"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
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Tras los partidos de clasificación de estos días en el grupo sudamericano para el Mundial de Brasil 2014, la igualdad es máxima. Entre el primero, Argentina, y el sexto, Venezuela (con un partido más), sólo hay tres puntos de diferencia. Perú es octava a seis de Argentina y ya están más descolgadas Paraguay y Bolivia, sólo con cuatro puntos. Hay que recordar que las cuatro primeras se clasifican directamente, mientras que el quinto jugará una repesca (Brasil no participa al estar clasificada como anfitrión del torneo).
El camino es larguísimo y aún queda mucho por recorrer, pero hay tres selecciones que merecen un análisis, cada una por unos motivos concretos. Son Argentina, Colombia y Uruguay.
EN BUSCA DE LA SOLIDEZ
La albiceleste, de la mano de Alejandro Sabella, está en busca de la solidez perdida. El fútbol argentino en los últimos 10 años no ha dejado de generar talento arriba, en cuanto a los delanteros se refiere, pero las carencias defensivas y de creación en mediocampo se han ido acrecentando cada vez más. Sabella lo sabe, es muy consciente, y su diseño de cada once va encaminado a la búsqueda de un sistema defensivo fuerte, un medio campo de trabajo en líneas generales, para poder ser un equipo directo y vertical en el que Messi campe a sus anchas con libertad absoluta en campo contrario.
No es la primera vez que Argentina hace algo parecido en su historia. Carlos Salvador Bilardo tuvo una idea similar en 1986. El Doctor diseñó un equipo en el que había buenos futbolistas, sin duda, pero que sobre todo giraba en torno a la idea de ser un bloque sólido defensivamente hablando para que Maradona diera rienda suelta a su exuberante talento ofensivo. A Bilardo le funcionó, a Sabella está por ver.
El partido ante Perú en Lima ha dejado dudas sobre esa solidez aunque hasta entonces el equipo había asimilado bien las ideas apuntadas. En defensa sacrifica cualquier tipo de profundidad por la derecha con Hugo Campagnaro. Él es central por la derecha en el 3-4-1-2 de Mazarri y con Argentina, lateral en una defensa de cuatro. Los centrales son Garay y Federico Fernández, al que tuvo en Estudiantes. El lateral izquierdo presenta dudas: Rojo hizo un partido flojo ante Perú y quizá con el tiempo Sánchez Miño, de Boca, pueda tener un hueco ahí.
GAGO, CLAVE PARA SABELLA
Sabella declaró recientemente que quiere que Gago tenga mucha participación con la pelota (ante Perú se lesionó con un golpe en la cabeza). Ahora mismo Fernando Gago es el eje de Argentina en mediocampo. Mascherano había estado sancionado y aunque ante Perú Sabella optó de inicio por Gago y Mascherano, suele poner a uno de los dos con un medio de corte defensivo como Rodrigo Braña.
VELOCIDAD Y VERTICALIDAD ARRIBA
En ataque, Di María y Lavezzi son dos puñales. En vertical, desbordando y finalizando muchas veces ellos mismos. Messi puede campar a sus anchas. Ante Paraguay estuvo bien a secas, pese a su golazo de falta, y ante Perú no se le vio. Arriba, el Pipa Higuaín es el delantero de confianza ahora mismo y responde con goles.
Argentina lidera el grupo de clasificación y quizá esté en el Mundial sin muchos apuros, pero el equipo está muy descompensado entre la zona defensiva y la ofensiva, el mediocampo no tiene el peso deseado y la defensa tiene lagunas. Me convence a medias para la clasificación. Para el Mundial, todavía no.
De Colombia escribía el otro día contando la gran victoria ante Uruguay en Barranquilla. La segunda parte que realizó ante Chile en Santiago supera aún lo realizado tres días antes.
BIEN PEKERMAN
Es cierto que a Chile le lastró la expulsión de Gary Medel en la primera parte, pero la reacción de Pekerman en el descanso fue impecable. Dio entrada a Cuadrado en lugar del central Yepes y le colocó en la banda derecha por delante de Zúñiga. Colombia tuvo amplitud con él y Armero en la otra banda.
En el comienzo del segundo acto se notaba la precipitación, el exceso de ímpetu. Poco a poco, Colombia comenzó a gobernar el partido y llegaron las ocasiones. Un segundo golpe de mano de Pekerman fue dar entrada a Aldo Ramírez, mediocentro de perfil defensivo, pero que salía fresco, para ganar la zona ancha, sacrficando a un disperso McNelly Torres. Chile comenzó a sufrir una barbaridad por dentro, mientras Borghi intentaba que su selección fuera cada vez más directa con la entrada del punta Junior Fernandes.
JUGADORES DE JERARQUÍA
En ese momento comenzaron a crecer los dos jugadores diferenciales de Colombia como son James Rodríguez, soberbio, y Radamel Falcao, en su línea habitual.
UNA DUDA
Las dos victorias cafeteras le colocan muy bien de cara al grupo. Sólo tengo una duda: cómo encajará Freddy Guarín en esta selección cuando esté recuperado. Guarín rinde bien cerca de la derecha y puede jugar de mediocentro, pero su juego es más directo, más en largo, y Colombia ha funcionado bien con medios de otras características.
Óscar Washington Tabárez está en problemas. Uruguay ha perdido con estrépito en Barranquilla ante Colombia y ha empatado con más pena que gloria ante Ecuador en Montevideo. Su posición en el grupo es buena, cuarto a dos puntos de Argentina, pero sus sensaciones no tanto.
SIN LAS VIEJAS VIRTUDES, CON LOS VIEJOS DEFECTOS
Uruguay es ahora mismo cuarta del mundo y campeona de América. Ha sido capaz de suplir el déficit de creación que tiene en mediocampo con Arévalo Ríos y el Ruso Pérez, siendo una selección muy sólida atrás y con un Forlán que se ha multiplicado para conectar con los de arriba. Es decir, seriedad, oficio y pegada, pero esas tres virtudes han desaparecido por completo en los dos últimos encuentros.
Ante Colombia optó por tres centrales en el fondo, Victorino, Lugano y Godín, dos carrileros largos, los dos medios defensivos, aunque Arévalo Ríos sabe hacer cosas con la pelota en los pies y fue clave en la pasada Copa América, y Forlán detrás de Cavani (Luis Suárez estaba sancionado). Uruguay fue un conjunto plano, frágil y lento en defensa y sin mordiente arriba.
DUDAS PARA EL FUTURO
Ante Ecuador en casa, Tabárez optó por un defensa menos, cerrando con M. Pereira, Lugano, Godín y Palito Pereira (bastante flojo en ambos partidos), Arévalo y el Ruso, con G. Ramírez, Forlán, Cavani y Luis Suárez, pero no encontró equilibrio. En el descanso, vuelta de tuerca cambiando los dos mediocentros y dando entrada a Gargano y Álvaro González. El equipo levantó algo el vuelo, empató, pero estuvo lejos de convencer ante una buena selección ecuatoriana.
Uruguay tiene pegada; le debería bastar para estar en el Mundial pero hay problemas nuevos y antiguos que amenazan claramente el futuro.
* Alberto López Frau es periodista. En Twitter: @Albercampeontv
– Fotos: AFP – AP
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