Dani Carvajal

por MIGUEL ANGEL MONTOYA el 18 febrero, 2012 • 6:18

Lateral derecho a la antigua usanza, con vitalidad y recorrido. Primero defiende, luego pasa al ataque. Siempre en alta tensión, conoce la importancia del balón en el desarrollo del juego. Amasado en la antigua Ciudad Deportiva y horneado en La Fábrica de Valdebebas (él fue el canterano elegido para poner su primera piedra). Purasangre cuando juega, defiende con el corazón de los García y ataca con el alma de la Quinta del Buitre.

FICHA TÉCNICA

•   Nombre completo: Daniel Carvajal Ramos
•   Nombre futbolístico: CARVAJAL
•   Fecha de nacimiento: 11/01/1992
•   Nacionalidad: Española
•   Altura: 1’73 m
•   Peso: 71 kg
•   Club: Real Madrid Castilla
•   Campeonato: Segunda División B, Grupo I

PERFIL FUTBOLÍSTICO

• Ámbito físico

Un correcaminos con centro de gravedad bajo, tan duro como una roca y tan veloz como el vuelo de un boomerang, siempre de ida y vuelta por toda la banda. De esfuerzo inagotable, sus pulmones parecen no vaciarse.

Sus capacidades físicas son como el agua para el ser humano, componen casi todo su fútbol. Ágil, vertiginoso, flexible y resistente. Tanto para defender como para atacar bate sus alas a pasos cortos. De frecuencia elevada, cada arrancada es una estampida.

Para sus rivales, Carvajal corre más deprisa que el tiempo. Acecha, cuando ya nadie se lo espera. Usa su cuerpo para alejar al rival de la pelota y su velocidad para desprenderse de su marca.

Del primer minuto al último juega al galope. En ocasiones hasta desbocado, abusa de su físico para solucionar lagunas tácticas o mecanismos técnicos. Una forma entrópica de vivir el fútbol, donde pone su propio orden al caos con la potencia de su tren inferior, en base a su chispa y obstinación.

• Ámbito técnico

Eléctrico en todo momento, diestro en la ejecución. Su juego le describe como un hombre hábil, entendido como aquel futbolista que es útil para el conjunto. Huye de lo fantasioso para ser efectivo. Entrada, conducción, y pase. Defensa, ataque y fútbol.

Sí la base de una buena técnica es la coordinación de los movimientos y el dominio del cuerpo y la pelota, el futbolista natural de Leganés lo tiene todo más fácil. De forma individual, juega el balón con la máxima eficacia en beneficio del equipo.

Como buen defensor que es, todo empieza sin balón. La carga, la entrada, el tackle y la interceptación son un abanico de recursos para Carvajal. Antes de llegar al cuerpo a cuerpo, intuye líneas de pase.

Con balón, lanzadera del juego ofensivo, a través del pase o de la propulsión. Se asocia para crear las condiciones óptimas dónde otros futbolistas, haciendo uso de sus habilidades técnicas, brillen. Conoce las virtudes de una buena conducción, ayuda a progresar por el terreno de juego y aclara el panorama para los desmarques de sus compañeros atrayendo a más rivales. En ataque, de sus cambios de ritmo y dirección emana su capacidad para el dribbling. Sin creatividad pero con un fin, desbordar y acabar la jugada. Centrar, pasar o chutar.

Por su poderío, su energía es el fulgor de su calidad. Suele sortear rivales más por instinto que por sutileza. A veces, parece un cartero yendo y viniendo desde la defensa hasta el ataque.

• Ámbito táctico

Entiende que el balón es el centro del universo dentro del rectángulo de juego. Nunca lo pierde de vista, calcula de dónde viene y mide a dónde va. Su fin no es otro que ser preciso para sumar en la culminación de una buena jugada.

Es un jugador que, por raza y convicción, dentro de un equipo es más la sangre que sus neuronas. Alimenta a sus compañeros y deja que otros decidan qué hacer con el balón. En defensa, apoderándose del balón, decido y obstinado. Y en ataque, con su intensidad y alegría, una lazada más del nudo dentro del estilo de juego.

Con el mundo a sus pies, no quiere equivocarse. Da salida al juego, en corto o en largo, al mediocentro o al extremo, con sus pases ensambla el juego ofensivo. Como los laterales clásicos, ante todo amplitud. Su lugar en el campo cuando su equipo domina es pensar a lo ancho. Su forma de proceder contagia al ritmo de juego. Da igual si se muestra, en apoyos, o se aleja de la pelota, mediante el desmarque, lo que importa es aprovechar los espacios libres.

Su relación con el extremo es vital para latir por la banda. El 2 vs 1 es una de sus jugadas favoritas. Roba, toca e irrumpe. Siempre que tiene la pelota en su poder se suma al ataque.

¿Y cuándo no la tiene? Defiende antes que ataca. Pegajoso en la marca, solidario para el repliegue, vigía de la línea defensiva y espita del pressing, cuando su equipo pierde el balón a sus alrededores. Anula al contrario, siendo su sombra, no concede espacios para pensar a quien le encare. Aunque si puede, prefiere no encontrarse en tal disyuntiva. Su sentido de la anticipación surge de la sagacidad, de no tener miedo a fallar.

Precisamente ese entusiasmo le hace desordenarse tácticamente. A veces, sale de su sitio y es porque el esférico le hipnotiza. Entra en trance, defiende en función del balón y de su rival más cercano, olvida guardar su zona.

Haber:

• Conoce el oficio del defensa lateral. Primero robar el balón al contrario, luego dar amplitud y a la postre atacar. Hacer lo fácil, arriesgar con lo difícil, para marcar diferencias. En las acciones ofensivas, siempre surgir, no estar anclado.
• Criterio en la toma de decisión y participativo en el juego. A pesar de su posición en el campo, su influencia es abismal. Frenético en su forma de jugar, contagia en intensidad al ritmo de su equipo. Elige bien y siempre quiere más.
• Regularidad. Su carácter competitivo y voluntad le hacen tan exigente consigo mismo que siempre cumple, aunque no brille.

Debe:

• Impetuoso. Quiere solucionar todo tan rápido y es tan decidido que en ocasiones cae en el error. En defensa, presiona, le superan, deja espacios a su espalda o le desarbolan con una pared. En ataque, se excede en conducir cuando no es la mejor decisión.
• Más físico que técnico. Es un futbolista que se muestra superior por su plenitud y vigor. Él lo sabe y lo aprovecha, así conquista los duelos. Pero no siempre será así. Sin balón, a veces sale de su sitio porque confía en su velocidad para solventar la situación. Con balón, requiere de más recursos que su cambio de ritmo y el slalom cuando conduce y encara a un adversario.

VALORACIÓN FUTBOLÍSTICA

Daniel Carvajal ya no juega como un canterano; es un futbolista de pleno derecho. Cumpla su sueño o no, jugar en el Santiago Bernabéu, está preparado para asumir los retos de la elite. Por coraje y fuerza interior debería mantenerse de pie ante las dificultades de lograr una oportunidad. Por facultades físicas y eficacia técnica logrará ver la luz.

* Miguel Ángel Montoya es Periodista. En Twitter: @Montini3 En la web: zidanesypavonesfc.blogspot.com

– Fotos: Elisa Estrada (Real Madrid).