"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
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108 años de historia, 2 Intercontinentales, 7 Libertadores de América, 3 Interamericanas, 2 Supercopas, 1 Recopa y 1 Copa Sudamericana están en peligro de pertenecer a un club que descienda de categoría por primera vez en su historia.
Independiente de Avellaneda, el Rojo, está en serio peligro de descender a la B (Segunda División del fútbol argentino) cuando concluya el Torneo Final, que comenzará ya en 2013. La grandeza de la institución es imposible explicarla con palabras y su situación actual merece un análisis a fondo.
En Argentina se desciende por el promedio de los últimos tres años y a una jornada del final del Campeonato inicial, el Rojo descendería con un promedio de 1.129 junto a Unión y Quilmes, todavía con peor promedio.
Independiente es actualmente antepenúltimo de la tabla en el vigente Torneo Inicial y recibe el sábado a Colón en la última jornada. Todavía le restará un partido, aplazado en su día ante Tigre, y que ya se jugará en 2013 al estar Tigre disputando la final de la Copa Sudamericana ante Sao Paulo.
La situación es dramática. Aunque gane los dos partidos que le restan, llegando a los 21 puntos, en el siguiente Torneo debería sumar al menos 35, lo que supone prácticamente números de campeón (Vélez, campeón del Inicial a una jornada del final, tiene 38) para un equipo en una grave crisis institucional, económica y deportiva. Además, necesitará que sus rivales directos, Unión, actual colista y casi sentenciado, San Martín, Quilmes e incluso San Lorenzo, también implicado, no realicen un buen Torneo Final.
Su presidente, Javier Cantero, que es uno de los dirigentes que más está luchando contra las barras bravas en el fútbol argentino, también es consciente de la gravedad deportiva del club y todavía mantiene la esperanza.
Esta semana ha declarado su apoyo al técnico campeón del mundo como jugador en el 78, el Tolo Gallego, y ya habla de posibles refuerzos. Incluso han salido a la palestra dos históricos del club como Diego Forlán y el Kun Agüero, pero ahora mismo es una utopía pensar en un posible regreso de ambos.
Independiente tiene una deuda que ronda los 320 millones de pesos (50 millones de euros, aproximadamente) y los ingresos de la televisión ya los gastó por adelantado. Esta información se puede leer en la web del periodista argentino Rodolfo Chisleanchi.
Independiente recibe a Colón el sábado. Si gana y River hace lo mismo el domingo ante San Martín, rival directo por eludir el descenso, el Rojo terminaría el año fuera del descenso (el aplazado ante Tigre será ya en 2013). Lleva seis jornadas sin ganar y los hinchas se han presentado esta semana en los entrenamientos para increpar a técnico y jugadores creando un ambiente irrespirable.
Ante San Lorenzo, en el último partido, incluso se adelantó por medio de Osmar Ferreyra, para terminar perdiendo 2-1 en el Nuevo Gasómetro. Los Morel, Vargas, Villafáñez, Battión, Fredes y Farías, entre otros, andan angustiados y con una responsabilidad terrible. Es muy injusto que todo lo que no funciona en Independiente recaiga ahora mismo sobre ellos, pero así está la situación.
Con un análisis neutro es difícil pensar en la salvación del equipo. Emulando a un conocido anuncio de una multinacional de refrescos hace unos años: para el Bocha, para Bertoni, para Burruchaga, para Sastre, para Mircoli, para el Palomo Usuriaga, para Maglioni, para Cagna, para Rambert, para Gustavo López, para Forlán, para el Kun, para Clausen, para el Cuchu, para Alzamendi, para Trossero, para Giusti, para Islas, para Garnero, para Acuña… y para tantos otros de su historia: ¡AGUANTE EL ROJO!
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: InfiernoRojo.com
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