"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
1.- La Milán-San Remo, primer monumento de la temporada, poco honor pudo hacer a su apodo, La Primavera, ya que los ciclistas tuvieron que soportar un tiempo de perros. No en vano la carrera tuvo que pararse durante un tramo, realizándose parte del recorrido en los respectivos autobuses de cada equipo.
2.- La Classicissima habitualmente es, junto al Campeonato del Mundo, la carrera del año con más kilometraje, ya que son 298 kilómetros los que separan las ciudades de Milán y San Remo. Este año, sin embargo, ha quedado reducida a solo 240 km. Esto se debió a la nieve, que impedía subir una de las cotas del recorrido, el Passo Turchino.
3.- En Ovada, donde los ciclistas llegaron congelados, se paró la carrera. Los seis escapados –Lastras, Belkov, Fortin, Rosa, Montaguti y Bak– llegaron con 7’10” de ventaja al descanso, renta con la que partirían en la reanudación de la prueba. Y aquí comenzó la polémica, ya que como era de esperar, la decisión tomada por la organización no gustó a todos.
4.- En un principio, debido a la imposibilidad de subir Le Manie, la carrera iba a reanudarse en Finale Ligure, a 85 kilómetros de la línea de meta. Sin embargo, la organización tuvo que rectificar y la segunda mitad de la carrera comenzó en Arenzano, a 125 kilómetros de meta. Algo necesario para no desvirtuar la prueba, teniendo en cuenta que los seis escapados partirían con más de siete minutos de renta.
Halftime at #SanRemo #MSR twitter.com/GeraldCiolek/s…
— Gerald Ciolek (@GeraldCiolek) March 17, 2013
5.- El tramo en autobús dejó algo insólito en medio de una carrera ciclista, ya que los corredores daban sus impresiones a través de las redes sociales. Incluso colgaron fotos mostrando la dureza que estaban teniendo que sufrir en sus propias carnes. Este trayecto también hizo que algunos decidieran no volverse a montar en la bicicleta, como el caso del campeón belga Tom Boonen, que se retiró dejando además unas declaraciones incendiarias, criticando que en el momento del parón casi un centenar de ciclistas estaban descolgados, pero reanudarían la carrera con el mismo tiempo que el pelotón.
6.- A Tom Boonen se unieron sus compañeros de equipo Niki Terpstra y Stijn Vandenbergh, y unos kilómetros después Michal Kwiatkowski, dejando a Mark Cavendish, uno de los máximos favoritos al triunfo, con tan solo tres compañeros más. Varios ciclistas más acabarían poniendo pie a tierra por diferentes motivos, destacando entre ellos el campeón de hace dos años, Matthew Goss –sufrió una caída en el primer tramo de la carrera–, y el tercer clasificado de la pasada edición, Vincenzo Nibali –descolgado en una de las subidas, alegó que no había entrado en calor–.
7.- Desde la reanudación de la carrera se pudo ver en las primeras posiciones del pelotón al equipo Cannondale, que tiraba en favor del máximo favorito al triunfo, el eslovaco Peter Sagan. De esta manera la renta de los escapados fue decreciendo, y a falta de 30 kilómetros eran atrapados, poco antes de que comenzara el tramo decisivo de la Classicissima con la subida a la Cipressa. Y aunque hasta este momento se mantenía el runrún sobre todo lo acaecido con anterioridad, no volvió a hablarse de ello gracias al espectáculo y la emoción que brindaron los ciclistas en los kilómetros restantes.
8.- Otro de los equipos a los que más se vio tirar en esta segunda parte de la carrera fue a Sky, pero en pocos kilómetros su carrera se truncó. Dos de sus hombres se caían al inicio de la Cipressa, y en la propia cota su líder, Edvald Boasson Hagen, se descolgaba. En el descenso, Philippe Gilbert se lanzó al ataque, pero pronto se le unirían más ciclistas, y es que todos sabían que al campeón del mundo es mejor no darle ninguna ventaja.
9.- Poco después se formó un terceto en cabeza, formado por Sylvain Chavanel –uno de los compañeros que le quedaban a Cavendish–, Ian Stannard –superviviente del Sky– y Eduard Vorganov. Los tres se entendieron bien y lograron una diferencia cercana al medio minuto que parecía darles opciones de dar la sorpresa. Hasta que llegó uno de los puntos más representativos de La Primavera, el Poggio.
10.- En la última ascensión de la carrera, Ian Stannard seleccionó todavía más el grupo cabecero, eliminando de la pelea a Vorganov. Por detrás intentó enlazar Maxim Iglinsky al ver que Peter Sagan se quedaba sin compañeros que le acercaran, pero el kazajo acabó desistiendo. Quien sí lo consiguió fue Luca Paolini, que con su ataque se llevó a rueda al propio Sagan, Fabian Cancellara y Gerald Ciolek, enlazando en el descenso que les llevaba hasta San Remo. 11.- En las fechas previas a la carrera Cancellara había anunciado que no tiraría en ningún momento en un grupo en el que estuviera Sagan, y aunque esto pudo afectar a sus posibilidades de ganar su segunda Milán-San Remo –el suizo ya ganó en 2008–, cumplió con su promesa. Para evitar su marcaje el eslovaco intentó atacar, pero no logró abrir hueco. También lo probaría Stannard, pero la carrera estaba destinada ya a decidirse al sprint.
12.- El británico de Sky fue el encargado de marcar el ritmo, eliminándose de la pelea pero evitando que llegara desde atrás Taylor Phinney, así como el pelotón en el que viajaba entre otros su ex compañero Mark Cavendish, que perdió 14″ en la línea de meta. En la lucha por la victoria ganaba enteros Peter Sagan, que fue el primero en lanzar la llegada a aproximadamente 150 metros para el final. Sin embargo, Gerald Ciolek aguantó el envite del eslovaco, y demostrando su punta de velocidad ganaba en una llegada muy igualada, logrando la victoria más importante de su carrera.
13.- Ciolek saltó a la fama con tan solo 18 años, cuando en un equipo continental batió al sprint del Campeonato de Alemania a Erik Zabel. Un año después se proclamó campeón del mundo sub-23 y ganó una etapa de la Vuelta a Alemania, prueba Pro-Tour, lo que le situaba como una de las más firmes promesas del ciclismo mundial. Y aunque logró buenos resultados, como una victoria de etapa en la Vuelta a España del 2009, su progresión parecía estancada en las últimas temporadas.
14.- Esto lo llevó a fichar esta temporada por el MTN-Qhubeka, primer equipo africano en la categoría continental-profesional –la segunda división del ciclismo mundial–. Él mismo, en el debut del equipo en una prueba World Tour, la Tirreno-Adriático, logró entrar entre los tres primeros de una etapa. Pero contra todo pronóstico, el mejor resultado de su carrera ha llegado solo diez días después, ganando todo un monumento como la Milán-San Remo. De esta manera, Ciolek hace historia para su equipo, mostrando que el ciclismo africano va logrando sus primeros éxitos en la élite, aunque sea gracias a un ciclista alemán.
y 15.- El podio lo completaron los dos ciclistas que se enfrentaron ya en la previa de la carrera: Peter Sagan y Fabian Cancellara. El eslovaco rozó su primera victoria en un monumento, aunque su juventud hace presagiar que llegará dentro de no mucho tiempo, y además se convirtió en el primer ciclista de su país que sube al podio en San Remo. En más ocasiones lo ha logrado Cancellara, que ha finalizado entre los tres primeros las tres últimas ediciones, algo que no conseguía nadie desde Erik Zabel –encadenó cinco Milán-San Remo consecutivas subiendo al podio, entre 1997 y 2001–.
* Ricardo Alonso-Bartol es periodista.
– Fotos: Graham Watson – La Gazzetta dello Sport
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal