"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Nadie podrá negar que Isco es un futbolista diferente. Y es distinto porque hace cosas que los demás no hacen, generalmente por falta de capacidad para hacerlo. Isco es talento; es un jugador superlativo.
Isco no es mediapunta, ni mediocentro, ni interior, ni nada. Isco es jugador de fútbol, en el concepto más global de la palabra. No juega oprimido en posiciones rígidas, solo se dedica a jugar. ¿Qué espacios ocupa Isco? Los espacios libres más aprovechables, independientemente de si estos se encuentran o no cerca de su teórica zona de influencia, que es aquella en la que su equipo necesita ayuda para salir favorablemente de esa situación de juego: en la salida de balón apoya y ayuda en su propio campo para crear superioridad y poder sacar el balón limpio, ofreciédose más por la parte izquierda del carril central; en zona de creación, una vez superado el mediocampo, se mueve junto al balón, siendo una continua línea de pase. Sus movimientos son cercanos a la zona del balón, para poder influir continuamente en el juego.
Hace abundantes conducciones de balón, lo que nos puede llevar a la conclusión de que es un jugador individualista. Pero estaríamos equivocados. Isco es sinónimo de altruismo. Todo lo que hace, todos sus comportamientos, están dirigidos a la ayuda a sus compañeros. Óscar Cano lo definió en un artículo en su blog personal como “manipulador de contextos que ha transformado a todos cuantos le rodean”. ¿Se os ocurre una mejor definición? Isco hace mejores a sus compañeros, ya que les proporciona contextos favorables donde pueden actuar con más facilidad, y por tanto con mayor posibilidad de éxito. Y a menudo para conseguir esos contextos satisfactorios para sus compañeros es necesaria una conducción previa.
Es un futbolista que necesita ver el fútbol de cara y con una gran cantidad de compañeros con los que asociarse por delante: de hecho, la gran mayoría de sus pases son hacia delante. Por tanto, no tiene grandes porcentajes de acierto en el pase por la complejidad de estos. Isco tiene una capacidad asociativa cualitativa, más que cuantitativa: no da gran cantidad de pases, pero los que da proporcionan una ventaja posicional a su compañero. Genera mejores contextos a los suyos. Necesita ver el fútbol de cara, y para conseguirlo tiene 3 grandes virtudes:
Lo realmente brillante y admirable de Isco es su conducción y lo que crea a partir de ella. Cuando ve el juego de cara, la primera opción que tiene siempre es la progresión en el juego mediante su propia conducción. El fútbol es un deporte en el que el balón capta muchísima atención, los defensores se mueven en función del balón para tapar las posibles zonas de penetración, o recuperarlo. El balón actúa en el juego como un imán que atrae oponentes. Por tanto ,conducciones de 20 metros como las que habitualmente hace Isco, juntan a muchos rivales cerca de él y generan muchos hombres libres. Esto Isco lo sabe perfectamente. La mayor herramienta que posee para generar contextos favorables a sus compañeros es la conducción. Conduce hacia el espacio libre hasta que atrae rivales, haciendo que sus compañeros dispongan de espacio y tiempo para actuar y decidir, y en ese momento suelta. Atraer y soltar. ¿Por conducir es individualista? No, es altruista mediante la conducción.
Además supera rivales como si de conos se tratase, con una facilidad insultante. Una de las máximas para robar el balón es hacer entrada cuando el rival ha perdido el control del esférico. Pues es esto de lo que Isco más se aprovecha. Cuando parece que ha perdido el control del balón, él lo tiene todo bajo control. Cuando su pie y el balón se distancian mucho es cuando los defensores aprovechan para hacer la entrada, y en ese momento (el último) Isco cambia la dirección del balón y supera a su par o, en su defecto, provoca una falta.
Isco entiende el balón como una propiedad privada, privada a los rivales, del que solo él y su equipo pueden disfrutar. Lo protege como si se tratase del más valioso de los tesoros. Se coloca entre el esférico y el rival distanciando el balón de su opositor. En Valencia se le acusó de culón, pero ese aparente defecto lo convierte en virtud, ayudándose de él para proteger su particular tesoro.
Isco es un futbolista cuya mayor virtud es el talento, y lo pone al servicio del colectivo. Utiliza sus fantásticas condiciones para que sus compañeros puedan jugar en mejores situaciones. Isco es un manipulador de contextos. Isco es altruismo.
* Enric Soriano.
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– Foto: EFE
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