El Rally Dakar es una prueba de ultraresistencia en la que los pilotos, si no extreman sus cuidados, pagan un alto peaje físico. Golpes, esguinces, lesiones varias, daños articulares, deshidratación, mal de montaña, golpes de calor… y una pérdida de peso que puede llegar a poner en jaque su rendimiento físico si no cuidan al detalle la alimentación y, sobre todo, la hidratación.
Este año, la carrera -que arranca el próximo sábado, 5 de enero- empezará en Perú y terminará quince días más tarde en Chile, pasando por Argentina. Un total de 8.000 Km durante los que los corredores deberán soportar las condiciones climatológicas más extremas y adversas: temperaturas de hasta 50 ºC en el desierto y, muy probablemente, el mercurio marcará bajo cero cuando asciendan Los Andes hasta una cota récord de 4.975 metros de altitud, donde a causa de la baja disponibilidad de oxígeno sufrirán un mayor cansancio.
En cada una de las etapas los corredores pasarán horas y horas pilotando a máxima velocidad y sin bajar un ápice su nivel de concentración. El desgaste físico (y también mental) es tremendo y el factor nutricional resulta clave para lograr terminar la carrera sin desfallecer.
En su primera participación en el Dakar de 2009, Marc Coma perdió 6 kilos de peso por no alimentarse adecuadamente. Lo mismo le ocurrió a Laia Sanz también en su estreno en el Rally de 2010 que terminó ganando pese realizar las últimas etapas “con muy pocas fuerzas” por haber adelgazado 7 kilos. Sin embargo, la novatada les sirvió a ambos para tomar cartas en el asunto y, en sus posteriores participaciones, mediante una buena estrategia nutricional lograron contrarrestar el elevado gasto calórico y, en consecuencia, la pérdida de peso.
Laia Sanz, vencedora de la carrera femenina en motos de las dos pasadas ediciones, nos cuenta en esta entrevista cómo se nutre durante un Rally Dakar, prueba que volverá a disputar en este 2013 con el objetivo de conseguir el triplete e intentar finalizar entre los 30 primeros de la clasificación general absoluta.
Pregunta.- ¿Cómo lo hacéis para alimentaros encima de la moto y qué coméis?
Laia Sanz.- En el Dakar es complicado. Solemos desayunar entre 3 y 3 y media de la madrugada y debemos comer mucho porque después lo tienes muy difícil y, si al levantarte no comes ni bebes bien, la jornada se hace muy larga y después te pasa factura. Durante el trayecto comemos barritas, frutos secos, fruta…
P.- ¿Aprovecháis los repostajes para comer? ¿La organización os pone comida o es algo que corre de vuestra cuenta?
LS.- Cada uno se espabila como puede y por eso salimos con la chaqueta bien llena de comida. Es obligatorio hacer un repostaje cada doscientos y pico kilómetros. Te hacen poner gasolina en alguno de los camiones y te obligan a parar 15 minutos. Es un rato que aprovechas para comer todo lo que puedes, descansar un poco y rellenar de agua el ‘camelback’. El agua sí nos la pone la organización. Es muy importante disponer de ella y tener siempre el ‘camelback’ lleno. (La bolsa ‘camelback‘ tiene una capacidad de 2,5 litros)
P.- A propósito del agua, Jaume Palau, preparador físico de Nani Roma, me decía que bajo su punto de vista en el Rally Dakar lo más importante es la hidratación y que las necesidades de líquido para un motociclista (agua, bebidas isotónicas, suero oral…) están entre 6 y 8 litros por etapa: “Hidratarse, hidratarse e hidratarse. Esto es lo principal”, asegura. Si no se ingiere el líquido suficiente existe un alto riesgo de deshidratación que, en menor grado, puede desencadenar calambres y contracturas y, en casos severos, provocar merma de reflejos, desorientación, pérdida de conciencia, delirios y hasta poner en riesgo la propia vida. ¿Te ha ocurrido algo similar en tus dos participaciones en el Rally Dakar?
LS.- Beber es superimportante. En la moto no podemos beber tanto (como en los coches) porque solo llevamos 2 litros en el ‘camelback’ y al cabo de una hora ya te los has fundido. Además, el agua está ya muy caliente y en la moto el problema es que no tienes posibilidad de llevar más agua. La primera vez que corrí el Dakar no sabía muy bien cómo iba la cosa y lo pagué; ahora ya he cogido algo de experiencia… Un día, durante una jornada muy larga, estuve muchísimo rato sin beber y llegué muy justa al final de etapa. Por añadidura, al día siguiente desde el primer kilómetro sufrí unos calambres increíbles en los brazos y trabajo me costó terminar los dos últimos días de carrera. [NdA: Laia sufrió las consecuencias de una deshidratación].
P.- Como has dicho, las etapas empiezan muy pronto y tenéis que desayunar a las 3 y media de la madrugada ¿Qué desayunáis a esa hora tan temprana para obtener la suficiente energía? ¿Cambiáis el desayuno según las características de la etapa: duración, dureza, condiciones climatológicas etc.?
LS.- Cuesta mucho desayunar tan pronto. No tienes hambre y lo único que deseas es seguir durmiendo, pero aunque cueste me fuerzo a comer porque si no después a mitad de la etapa lo pasas mal. Intento comer mucho y de todo un poco. En el vivac hay pasta a todas horas y como pasta, fruta… Me preparo también bocadillos de jamón cocido para llevármelos en la chaqueta porque a veces, desde que desayuno hasta que empieza la etapa pueden pasar 4 o 5 horas, y así vuelvo a comer algo justo antes de salir. Si tienes por delante una etapa en la que sabes que vas a estar doce horas en la moto intentas comer un poco más que si solo vas a estar seis o siete.
P.- ¿Utilizáis algún tipo de suplementación tipo cafeína, vitaminas, antioxidantes… que os ayude un poco a no sufrir tanto desgaste?
LS.- Tomo vitaminas, pero no tomo cafeína porque puede provocar deshidratación. Lo que sí tomo es mucho té que llevo en el ‘camelback‘. Lo suyo es intentar comer muy bien y beber mucho y al final de día seguir hidratándose. Al final, eso (comer y beber) es lo más importante.
P.- Marc Coma -ganador de tres ediciones del Rally Dakar- explica que en su primera participación adelgazó 6 kilos por no alimentarse adecuadamente, pero en cambio -con la lección aprendida- el año pasado ya solo perdió un kilo. ¿Tú también adelgazaste en las dos ediciones que has participado?
LS.- Sí, sí, me pasó exactamente igual que a él. Yo solo he participado dos veces, pero el primer año me pasó lo mismo: adelgacé 6 o 7 kilos en el transcurso de la carrera y llegué a casa con muy mala cara. El año pasado ya no me sucedió y adelgacé, pero lo normal: 1 o 2 kilos, pero a base de comer de forma desmesurada. Comí muchísimo y noté mucha diferencia. El hecho de controlar la comida e hidratarme bien me ayudo muchísimo y evité que me pasara la factura de la primera edición, durante la cual realmente comí poco y también me deshidraté. El año pasado comí mucho y salía tan cargada del vivac que casi no me podía mover, pero al final del día agradeces haber llevado la chaqueta repleta de alimentos e ir comiendo durante el trayecto.
P.- ¿Tenéis que recurrir a la ingesta de antiinflamatorios? Tengo entendido que las vibraciones a las que estáis sometidos durante tantas horas encima de la moto os causan inflamación y dolor en las articulaciones.
LS.- Siempre suelo llevarlos en la mochila por si acaso se sufre alguna caída o surge algún dolor. El año pasado me caí el cuarto día de carrera y sufrí una fisura en la muñeca que me obligó a tomar antiinflamatorios a diario hasta el final de la carrera.
Laia Sanz, (11/12/1985 Corbera de Llobregat, Barcelona)
12 veces campeona del mundo de Trial
Campeona del mundo de Enduro (2012)
10 veces campeona de Europa de Trial
6 veces campeona en el Trial de las Naciones.
Dos veces vencedora femenina Rally Dakar (2010 y 2011)
Loles Vives en nutricionista y atleta.
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