La Real cierra el círculo en el Calderón

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La Real cierra el círculo en el Calderón

por ALBERTO PEREZ el 10 marzo, 2013 • 22:56

1.- Fue el último equipo que se llevó puntos ligueros del Manzanares y también el primero que lo consigue en este campeonato. Se cierra así una secuencia de victorias interminable (hasta hoy) que superaba cualquier mal día, caprichos de la fortuna o partidos tontos. El Atlético lo ganaba todo en casa, hasta que llegó la Real.

2.- No es ninguna deshonra plantear los partidos en función del rival. Suele estar mal visto eso de alterar los planes para lograr alguna ventaja. Me desmarco de esa teoría. En el fútbol se juega contra un oponente y se le gana minimizando sus virtudes y acentuando sus defectos. La Real se destapó poco y obligó al equipo de Simeone a hacer lo que menos le gusta: construir. No traicionó nada. También tocó el balón con buen gusto.

3.- Romper la asfixiante presión rojiblanca es una tarea para elegidos. Solo los equipos que reúnen un gran número de jugadores circulando el balón a un toque pueden hacerlo. Para eso hace falta mucho talento y la Real lo tiene, por eso consiguió escaparse de la jaula de Simeone por encima de la media. Illarra, Griezman, Xabi Prieto, Vela… Hay mucha calidad en Donostia.

4.- Pero ya lo dijo Xabi Prieto en Canal Plus: “Hemos tenido un poquito de suerte”. No fue un partido para ganarlo, con suerte para empatarlo. El dominio fue atlético y las ocasiones (pocas) también. Courtois no se manchó los guantes y se permitió hacer un Asenjo. A Simeone le va la marcha y ninguna crítica va a ser capaz de hacerle retroceder, quizá al contrario. Esta vez el belga no encajó un gol en al contragolpe.

5.- Al contrario que el Barca, si el reloj de posesión favorece al Atlético es que algo va mal. No se encuentra a gusto el equipo de Simeone sobando el esférico porque se destapan sus problemas. En casos como el de hoy todos miran a Arda Turan, pero también lo hacen los rivales. El turco es el Robinson Crusoe de la creatividad. Demasiado solo, le hace falta un socio. O le traen a Diego este verano o entrará en depresión y el Atlético en graves problemas para pasearse por Europa. Mientras tanto, ¿por qué no Óliver?

6.- Arda y Diego Costa, alterando el orden, juntaron cualquier atisbo de peligro en el primer tiempo. El brasileño no ha bajado un ápice en nada. Sigue siendo incontenible en carrera (física y mentalmente). Pudo forzar una expulsión, también un penalti en el tramo final cuando fue arrollado y debió irse a la calle por pisar a Aguirretxe.

7.- Árbitros como Ayza Gámez no hacen bien al espectáculo. Sus múltiples equivocaciones pasan a un segundo plano cuando se trata de cuidar la esencia del juego y en eso tropieza todavía más. El partido estuvo interrumpido constantemente, en muchos casos a partir de sus propias decisiones, y no solo atropelló el ritmo del juego sino que lo compensó con tres minutos de tiempo añadido. Deberían devolver una parte de la entrada por el tiempo de fútbol robado.

8.- Lo más importante del partido sucedió en la segunda parte. Cuando la Real se preparaba para seguir conteniendo la tormenta, apareció un contragolpe inesperado. Xabi Prieto se encontró a Courtois y apagó la luz del Calderón. El capitán donostiarra ha perdido velocidad y desborde, pero desprende un aroma a madurez que le hace un jugador más verdadero.

9.- Y como siempre, Vela para desahogar cuando el equipo lo necesita. Es rápido, escurridizo, hábil, técnico y veloz. Demasiado para que un defensa no pase una tarde pesada marcándole. Eso sí, no jugaría con Mourinho. Su tendencia a besar el suelo más de lo debido puede empezar a pesarle. Ha generado muchas superioridades para su equipo, pero la publicidad informativa está delatando su pillería.

10.- Esa Real trabajadora de verdad pudo recibir el empate contra un Atlético ansioso al que la cabeza le iba más rápido que las piernas. Ni una cosa ni la otra le van demasiado bien a Juanfran. Es la pieza menos fina del once titular. La aparición de Manquillo al menos da que pensar en un cambio. Parece cuestión física, pero si no reacciona puede perder el puesto como ya perdió la internacionalidad.

11.- Han tenido que pasar 27 jornadas para que el Real Madrid recupere un lugar asignado a dedo por sus ingresos de televisión y los muchos millones de euros que separan su presupuesto del colchonero. Merengues y culés ya mandan en la liga, como está mandado. El fútbol español debería agradecer la heroicidad rojiblanca de colarse tanto tiempo entre el poder establecido y representar a todos aquellos que ansían un mapa más justo y equitativo.

y 12.- Debajo de los tres que mandan hay una fanfarria muy popular que espera un estadio donde sonar. El último puesto de Champions abre sus puertas a muchos equipos y la Real debe soñar con ello. Ni Valencia ni Málaga parecen tan sólidos como para ser claramente favoritos. Los irreverentes jóvenes de la Real desprenden ambición y han presentado su candidatura en el estadio más difícil del planeta.