Son muchos los equipos que juegan con tres defensas centrales en la Serie A: Nápoles, Palermo, Inter de Milán, Fiorentina, Siena y Udinese suelen salir de inicio con este planteamiento. Pero es la Juventus la que ha logrado rentabilizar este esquema (3-5-2) con mayor éxito y revitalizar un nuevo estilo de fútbol muy difícil de ver fuera de Italia.
La Vecchia Signora tenía muchas incógnitas y estrenos la temporada pasada. Antonio Conte, leyenda viva del club, se hacía cargo de un equipo que venía de realizar una muy decepcionante campaña. Para ello, un nuevo escenario, el Juventus Stadium, con capacidad para 41.000 espectadores y primer estadio del Calcio en propiedad de un club, y además una nueva estrella: Andrea Pirlo se incorporaba al conjunto bianconero procedente del Milán.
Al final, 38 jornadas después, la Juventus era campeona; conquistaba su 28º scudetto (9 años después del último) y sobre todo llevaba a la perfección el esquema táctico de los tres centrales, tan usado en Italia, que hacía que el conjunto de Turín terminara la liga invicto. Del Piero decía adiós con lágrimas en los ojos y un envidiable palmarés en su vitrina. Una nueva Juventus había nacido.
La forma de juego del equipo turinés es digna de análisis. La Juve tiene mucha paciencia con el balón en los pies, no arriesga muchos pases y juega al compás de la dupla que forman Pirlo y Marchisio. En defensa se posicionan tácticamente muy ordenados y esperan el robo del balón para contraatacar a velocidad de vértigo por cualquiera de los dos carriles. Si en defensa podemos hablar de un ordenado 5-3-2, en ataque la versatilidad de la Juventus puede convertirse desde un 3-3-3-1 para sacar el balón hasta un 3-1-4-2 en ataque estático, todo ello muy trabajado por el técnico juventino.
Para ello, Conte le ha dado la total confianza a sus tres centrales: Barzagli, Bonucci y Chiellini constituyen el muro de este equipo y se entienden a la perfección. Tanto que Prandelli tiene a los tres como fijos en sus convocatorias con la azzurra. Todos ellos son muy duros en el corte y buenos en el juego aéreo. Chiellini es el central zurdo, Barzagli el diestro y Bonucci el zaguero central. Lejos de ser ineficientes para sacar el balón jugado, tienen el esquema táctico tan bien trabajado que hacen el campo grande y logran que Pirlo tenga el espacio deseado para poder crear.
Bajo palo, Buffon, algo cascado pero un portero de garantía.
Andrea Pirlo es capaz él solo de hacer jugar bien a un equipo. Así lo ha demostrado allí donde ha ido. Podríamos resumir el esquema táctico de la Juventus como un Pirlo-sistema: él se encarga de sacar el balón jugado y de organizar el juego, maneja los ritmos del partido, mantiene el equilibrio en el centro del campo y es el máximo asistente del equipo. Además es el jefe a balón parado, ya que tiene un talento innato para ello. Antonio Conte encontró en Pirlo al jugador clave para esta Juventus.
Una defensa de tres es eficiente si los carrileros realizan un buen trabajo. Defienden como laterales formando una defensa de 5 y atacan como extremos llegando a línea de fondo. Son los jugadores que dotan de personalidad y versatilidad al equipo y que lo hacen jugar de un modo característico, ya que en función de su posición varía el esquema táctico del equipo.
Además Conte los tiene de todos los colores y los utiliza según el rival al que se enfrentan. Zurdos de corte ofensivo como Giaccherini o defensivo como De Ceglie y diestros de corte defensivo como Lichsteiner o Cáceres y atacantes como Isla, S. Pepe o K. Asamoah.
Podríamos hablar de falsos trequartistas, porque esta posición está casi extinguida en la Serie A. Los bianconeri juegan con dos interiores con tendencia a ocupar esa zona. Son los escuderos de Pirlo en defensa posicional y los encargados de llevar el balón desde el regista hasta los delanteros. Marchisio y Vidal son los más habituales en el once de la Vecchia Signora. Ambos pisan mucho el área rival y tienen altas cifras goleadoras. Marchisio tiene más talento para el juego asociativo y Vidal es un prodigio físico con buen disparo. Se complementan a la perfección y tienen un gran despliegue físico.
Si a alguien le extrañó la llegada de Bendtner a Turín, que se pregunte a quién quería Conte como goleador. No es muy difícil, pero lo cierto es que sin la llegada de Fernando Llorente no está muy claro quién es el delantero titular. Además, la llegada de Giovinco ha hecho variar un poco los esquemas respeto a la campaña pasada. La formica atomica incorpora una nueva variante al ser un delantero veloz y de movilidad que juega de segunda punta. A su lado, de momento, el montenegrino y técnico Vucinic es el titular por encima del tanque Matri y el incombustible Quagliarella. Muchos nombres para un solo puesto.
La intención de Antonio Conte es la de jugar con un delantero que fije a los centrales y otro que se asocie entre líneas con los carrileros e interiores que se incorporan desde atrás. Normalmente lo consiguen y es por ahí por donde viene el peligro de este conjunto.
Aún es pronto para saber si este estilo de juego será capaz de hacerse fuerte en competiciones europeas. De momento, la Juventus lleva 3 empates en 3 partidos en la Champions y continua con una racha de empates en Europa que ya suma 9 partidos consecutivos. Calidad y experiencia no les falta, pero para conquistar la orejona hace falta más que eso y bien lo sabe Antonio Conte, campeón de Europa con la Vecchia Signora en el 96.
* Marc Pons es periodista.
– Fotos: EFE – La Presse – Reuters
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