E-pistolario: Unos artistas…

por FREDERIC PORTA el 27 febrero, 2012 • 19:34

Muy buenas, Martí,

Me encantan los creadores como Michel Hazanacivius, el director de The Artist, ese utópico con apellido de alero lituano. Ahora que su film mudo ha sido bendecido por el tío Óscar, ni siquiera se molestará en detallar cuántas veces le echaron su proyecto por tierra, en cuántas ocasiones dudaron de su estabilidad mental por el atrevimiento de plantear un homenaje al cine mudo 85 años después de su defunción. Y me apasiona su amor por las referencias, demostrado con la elección de Jean Dujardin para el papel protagonista. Más allá de la gomina o el bigotillo hormiguero, Dujardin recuerda por ensalmo de admirada copia a Douglas Fairbanks Jr., aquel galán de los 20, accionista de United Artists, primer Robin Hood y esposo de Mary Pickford, la primera novia de América horneada en la fábrica de sueños.

Te he adjuntado esa foto del gran Dujardin chillando, a propósito del ruido. Ya que hoy es el único día de la liturgia anual copado por Hollywwod, buen momento para plantear lo que llamo el síndrome Johnny Guitar, ya sabes, el viejo western con Sterling Hayden y Joan Crawford a bordo en el que dos viejos amantes mantienen glaciales diálogos sobre sus teóricos sentimientos. “Dime que me quieres”, le espeta Crawford a Hayden en el reencuentro. “Te quiero”, le responde a distancia un rostro impasible. “Dime que me echaste mucho de menos”. “Te he echado mucho de menos”, y así, una colección de réplicas geniales. Caminamos hacia un mundo en el que sólo escuchas aquello que deseas oír. Y la prensa deportiva, esa que nos ocupa y preocupa, desmesura el fenómeno para sus consumidores y clientes. Hoy, según ondee el banderín, unos se fijarán en Vallecas, otros en el Manzanares, e iniciarán la eterna dinámica del pues anda que tú para la que sólo cabe la respuesta de sacar bandera blanca, por puro aburrimiento y malestar.

Ni entro, ni salgo, apenas te dejo una pincelada. Ese enfado contenido, disciplinada la comunicación no verbal hasta extremos, mostrado por Guardiola al afirmar ‘la Liga está perdida’ deduzco que iba dirigida a ciertos artistas de medio pelo, brazos ejecutores del todopoderoso deseo mayoritario. No seré yo quien le lea los labios al personaje, que bastante talludito es y bien sabe expresarse a base de silencios y medias tintas cuando le conviene. Fácilmente comprobamos cómo, por estos pagos, se está generando un hartazgo evidente, sintetizable, sesenta años después, en la reedición de aquella frase de Martí Carreto, presidente del Barcelona, cuando le plantearon la ocurrencia de enviar a Di Stéfano dos temporadas para allá, otro bienio para acá. El mandatario a punto de dimitir, acuciado por las presiones ejercidas por el totalitario régimen sobre las cuotas de algodón imprescindibles para su negocio, respondió una frase que los más viejos de mi lugar aún aplican, sin conocer siquiera la génesis: “El pollo, para ustedes” (“Per vostès va el pollastre”).. Así zanjó la opereta el personaje. Ya que resulta imposible negociar lo deportivo en buena lid, ya que impondrán la lógica del martillo, ya que no se avienen a razones, para ustedes, cómanselo, que les aproveche y si lo desean, ningún reparo en mandárselo envuelto en celofán. Y esa sensación indignada no cesa de crecer.

Martí, yo me escudo en el clásico Johnny Guitar. Apenas recordaré el vencer y convencer espetado por Miguel de Unamuno a cuenta de otros episodios, peores por trágicos y realmente trascendentes. Responderé aquello que desean escuchar, ultimado el desmán, y si les deja contentos, para eso estamos. Es sólo futbol y no nos pondremos a berrear como el Dujardin de la foto. Con su pan se lo coman si pretenden que esto es así, si creen en la ceguera ajena ante ley y justicia. Ja, permitan que me carcajee. Aún así, el último diálogo de esta creciente farsa aún queda por escribir.

Lunes, día en el que peor se rinde y trabaja, por razones obvias. Te envío, pues, un cargamento de energía envuelta en afecto.

Little Big Horn, lunes 27 de febrero de 2012