El Athletic precipitado

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El Athletic precipitado

por FRAN MORENO el 20 septiembre, 2012 • 23:27

1.- ¿Por qué tanta precipitación, prisas, vértigo? Llegar a este desconcierto le ha costado el empate al Athletic. Nunca ha tenido la frescura mental y la capacidad para superar los obstáculos que se le han presentado.

2.- Frescura mental, cognitiva o como ustedes quieran llamarlo. Un factor clave en el juego y que los futbolistas de Bielsa no tienen. En este inicio de temporada las desconexiones, el no poder hacer daño al rival, han llevado al conjunto rojiblanco a un nivel mayúsculo de errores no forzados provocados por una ausencia de frescura mental.

3.- Este Athletic es vulnerable en el comienzo de temporada, pero no por falta de condición física. Llevan ya dos meses y medio de entrenamientos, de piernas van sobrados. Todo viene porque la cabeza no lee, ni interpreta las diferentes situaciones de los encuentros. ¿A qué se debe esta falta de frescura? Me parece prematuro pensar que los acontecimientos del verano pesen tanto en la mentalidad del colectivo.

4.- Esta noche ha sido una desesperación que se ha ido apoderando con el paso de los minutos. El Hapoel Kiryat Shmona ha puesto un muro como hizo ayer el Spartak en el Camp Nou. Han disparado dos veces. Incluso el gol ha sido de rebote. Era aguantar atrás y aprovechar las mínimas opciones arriba. El resultado obtenido ha sido muy positivo.

5.- Un gol tempranero en contra ha sido más montaña mental a superar. La fase ofensiva rojiblanca ha estado llena de fallos en tomas de decisiones fáciles.

6.- Oscuro Muniain que no ha estado en el choque. Demasiado individualista, lento en la circulación, se juntaba mucho al poseedor del esférico por lo que facilitaba la defensa del equipo israelí. El codazo que ha recibido de Gazal le ha sacado aún más del choque.

7.- Escasa aportación de la banda izquierda. Es cierto que el gol viene provocado por una conducción y centro de Isma López, pero durante el transcurso de la primera parte no han dado la profundidad suficiente para abrir a la defensa israelita. Castillo apenas se ha desdoblado en fase ofensiva por lo que nunca conseguían forzar la superioridad para desmenuzar el entramado defensivo.

8.- La entrada de Llorente ha vuelto más directo al Athletic. A partir de ahí, el poseedor del esférico buscaba siempre a Llorente aunque este no tuviera ventaja. Athletic más directo, precipitado. Consecuencia, equipo largo, muy separado, muy pocas veces se gana la segunda jugada por lo que el esfuerzo de recuperación cada vez es mayor y la frescura, menor.

9.- Nadie estiraba la lona por fuera. Tener el balón y buscar a Llorente que estaba hasta con 4 y 5 defensores. Falta de horizontalidad para balancear y juntar contrarios en una zona y atacar la contraria. Todo era balón directo y que Llorente pudiera resolver. Una cuesta que con ese juego no se iba a poder superar.

10.- Los acontecimientos del choque han superado a Iturraspe, que nunca ha ejercido de jefe en el centro del campo. La pausa que intentaba dar la rompían Muniain, De Marcos o Iraola con excesiva precipitación.

11.- Intentar vivir de Llorente no es la apuesta que hizo el año pasado el Athletic. Hoy han intentado buscar esta vía como emergencia, sin demasiada eficacia. Habrá días que Llorente resolverá, en la mayoría el colectivo lo debe hacer.

12.- Los acontecimientos que llevaba el partido hna hecho que los jugadores rojiblancos tomasen esta vía. La única vía para mantener la competitividad del año pasada es la receta que el equipo fabricó partido a partido. No hay otra fórmula para seguir compitiendo y creciendo. Por competir me refiero a continuar con el juego propuesto y madurar con respecto a esa base. Abstenerse de ir a la comparación fácil, simple y resultadista que tanto daño hace como es querer llegar a lo del año pasado. Para llegar a eso, la receta es el seguir compitiendo como el anterior curso.

y 13.- Vuelvo a insistir en el punto inicial. La frescura mental decide que los partidos sean tuyos, te guía hacia ellos. Por eso los jugadores rojiblancos deben volver a tener la cabeza fría y paciente. No encuentro otra razón para justificar la ausencia de juego en algunos momentos del partido.