"La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora, ponte en marcha”. Johann W. Von Goethe
1.- El hecho de que en la Vuelta al País Vasco los recorridos suelan ser muy pestosos –con continuos sube y baja– lastra la presencia de sprinters. Sus opciones de marcharse con un triunfo parcial suelen ser reducidas a lo largo de la semana, quedando relegadas únicamente a la etapa con final en Vitoria.
2.- Aunque normalmente el triunfo suele decidirse en una llegada masiva, esa ausencia de velocistas puros provoca que los ganadores acaben siendo corredores rápidos, pero que no suelen disputar este tipo de finales. No en vano, entre los nombres de los últimos ganadores se encontraban los de Alejandro Valverde, Kim Kirchen u Óscar Freire –el único de ellos habituado a dejarse ver en llegadas masivas, aunque no fueran su mayor especialidad–.
3.- Esta norma no se cumplió en la edición pasada, ya que Daryl Impey evitó el sprint con un ataque en el último kilómetro, en el que logró aguantar el envite de un pelotón formado por casi un centenar de ciclistas. En la jornada de hoy, casi un año después, el sudafricano de Orica GreenEDGE repitió ese triunfo, aunque en esta ocasión sin impedir la llegada masiva, en la que fue el más rápido.
4.- Hasta los últimos kilómetros esta segunda etapa, de 170 kilómetros entre Elgoibar y Vitoria, siguió un guion muy parecido al de la anterior jornada. En los primeros kilómetros se formó la escapada del día, en la que una vez más entró Amets Txurruka, aunque en esta ocasión sin ningún acompañante. De este modo el ciclista del Caja Rural da un paso de gigante en la lucha por la general de la montaña, un premio que ya acarició en el 2010, hasta que una fractura de clavícula le obligó a retirarse cuando era el ganador virtual.
5.- La ventaja con respecto al pelotón no superó en ningún momento los cinco minutos, ya que ni los perseguidores querían dar por finalizado su intento demasiado pronto, ni Txurruka quería gastar demasiadas fuerzas en balde. Esto provocaba que la carrera marchara demasiado tranquila, hasta que a falta de 30 kilómetros por detrás dos hombres se lanzaron a por él, abandonando la vigilancia del pelotón.
6.- Estos dos valientes fueron Jens Voigt, veterano alemán que a lo largo de su carrera ha ganado un total de cuatro etapas en la Vuelta al País Vasco, y Adriano Malori, un joven rodador que en el 2008 se proclamó campeón del Mundo sub-23 de contrarreloj. Pronto llegaron a la altura de Txurruka, manteniendo entre los tres un pulso con el gran grupo.
7.- Aunque Voigt y Malori son dos expertos rodando en solitario, su máxima renta con respecto al pelotón fue siempre inferior al minuto. Este hecho llevó al italiano a abandonar la compañía de Voigt y Txurruka, pero ni de esta manera pudo burlar el control de quienes le perseguían, que dieron por finalizada su aventura a falta de 7 kilómetros para el final.
8.- En ese último tramo, Astana se situó en cabeza de carrera, trabajando para Francesco Gavazzi. Sin embargo, en el último kilómetro fue superado por el Orica, que realizó un gran trabajo en pos de Daryl Impey, desplazando al italiano a la segunda plaza. Gavazzi se quedó sin sumar un nuevo triunfo en una carrera con la que tiene un vínculo especial, ya que ha ganado dos etapas en ediciones anteriores, pero esta derrota le permite disfrutar de un gran premio, el liderato de la carrera –algo que no conseguía un italiano desde Danilo di Luca en 2005–, debido al puestómetro.
9.- Uno de los que trabajó para Daryl Impey fue su compañero Simon Gerrans, hasta hoy líder, que renunció al maillot amarillo para que su compañero pudiera sumar el segundo triunfo consecutivo del equipo australiano. Y si el año pasado tuvo que exprimirse al máximo durante un kilómetro por la persecución del pelotón, en esta ocasión encabezó al gran grupo durante los últimos 150 metros, distancia a la que se retiró su compañero Michael Matthews.
y 10.- Con este nuevo triunfo Impey demuestra estar recuperado totalmente de la terrible caída sufrida en la etapa final de la Vuelta a Turquía del 2009 por culpa de Theo Bos, cuando era líder. Aunque el hecho de que se produjera en los kilómetros finales le permitió llevarse aquella victoria, tardó prácticamente dos temporadas en recuperar su verdadero nivel, el cual sí se ha podido ver en las dos últimas temporadas, en las que acumula un total de cuatro triunfos, dos de ellas en Vitoria.
* Ricardo Alonso-Bartol es periodista.
– Foto: EFE
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