"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Liga BBVA 2012-2013 / Análisis / Fútbol
1.- Anunciábamos en la previa que, si Messi corregía las pérdidas de baja calidad en el centro del campo, tenía todos los números para ser el MVP del partido una vez recuperado su mejor nivel. Y vaya si lo ha sido.
2.- No obstante, hasta el minuto 30 no pesa verdaderamente en el juego. Atosigado como su equipo por la intensa presión madridista, comandada por un estelar Pepe, como siempre que no ve amenazada su espalda. Tito lo resume de maravilla: “Leo intenta moverse en el espacio en el que puede recibir el balón. Ya no le dejan recibir tan arriba. Eso provoca que arrastre a los centrales y que cree más espacios. Es un jugador inteligente, aparte de ser muy bueno“.
3.- Sin embargo, ello no es rentable dado el desacierto de Fàbregas (quien debía aprovechar esos espacios) y la sensación, confirmada en el segundo acto, de que con Alexis en su lugar sí hubiera podido recibir en zonas más avanzadas. Aún así, nada se puede reprochar a Messi, ya que ayuda a tratar de controlar el juego y no tiene pérdidas comprometedoras. Pero Pepe evita que sea decisivo: siendo el último obstáculo antes del pase definitivo e incluso evitando en una ocasión que reciba en el área pequeña a pase de Pedro.
4.- Paradójicamente, es el portugués quien regala el primer gol. Y es que dejar que Messi cace un balón en el área pequeña es regalar un gol. Tanto del argentino, confirmación del inicio del dominio culé.
5.- Hasta el fin del primer acto, Leo confirma su acierto en el juego colectivo, el cual prioriza en todo momento. Elige bien cuándo dar pausa y cuándo acelerar. Sin embargo, Pepe, quien no se viene abajo, sigue sin dejarle acabar de ser decisivo.
6.- Ya comenzado el segundo tiempo, una jugada del propio Leo explica por sí misma todas las precauciones tácticas que ha adoptado, en mayor o en menor medida, Mourinho desde que dirige al Real Madrid al enfrentarse al Barça.
7.- Es lo que aterra a Jose (y a cualquiera): Leo con espacios. Eslálom desde su propio campo, escorado a la derecha como años atrás ante el Getafe, superando a cuantos salen a su paso, para acabar asistiendo a Cesc en el segundo palo. Solo una pierna milagrosa de Arbeloa evita la culminación de esta obra de arte.
8.- Pero si no puede ser en jugada, pues será de falta directa. Su golazo a Casillas confirma de manera definitiva que el argentino ya es también es un especialista en esta faceta. Nuevamente, Vilanova define a la perfección: “Sigue siendo joven. No sabemos dónde están sus límites. Tendríais que ver cómo entrena, cómo compite, las ganas que tiene de ser cada día mejor”.
9.- Cinco minutos más tarde, y a raíz de la evolución del juego tras el empate del Madrid, Leo y el Barça (una vez más al unísono) encuentran su mejor versión. Ya desatado el rosarino, está a punto de marcar tras una excepcional jugada individual en la que eleva demasiado el balón después de haber superado a tres contrarios y haber tirado una pared con Jordi Alba. Sin ninguna ocasión más, pero con gran presencia en el juego colectivo y con peligrosas asistencias (alguna de ellas defectuosa, eso sí) concluye el partido pensando que ojalá Alexis hubiera entrado antes del minuto 60.
y 10.- Fin del partido, justo resultado de un partido que Messi nivela y en el que a punto está de inclinar la balanza hacia el lado contrario. Ahora vienen las comparaciones, siempre odiosas en un deporte colectivo como el fútbol. Sin embargo, si quieren hacer comparaciones razonables con este chico sin quedar retratados deben hacerlo con fases del juego. Por ejemplo, “Cristiano Ronaldo ha tenido el mismo acierto rematador que Messi” u “Özil ha sido igual de trascendente en la generación de ocasiones que Messi”. Y es que, habiendo vuelto ya definitivamente a ser quien es, no hay nadie que globalmente se le acerque.
* Rafael León Alemany.
– Fotos: Miguel Ruiz (FC Barcelona) – Alejandro García (EFE)
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