"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
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La mejor liga del mundo del fútbol femenino cuelga el cartel de cerrado por vacaciones después de una temporada que no ha dejado a nadie indiferente. Un equipo construido poco a poco ha conseguido acabar con el monopolio del Turbine Potsdam y el Frankfurt, que se habían repartido las últimas doce ediciones de la competición. Esta temporada marca el inicio de una nueva era en el fútbol femenino alemán; no me refiero a la era del Wolfsburg, sino a la del auge de los clubes con una sección masculina de máximo nivel. Esto no significa que financieramente partan con ventaja, de hecho es todo lo contrario; el Turbine Potsdam y el Frankfurt siguen siendo los clubes con el mayor presupuesto de la liga, pero las facilidades a la hora del día a día que dan clubes como Wolfsburg, Bayern München, Freiburg o Bayer 04 Leverkusen les hacen ser el futuro, al menos a medio plazo, del fútbol femenino alemán.
Pero eso es otra historia y lo que a nosotros nos concierne es analizar la temporada individual de todos los equipos, destacar las jugadoras que han brillado con luz propia esta temporada e introducir lo que podremos experimentar en verano en torno a la liga y al fútbol femenino del país centroeuropeo.
La temporada del Wolfsburg ha sido la crónica de un éxito anunciado. Desde que Ralf Kellermann se hizo con las riendas de este equipo allá por julio del 2008 la evolución ha sido positiva, construyendo poco a poco un proyecto llamado a triunfar en los próximos años. Cada año ha sabido traer las piezas que necesitaba para mejorar los registros de la temporada anterior. En la temporada 11-12 el equipo acabó en segunda posición a 3 puntos de hacerse con el título, pero consiguiendo clasificarse para la Champions League.
Este pasado verano llegaron tres jugadoras clave para intentar el asalto al título: Viola Odebrecht, Luisa Wensing y Alexandra Popp; además de tres jóvenes de futuro: Lina Magull, Annabel Jäger y Carolin Simon. Salvo la última, que en invierno decidió mudarse a Leverkusen, las demás han aportado su granito de arena al desarrollo del club.
Campeón absolutamente merecido. Ha sido el equipo más regular tanto en defensa como en ataque, siendo el más goleador y el menos goleado junto con el Turbine Potsdam. Pero esto no significa que el título haya sido fácil. Todo lo contrario. Una de las cualidades que destacan en este equipo es su carácter ganador, demostrado en partidos ganados en los últimos minutos en los que el título estaba en juego (véase las victorias en el descuento contra el Turbine Potsdam en casa y contra el Freiburg fuera).
Quizás el cansancio en la parte final de la primera y segunda vuelta haya sido el borrón de la temporada. Los partidos aplazados por la nieve o por el mundial sub-20, la disputa de la Champions League, la Pokal y el hecho de que casi todas sus jugadoras principales son internacionales absolutas o en categorías inferiores con Alemania, teniendo que disputar todos los compromisos internacionales, provocó que muchas jugadoras llegaran exhaustas a ambos tramos de la competición, cosechando a finales de noviembre una derrota y un empate contra el Bayern München y el Bad Neuenahr, mientras que a finales de abril perdió contra el Frankfurt y el Turbine Potsdam.
Ahora solo le quedan dos partidos por disputar: la final de la DFB-Pokal ante el Turbine Potsdam y la final de la Champions League ante el Olympique Lyonnais. El doblete es más plausible que el triplete, ya que el OL es el tirano del fútbol femenino europeo en los últimos años y si ya de por si es complicado hacerle frente, lo será aún más con las bajas de Odebrecht, Popp (falta confirmación), Wagner y Jakabfi, pero siempre quedará aquello de que equipo alemán que debuta en Champions (Turbine Potsdam, Frankfurt y Duisburg) equipo que levanta el título (solo el Bayern no fue capaz de ganar el título el año de su debut).
Ni Bernd Schröder contaba con que su equipo podría optar al título a principios de temporada, pero sinceramente ha sido el único conjunto que en algún momento ha parecido que podía plantar cara al Wolfsburg. Todo esto a pesar de la preocupante desbandada de jugadoras internacionales por Alemania que fueron las que llevaron al club a dominar Europa en el 2010. En los últimos dos años se fueron Fatmire Bajramaj, Nadine Kessler, Josephine Henning, Anja Mittag, Viola Odebrecht, Babett Peter, Bianca Schmidt e Isabel Kerschowsk, entre otras.
Pero el sabio de 70 años de edad, 43 de los cuales ha estado enrolado en las filas del club de Babelsberg, ha vuelto a demostrar que quien ríe último, ríe mejor. Viendo que las jugadoras alemanas del máximo nivel no querían permanecer en el club, decidió buscar a los jóvenes talentos más prometedores no sólo de Alemania sino también del extranjero y empezar a reconstruir a partir de ellos. El resultado es un equipo multicultural, con juventud y descaro pero, sobre todo, una proyección envidiable.
Inició la campaña de forma arrolladora jugando un fútbol ofensivo sencillamente espectacular y digno de admirar, con un despliegue por las bandas de Lisa Evans y Antonia Göransson pocas veces visto. Pero entonces llegó la debacle en forma de lesiones. Sin Añonma, Mirlach, Singer, Kemme, Andonova, De Ridder, Zietz, Wesely, Elsig y Demann, el Turbine cayó en octavos de final de la Champions League ante un Arsenal Ladies que llegaba pletórico a la eliminatoria.
A pesar de las bajas sacaron adelante los partidos con más pena que gloria para seguir teniendo opciones al título. El parón invernal les vino de lujo para recuperar jugadoras y firmar otras. El equipo recuperó el buen fútbol tras la reanudación del campeonato pero se colapsó en abril (derrotas contra el Bayern, Essen y Frankfurt), donde no sólo perdió la esperanza de repetir título, sino que se vio abocado a la tercera plaza luchando hasta la última jornada por la oportunidad de disputar la Champions League el año que viene.
La hecatombe del Frankfurt en la última jornada y su victoria en Gütersloh le ha otorgado esa segunda plaza y será el acompañante del Wolfsburg en la Champions League. Este verano deberán paliar otra vez varias bajas significativas como son la de la máxima goleadora de la competición, Yuki Ogimi, su organizadora Patricia Hanebeck y la portera Alyssa Naeher. Pero a pesar de esto deben de estar orgullosas de su temporada y seguir progresando individual y colectivamente, y si acaban la temporada llevándose la DFB-Pokal culminarán un año que se podría calificar como notable.
365 días después parece que las cosas no han cambiado en Frankfurt, y si ya nos queremos poner en la peor de las situaciones, las cosas no cambian desde el 2008, último año en el que el equipo del Meno se alzó con la Frauen-Bundesliga. Poco queda de aquel equipo dominante de Prinz, Pohlers, Holl, Garefrekes, Wimbersky, etc. De hecho solo queda Garefrekes, que a sus 33 años sigue siendo la única jugadora que tira del carro. Y no es por falta de talento o de dinero, ya que son la plantilla con más talento de la liga y el club con el presupuesto más alto.
¿Cuál es el problema? El primero de todo es no admitir que la dirección deportiva está fracasando. Hasta tres entrenadores han dirigido al equipo durante la temporada: Sven Kahlert, Philipp Dahm y Sascha Glass. Ninguno le ha dado lo que necesita este equipo, que es una identidad propia y un estilo de juego. Ganan los partidos por pegada, por pequeños destellos de calidad de sus jugadoras, pero su fútbol es plano y sin organización alguna.
Y el problema es que esto no se soluciona fichando, que parece ser que es la única manera que tiene el club de intentar solucionar los problemas. Este año firmaron a siete jugadoras internacionales, entre ellas tres piezas clave de la selección alemana, pero las cosas siguen igual. Las jugadoras no rinden igual en la selección que en el club y las críticas a ellas y a la directiva no dejan de aumentar en la prensa alemana y entre sus aficionados.
Han perdido cinco partidos esta temporada en liga (Essen, Wolfsburg, Bayern dos veces y Freiburg), además de caer en la segunda ronda de la DFB-Pokal contra el Bayern. Han sido muy vulnerables contra equipos inferiores, encajando 26 goles y anotando sólo 52. La temporada ha sido una montaña rusa de emociones en la que parecía que despertaban de su letargo pero enseguida volvían las pesadillas. Tenían todo de cara a falta de dos jornadas para clasificarse para la Champions League dependiendo de ellas mismas, pero cayeron en la última jornada contra el Bayern en casa por 1-2. Final cruel pero quizás justo para un equipo que dista mucho de enamorar y ganar adeptos como lo hacía antes.
Poco a poco, sin hacer ruido, ha ido subiendo escalones hasta quedar cuarto a tan sólo 4 puntos del Frankfurt. Su fútbol es muy predecible, tosco, físico, pero muy efectivo, y si no fuera por la irregularidad fuera de casa podría haber luchado por la segunda plaza.
Han sido capaces de ganar a los tres grandes en casa demostrando estar tan sólo un pasito por detrás de ellos. No han podido repetir título de la DFB-Pokal, pero le complicaron mucho las semifinales al Turbine Potsdam. Son la bestia negra del Frankfurt, no sólo por ganarlas en partidos clave, sino porque esas derrotas han hundido moralmente al equipo del Meno.
Thomas Wörle ha conseguido juntar un equipo muy compacto y unido que con ciertos retoques, sobre todo técnicos, dará un salto de calidad que le haría optar al título ligero. Y la cosa no pinta mal, porque el primer fichaje confirmado es el de la lateral derecha internacional por Alemania Leonie Maier, uno de los mayores talentos de los últimos años.
Parece mentira que este equipo lleve escasamente dos años en la máxima categoría. Sin ninguna duda ha sido la revelación de la temporada a pesar de que en las últimas semanas se desinfló un poco. Las cosas no pintaban bien a principios de agosto, cuando el equipo se había desmantelado prácticamente, pero la nueva generación de jóvenes estrellas alemanas como Laura Benkarth, Melanie Leupolz y Sara Däbritz, unidas a un equipo muy comprometido y dirigidas por un gran entrenador como Milorad Pilipovic, ha convertido a este Freiburg en un equipo referencia en Alemania.
Fútbol bonito, vertical y una defensa muy ordenada han sido sus credenciales. Una meritoria quinta posición y semifinales de la DFB-Pokal son sus registros de esta temporada. Están muy verdes para poder contar con ellas de cara al título la temporada que viene. Será difícil retener a Däbritz, Leupolz y Benkarth, que a buen seguro tendrán muchas ofertas. Además, Pilipovic no entrenará al equipo el año que viene.
El equipo de Markus Högner ha cumplido las expectativas de mitad de tabla. La calidad de la plantilla era suficiente como para no temer al descenso pero insuficiente como para estar entre los cinco primeros. ¿Resultado? La sexta plaza.
Han demostrado ser un equipo serio difícil de batir, sobre todo en casa, donde derrotaron al Turbine Potsdam, al Frankfurt y al Bayern, además de empatar contra el Wolfsburg. La plaga de lesiones a mitad de temporada hizo peligrar la estabilidad del equipo, pero por suerte para ellas la nieve provocó que algunos partidos se aplazaran y pudieran recuperar a sus jugadoras.
Cabe destacar la excepcional temporada de la portera Lisa Weiss, que tras reaparecer de una lesión de rodilla ha conseguido volver a ser la portera que era consiguiendo que Silvia Neid la volviera a convocar con la Frauen Nationalmannschaft. Cuelga las botas tras más de 20 años en la liga Melanie Hoffmann, aunque ha dejado abierta su vuelta a la competición a pesar de sus 38 años de edad.
La temporada del equipo de Renania-Palatinado sólo se puede calificar como mediocre. En las últimas semanas han conseguido disimular esa mala imagen dada en la primera vuelta. Han desplegado un fútbol en ocasiones muy pobre. Célia Okoyino da Mbabi, como siempre, ha cosechado unas cifras goleadoras muy bajas para lo que se espera de ella, 10 goles, y tan sólo Leonie Maier ha sabido estar a la altura de las exigencias.
Pero el problema vendrá en verano. Se avecinan tiempos complicados, económica y deportivamente hablando, en el equipo: los dos factores van cogidos de la mano. Con casi total seguridad las tres jugadoras internacionales por Alemania se irán del club. Leonie Maier ya pone rumbo al Bayern, mientras que Almuth Schult ha declarado que buscará una salida en verano. La situación de Célia la trataremos un poco más adelante.
Se requiere paciencia para que un equipo progrese adecuadamente y pueda llegar a desarrollar todo su potencial. Esa parece ser la premisa de Thomas Obliers, que no tiene ningún problema en decir que el suyo es un proyecto de futuro y que dentro de poco estarán en los puestos de arriba. Todo hace pensar que de verdad será así, pero ya llevamos dos años esperando y el Freiburg, por ejemplo, ya ha explotado mientras que el Bayer no.
La plantilla rebosa talento, juventud y ganas de comerse el mundo, pero adolece de experiencia y carácter en los momentos difíciles de los partidos. Esa fue la razón por la que se fichó a Isabel Kerschowski, pero obviamente ella no puede tirar del carro cada jornada, y Marina Hegering todavía no está como para exigirle que se eche el equipo a las espaldas. Se ha visto una evolución muy buena en Isabelle Bella Linden, que incluso ha llegado a ir convocada por primera vez con Alemania. Petzelberger ha tenido una gran temporada al igual que Turid Knaak. Quizás este no era su año y el siguiente sí lo será, no lo sé, lo que está claro es que la paciencia no dura eternamente.
Si algo pueden decir las jugadoras del Duisburg es que esta temporada les ha servido para forjarse mentalmente como futbolistas y como personas. Al comienzo la situación deportiva era desoladora, con las bajas de Alexandra Popp, Luisa Wensing, Anke Preuss, Christina Bellingoven, Linda Bresonik y Annike Krahn. Solo Jennifer Oster permanecía de aquel equipo que se alzó con la UEFA Women’s Cup en el 2009. Los malos resultados llegaron hasta tal punto de rozar los puestos de descenso durante muchas jornadas. El equipo estuvo sin el entrenador jefe Marco Ketelaer durante dos meses y se veía venir que algo raro estaba pasando en el club, pero por suerte llegó el parón invernal para aclarar cosas.
Pero el parón complicó más las cosas. En enero el club se declaró en bancarrota y muchas de las jugadoras se plantearon la salida. Ashlyn Harris, Nicole Banecki y Kozue Ando abandonaron el club mientras que las demás se quedaron a pesar de que el barco se podía hundir. La DFB les permitió terminar la temporada y las leonas jugaron como su apodo. Sven Kahlert fue nombrado nuevo entrenador y las victorias llegaron. Envidiable la ayuda y el apoyo que recibieron de aficionados, equipos de la Frauen-Bundesliga y de la propia ciudad de Duisburg. A expensas de aclarar su futuro en la liga y, si han resuelto la deuda, pueden decir que el mayor éxito de la historia del club no son los títulos cosechados en el pasado sino sobrevivir a una situación límite como la vivida esta temporada.
Que equipos tan humildes como el Jena sobrevivan en una competición tan dura como es la Frauen-Bundesliga solo hace aumentar mi admiración por esos equipos modestos que se las arreglan para sobrevivir día a día.
Daniel Kraus tenía muy claro que su lucha estaba contra los equipos recién ascendidos para conseguir la salvación y que los puntos sacados contra estos equipos serían vitales. No les pudo ir mejor, consiguiendo ganar al Sindelfingen y al Gütersloh tanto en casa como fuera. El club ha conseguido el récord de puntos de su historia en la máxima competición y llegó a los cuartos de final de la DFB-Pokal. Además ha conseguido renovar los contratos de Ria Percival, Iva Landeka y Laura Brosius. El año que viene volverán a sufrir por no descender, pero este año ya han cumplido y se pueden ir muy contentas de vacaciones
La reacción llegó muy tarde. Los míseros 4 puntos conseguidos en la primera vuelta las condenaron al descenso. En la segunda parte de la temporada fueron capaces de ganar dos partidos y empatar otros dos gracias a las grandes actuaciones de Anna-Lena Vollmer, Julia Schneider y Fabienne Dongus. Pero como dice Nikolaus Koutroubis, el problema no llega al descender, sino la temporada siguiente: “Nos costará unos cinco años volver a juntar tanto nivel. La mayoría de jugadoras ya tienen pensado irse y el año que viene tiraremos de las que se queden y las jugadoras del B-Juniorinnen”.
El equipo de la Renania del Norte-Westfalia nos impresionó a todos con su empate ante el Frankfurt el Tag der Deutschen Einheit o Día de la Unificación alemana. Anteriormente había conseguido dos victorias ante el Sindelfingen y el Duisburg, pero desde entonces sufrió 17 derrotas consecutivas. Poco más que decir.
Como en el VfL Sindelfingen, la mayoría de las jugadoras buscarán salir del club y buscarse la vida como futbolistas en Alemania u otra parte.
El verano estará marcado por la Eurocopa de Suecia, donde Alemania buscará retener su cetro europeo con esta nueva generación a la que todo el país tiene en alta estima. Silvia Neid tendrá a todas sus jugadoras disponibles salvo Lira Bajramaj, Simone Laudehr y Alexandra Popp, que son duda por lesión. La mayoría de jugadoras que seleccione Neid procederán de la Frauen-Bundesliga, siendo Annike Krahn, Linda Bresonik y Anja Mittag las únicas jugadoras que juegan en el extranjero con posibilidades de ir a Suecia.
El otro punto de interés estará puesto en el mercado de fichajes. Con a priori cuatro contendientes al título de cara a la temporada 13-14, se espera un mercado de fichajes muy interesante. Wolfsburg ha anunciado que, para no sufrir la temporada que viene, firmará a dos o tres jugadoras de un nivel contrastado para que le den amplitud a la plantilla. No necesita nada más, ya que tan sólo tres jugadoras dicen adiós en el equipo de la Volkswagen (Rebecca Smith, Eve Chandraratne y Navina Omilade-Keller). El Turbine Potsdam, por su parte, ya ha anunciado que Alyssa Naeher, Yuki Ogimi, Patricia Hanebeck, Sara Doorsoun-Khajeh y Heleen Jaques no seguirán, a la vez que ha confirmado los fichajes de Julia Simic y Lia Wälti. Obviamente, en Frankfurt se moverán para intentar encontrar la luz en el agujero negro en el que se han metido. Lo primero será fichar a un entrenador y en la lista están Achim Feifel (ex Rossiyanka), Milorad Pilipovic (ex Freiburg) y Patrice Lair (Olympique Lyonnais). La situación del club puede provocar una desbandada masiva de jugadoras en busca de una situación deportiva más estable. El Bayern intentará pescar en el río revuelto que es el verano en el fútbol femenino alemán.
Pero todas las miradas del mercado estarán puestas en Célia Okoyino da Mbabi y Lira Bajramaj. La capitana del Bad Neuenahr ha acabado sus estudios y su marcha está prácticamente cantada. El club no puede hacerse cargo de su elevada ficha, que ronda los más de 100.000 euros anuales. La motivación del cambio será deportiva, como ella aseguró hace unos meses, con lo que su aparente fichaje por el Frankfurt se va complicando.
El caso de Lira Bajramaj es más difícil. A pesar de su enorme talento, sale de una rotura de ligamentos cruzados y añade riesgo a cualquier operación. La elevada cifra de su ficha, sustancialmente superior a la anterior, la hace intocable para algunos equipos. Además, está su prometido Enis Alushi, que también es futbolista y cuyo sueño es jugar en la 1.Bundesliga. A las dos no les faltarán pretendientes, pero los movimientos no serán nada fáciles.
La portera norteamericana ha sido, con casi total seguridad, la mejor portera de la competición y eso que no se lo han puesto fácil porteras como Vetterlein, Benkarth o Längert, pero sus actuaciones individuales han salvado al Turbine en más de una ocasión, no sólo de la derrota sino de la goleada. Será una baja significativa en el equipo de Babelsberg la temporada que viene.
Sin lugar a dudas ha sido la jugadora que más ha mejorado en Alemania. Su talento era evidente, pero su temporada ha rozado la excelencia y le ha valido la titularidad en la selección alemana durante la baja de Bianca Schmidt y puede plantar batalla a la jugadora del Frankfurt en la lucha por ser titular en la Eurocopa. La temporada que viene jugará en el Bayern München.
Ha sido un auténtico puñal en la banda izquierda. Letal doblando a la interior y poniendo centros muy peligrosos para la defensa rival. Como siempre, peligrosa a balón parado y sensacional ayudando a Henning y Goessling parando los contraataques del equipo rival.
Uno de los ejes de la defensa menos goleada de la competición. Ha cometido algunos errores, pero su temporada en general ha sido notable. Podría ser titular en la Eurocopa ya que ahora mismo es la central más en forma de Alemania. Su salida de balón ha sido clave en el buen juego del equipo campeón.
Hay que quitarse el sombrero ante su sensacional temporada jugando como central en lugar de la lesionada Rebecca Smith. Quizás ese haya sido el éxito de este Wolfsburg: tener a dos centrales con buena salida de balón y que se incorporaban al ataque. El único punto flaco de su temporada han sido los penaltis fallados.
Quizás no ha sido su mejor temporada, pero su trabajo sucio en el centro del campo, su organización del mismo y la generosidad en el esfuerzo liberando un poco a Kessler de sus tareas defensivas han sido claves en el éxito del club de la Volkswagen. Este es su quinto título consecutivo de campeona de Alemania. Se perderá la final de la Champions League por sanción.
La mejor jugadora de la temporada sin discusión. Solo su compañera Jakabfi le podría haber quitado ese título pero su lesión ha decantado el honor para la de Landstuhl. Ha sido el cerebro y el alma del equipo comportándose como la capitana que requería el Wolfsburg en los momentos difíciles. Sus dos goles ante el Turbine Potsdam pasarán a la historia. Pide a gritos ser titular en la Eurocopa, pero primero tiene que asegurarse entrar en la lista de Neid.
Parece mentira que con todo el dinero invertido por el Frankfurt en fichajes la eterna Garefrekes sea la jugadora que tiene que dar la cara. A pesar de sus 33 años sigue a un nivel excelso recorriendo la banda derecha como antaño. El equipo del Meno la ha conseguido renovar al menos hasta 2014.
La japonesa ha sido la jugadora más destacada del equipo de Potsdam, haciendo una primera parte de la temporada sensacional como delantera. En la segunda vuelta jugó más retrasada y sus números bajaron hasta que volvió a ser la referencia de su equipo. Abandona Alemania con tres ligas y una Champions League. Ha sido la máxima goleadora de la competición esta temporada.
La segunda maxima artillera alemana de la competición ha dado la cara cuando su equipo más lo necesitaba, y sus goles han permitido que el Duisburg se salvara. Su compromiso con el club ha sido envidiable, jugando lesionada gran parte de la temporada por la falta de una delantera de recambio en el equipo. La enorme competencia que hay en la selección la impide ir convocada con Alemania.
Quizás es un poco raro poner a una jugadora en el once de la temporada que se ha perdido casi la mitad de los encuentros, pero es que sus 13 partidos fueron soberbios. Fue nombrada mejor jugadora de la primera vuelta por los entrenadores y ningún equipo encontró la solución para poder pararla. Se ha perdido el final de temporada, pero sus excelsas actuaciones le han valido una renovación hasta junio de 2016, algo no muy normal en el fútbol femenino.
* Borja Rodríguez.
– Fotos: VfL Wolfsburg – Bongarts – Bayer 04 Leverkusen – FF USV Jena – Annegret Hils – Peter Henkel (Fan Soccer)
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