz parte sin muchas opciones de jugar, pero podría aportar llegada desde atrás, apoyo a la hora de sacar el balón jugado y disparo desde media distancia con su exquisita pierna izquierda.
En la mediapunta estará Dzsenifer Marozsán, ahora mismo indiscutible para Neid. Su imaginación, talento y creatividad son conocidos por todos, pero también su irregularidad. Este será su primer gran torneo con la absoluta y debe demostrar por qué hay tantas esperanzas puestas en ella. Fue la mejor jugadora del pasado mundial sub-20 del 2012. A pesar de que Fatmire Lira Bajramaj suele jugar escorada a la banda, Neid podría utilizarla, como ya hacía antaño, en la mediapunta con libertad, aunque ahora mismo está muy lejos de su máximo nivel. Su desparpajo y exquisitez técnica puede marcar diferencias en cualquier minuto de cualquier partido.
En las bandas habrá muchas variaciones, ya que Neid las amolda según el rival y el tipo de partido que quiere. Normalmente suele colocar a una de las delanteras, la habitual es Mittag o la lesionada Popp, pero aquí analizaremos a las que podríamos considerar verdaderas interiores: las jóvenes Svenja Huth y Melanie Leupolz, además de Melanie Behringer. Huth llega en un estado de forma envidiable tras un final de temporada con el Frankfurt espectacular, aunque jugó como lateral derecha. Aporta trabajo, agresividad, desparpajo y profundidad. La joven y prometedora Melanie Leupolz ha visto recompensada su excepcional temporada. Su versatilidad puede ser una de las claves de la selección, ya que puede jugar como pivote, mediapunta, interior y delantera. Aporta inteligencia, fuerza, potencia y un disparo cruzado muy potente. Behringer, por su parte, no está a su mejor nivel. Sigue siendo esa jugadora fuerte y trabajadora con un disparo con las dos piernas sublime, pero de momento no parece ser la primera opción para ninguna de las bandas.
Cuatro jugadoras pondrán la pólvora. Célia Okoyino da Mbabi es ahora mismo intocable en el once titular. Es la referencia del equipo y está viviendo su mejor momento con la Nationalelf. Imparable en transición o con espacios, fuerte por arriba y con capacidad para combinar. Si tiene una oportunidad, es difícil que la deje escapar.
Anja Mittag jugará desplazada a una de las bandas aunque con libertad para juntarse con Célia en la delantera. La mejor jugadora de la Damallsvenskan en el 2012 pierde bastante escorada a la banda, pero de esta manera puede combinar mejor con Marozsán y llegar desde atrás con mucho peligro.
La joven Lena Lotzen será la sustituta natural de Okoyino da Mbabi, aunque puede jugar escorada en la banda. Su final de temporada con el Bayern München ha sido espectacular, con seis goles en las seis últimas jornadas. Aporta velocidad, desparpajo, disparo desde lejos y sobre todo una habilidad innata para estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. A principios de años el periódico alemán Bild la incluyó en la lista de los 100 alemanes a observar en 2013. Por algo será.
Por último nos encontramos con Isabelle Bella Linden. La atacante del Leverkusen puede jugar como delantera, interior izquierda e incluso como lateral, un poco como Alexandra Popp, jugadora a la que sustituye en la selección. Aporta velocidad, talento y facilidad para combinar con las compañeras.
No hay nadie con más títulos y experiencia que Silvia Neid, tanto como jugadora como entrenadora. Ha estado presente en los siete títulos europeos de la Frauen-Nationalmannschaft, tres como jugadora, cuatro como ayudante de Tina Theune-Meyer y uno como entrenadora jefe. También la avalan como entrenadora jefe de Alemania el premio de la FIFA a la mejor entrenadora del mundo en el 2010, el mundial del 2007 en China, la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y dos Algarve Cup. Sólo tiene un gran punto negro en su historial: el Mundial de Alemania del 2011. Muchos la creen la principal culpable del fracaso cosechado por no saber controlar los egos del vestuario, por el exceso de carga de entrenamiento durante la preparación para el mismo y por no saber llevar la presión. Pero Theo Zwanziger la ratificó en el cargo y la renovó hasta después de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Neid ya está preparando esos Juegos y el mundial que le precede apostando y rodando a esta nueva generación para que lleguen a esas dos citas preparadas para volver a dominar el fútbol femenino mundial.
1984 – Fase de clasificación
1987 – Fase de clasificación
1989 – Campeonas
1991 – Campeonas
1993 – Cuarta plaza
1995 – Campeonas
1997 – Campeonas
2001 – Campeonas
2005 – Campeonas
2009 – Campeonas
* Borja Rodríguez.
– Fotos: Deutscher Fussball-Bund – dpa
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