Vuelve Tito

por MARTI PERARNAU el 26 marzo, 2013 • 16:26

Lo primero que hay que hacer con Tito Vilanova es darle un abrazo deseándole lo mejor en su dura pelea contra la enfermedad. Solo entonces se le puede preguntar por el fútbol, pero no antes. Tito llega de un largo viaje y no precisamente de vacaciones, placer o distracción, con lo que antes de hablar del balón hay que atender a la salud. Si se siente bien y fuerte, en ese caso bienvenido al banquillo donde se le acumulan los problemas, tanto si lo mira por los elementos defensivos que tiene como si lo aprecia por el rendimiento de algunos elementos durante su ausencia. El primero de los problemas (el del número de defensas sanos) no tiene remedio, con lo que toca parchear como se pueda, escenario que el Barça conoce sobradamente y en el que no se ha desenvuelto mal en los últimos años aunque, probablemente, ésta sea la última vez en que pueda permitirse semejante fragilidad.

El segundo de los problemas, el del rendimiento de algunos jugadores que todos ustedes tienen en la cabeza y me abstendré de señalar, también resultará determinante en estos dos meses que restan de temporada. Llegados a este punto, al Barça le quedan apenas un puñado de encuentros decisivos: los de Champions y algunos pocos de Liga. Partidos que admiten escasos errores, sean de obsesión, de puntería o de cobertura. Partidos en los que el historial y el prestigio pasados no garantizan el éxito presente ni pueden condicionar la alineación, por ajustada que sea la plantilla. Sucedió otras temporadas y de manera muy flagrante hace un año, cuando los partidos de la verdad hubo que jugarlos con lo puesto.

Vuelve Tito y como hombre inteligente que es lo hará mirando lejos, pero pensando cerca. Dos meses para cerrar el curso y bastantes asignaturas pendientes: la paupérrima defensa, la puntería de los atacantes, la tendencia al enjaulamiento de Messi, la verticalidad sin excesos, la recuperación de balones tras pérdida, la concentración de los habituados al éxito… Asignaturas que marcarán el curso y a Tito.