Un infortunio en forma de caída ha privado a la granadina Victoria Padial repetir hazaña. Si el viernes hizo historia al ser la primera española en puntuar en una prueba de biathlon, hoy lo ha sido por demostrar que su progresión es ya una realidad y que su crecimiento competitivo es una evidencia.
En la prueba de sprint, sobre 7,5 kilómetros, en la cita de la Copa del Mundo que se disputa desde el pasado jueves en Sochi (Rusia), Padial ha finalizado en la 62ª plaza, con un tiempo de 28:37.9. La granadina ha sumado 30 segundos más que la eslovena Andrija Mali, que ha sido 40ª. La ganadora de la prueba ha sido la polaca Magdalena Gwizdon, por delante de la eslovaca Anastasiya Kuzmina y la noruega Tora Berger, que ha repetido la plaza del pasado jueves en individual.
Las participantes en esta modalidad del biathlon salen a intervalos de 30 segundos y dan tres vueltas a un circuito. En el recorrido tienen que realizar dos series de tiros, de cinco blancos cada una, primero tumbados y luego de pie. Por cada fallo deben realizar una ronda de penalización de 150 metros adicionales. Gana el mejor tiempo.
Sin embargo, la gran protagonista de la prueba hoy ha sido la niebla. Mucho se habla de lluvia, la humedad y el calor. Pero los deportistas, en muchas ocasiones, comentan que los dos factores meteorológicos más molestos son el viento y la niebla. Ésta última ha obligado a retrasar el inicio de la prueba cerca de media hora.
Pese a ello, y cuando se ha iniciado, las condiciones no eran del todo favorables. Padial ha mantenido, desde el inicio, un elevado grado de concentración. Y por este motivo, la granadina ha realizado una competición muy regular. Es más, ha completado un pleno en los tiros (10 de 10), tanto de pie, como tumbada. Con esta tarjeta de presentación y un buen recorrido, ocupaba el 50º lugar, cerca de sus mejores registros en esta modalidad, también este año 44º lugar en el sprint de Oberón (Alemania) y el 45º puesto en el sprint de Novo Mesto (República Checa).
Lo que no contaba Padial es con el azar, convertido en desgracia: una caída. Este infortunio le ha penalizado e impedido mantener o mejorar ese 50º puesto. Ha perdido unos 30 segundos o tal vez más en esa caída sufrida en la primera vuelta, donde también han caído otras participantes. De no haberse producido podría haber sumado algún punto, pues en ese instante llevaba buen ritmo de tiempo y aciertos en tiro. El tiempo perdido le ha impedido pugnar por mejorar esos resultados anteriores. Y con ello, quién sabe si repetir la proeza del viernes en la modalidad individual, en lo que supuso el principio de una carrera que apunta más alegrías. La heroína no se ha ido. Está. La capacidad, competitiva y el esfuerzo son sus principales fortalezas. La concentración y calidad también juegan mayoritariamente a su favor. Hoy el infortunio ha impedido repetir hazaña. Muy probablemente, el azar le guarde una próxima oportunidad. Y esa vez, sí la vean sonreír por segunda vez.
* Pablo Beltrán es periodista.
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