"¡Aquiles, calienta!"

“¡Aquiles, calienta!”

por MARTI PERARNAU el 14 abril, 2013 • 11:37

Se subió las medias sabiendo que llegaba su hora. Lo que sucedió a continuación no hace falta repetirlo. Apareció el héroe e hizo lo que pudo, que fue suficiente para revertir el combate. Por encima de su abrumadora calidad y del pavor que genera con su sola presencia, dejó muestra y sello de ser el más amateur de los profesionales, el más entusiasta de los aficionados, imparable incluso en mitad de un proceso recuperatorio por lesión. La suya no pudo ser una exhibición futbolística por razones isquiotibiales de peso, pero fue una lección de pasión por el fútbol, por el juego. El niño enloquecido por una pelota de trapo, dispuesto a jugar todo y siempre. El héroe épico, pero mucho más el apasionado por el fútbol.

Ante el rival que viene, el bárbaro Bayern, la épica puede no bastar. El héroe obra maravillas, pero incluso Aquiles tenía su punto flaco y resultaría necio enfrentarse al conjunto muniqués con las armas romas de los últimos meses, sin corregir el rumbo ni recentrar la navegación. El mejor Barça jugaba para Xavi y este ordenaba las piezas hasta que llegaba la hora de activar al héroe. Más tarde tomaron el mando los hombres rápidos del equipo, los más verticales, y Xavi no tuvo la capacidad, fuese física, fuese jerárquica, de mandar parar y templar. Lo cierto es que ese nuevo ritmo se impuso como norma, tanto si lo pretendió Tito como si únicamente lo aceptó: el Barça se verticalizó, con lo que eso supone de bueno y, al mismo tiempo, de malo. Hoy, cualquier pérdida de balón en ataque equivale a una respuesta inmediata contra Valdés porque el equipo ha dejado de moverse de manera conjunta y lo hace a ramalazos, casi al sprint, y con acusado individualismo. Mientras los resultados lo apoyaron, el nuevo ritmo resultó bendecido, pero llegados los partidos importantes la verticalización ha supuesto un quebradero de cabeza, un sinvivir constante. Volver al modo ortodoxo es un gran reto pero, posiblemente, sea la versión que más convenga en este momento tan delicado.