"Se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose al enemigo". Sun Tzu
Fútbol 2011-2012 / Eurocopa 2012 / Selecciones
1.- Cuando un equipo cuenta con un jugador de clase mundial capaz de decidir partidos, el rival suele tratar de reducir su influencia con un marcaje al hombre, lo más pegajoso posible cada vez que recibe el balón una vez atravesada la línea de campo propio. Esa fue la idea de Slaven Bilić, que quiso mermar la función de creador de juego de Andrea Pirlo, al que consideró no sin razón el futbolista más peligroso de Italia. Pero por desgracia para los croatas y para alegría del fútbol, no ha podido incordiarlo a balón parado. El golazo del juventino hacía justicia a una primera parte con dominio alterno pero en la que Italia creó muchas más ocasiones de peligro que los balcánicos.
2.- Los dos equipos confiaron en los mismos jugadores que comenzaron los partidos en la primera jornada, haciendo caso a la ley no escrita que afirma que si algo funciona, mejor no tocarlo. Aunque el único punto con el que cuenta Italia puede hacer pensar que no consiguió ofrecer su mejor versión, lo cierto es que la primera parte del choque contra España la azzurra dominó al equipo español y gozó de numerosas ocasiones de gol. Por su parte, Croacia ganó con comodidad a Irlanda y no había motivos para dudar de los futbolistas que lo consiguieron.
3.- Antes del gol, Croacia estaba controlando la situación. No sólo intentaba y conseguía hacer desaparecer a Pirlo, sino que Bilić también mandó molestar a Claudio Marchisio. El turinés tiene mucho menos nombre que su compañero de equipo, pero tanto la Juventus en la Serie A como Italia en este Europeo dependen en gran parte de la movilidad y capacidad asociativa de Marchisio. Cuando aparecía, congeniaba con inteligencia y precisión con los dos hombres de arriba, además de incrustarse en la delantera para aprovechar los espacios que dejaban los movimientos de Balotelli y Cassano, que caían continuamente a las bandas.
4.- El trabajo en el centro del campo de Croacia fue notable. A pesar de conceder demasiadas oportunidades de gol a Italia siempre que Pirlo y/o Marchisio conseguían escabullirse de la presión, los cuatro hombres que ocupaban la medular tuvieron el dominio del balón y rondaron a menudo el marco defendido por Gianluigi Buffon, aunque sin crear excesivo peligro, debido principalmente al buen repliegue italiano, que juntaba ocho jugadores de campo en apenas 20 metros, y al desgaste de los jugadores que debían ser los directores y ejecutores del ataque croata, como Perišić, Rakitić y Mandžukić, dedicados, quizá en demasía, a labores de presión.
5.- Su enorme trabajo obligó a Italia durante muchos minutos a buscar a Balotelli con balones largos, llovidos desde lejos, para que el citizen los bajara al césped y se buscase la vida con la calidad que a pesar de estar solo lo convierte en peligroso. Tuvo tres ocasiones bastante claras sacadas prácticamente de la nada, dando la razón a Prandelli por volver a alinearlo. Aun así, a los italianos les costaba un infierno crear jugadas asociativas para llegar a la portería de Pletikosa, y sólo lo conseguían a ráfagas inconstantes pero suficientes para que Croacia no se atreviera a ir con más intensidad al ataque.
6.- Uno de los grandes logros que tuvo España en el partido contra Italia fue el de empatar de forma prácticamente inmediata el gol de Di Natale, evitando que los azzurri se dedicaran a jugar al fútbol que más gusta en el país transalpino: mantener juntas las líneas, cerrar los espacios para evitar el peligro rival y buscar el contragolpe para cerrar el partido. Ciertamente daba la impresión de que Italia estaba logrando su objetivo, porque Croacia no conseguía ni acercarse a Buffon, mientras que Balotelli podía enganchar en cualquier momento un buen balón.
7.- Pero un único error de Giorgio Chiellini cambió el devenir del partido. El bastión defensivo de Italia no dio el paso atrás necesario para llegar al centro de Strinić y el balón cayó a los pies de Mandžukić, que no se puso nervioso para bajarlo y fusilar a Buffon por el primer palo. El torneo que está realizando el jugador del Wolfsburgo es por ahora soberbio. A los dos goles que consiguió contra Irlanda ha unido hoy un durísimo trabajo de presión en campo rival a la salida del balón, convirtiéndose a menudo en la sombra de Pirlo. Además, empata a Mario Gómez y Alan Dzagoev como máximo goleador de la Eurocopa con tres tantos.
8.- El encuentro se convirtió entonces en un lujo para el espectador, con continuas idas y venidas de ambos equipos, sin que ninguno se conformara con el único punto que se iban a repartir de acabar en empate. La que más necesitaba el segundo gol era Italia que, con una victoria de España ya no dependería de sí misma para pasar a los cuartos.
9.- Prandelli, ante la adversidad, decidió apostar por sus jugones para mantener la posesión del balón y buscar generar ocasiones mediante el toque y la asociación. Pero al sacar a Thiago Motta del centro del campo y meter a Montolivo perdió fuerza y tensión en la medular y lo aprovechó Croacia para generar más oportunidades que el rival. Sobre todo por la entrada de Pranjić, que dio consistencia a los suyos e hizo que tuvieran incluso más balón que antes.
10.- Ahora Italia no depende de sí misma. Si gana España, un empate a dos goles entre los nuestros y los croatas clasificaría a ambos y eliminaría a los italianos. El equipo transalpino todavía no está muerto y no hay que matarlo nunca antes de tiempo. Cierto que en las últimas competiciones no han rendido al nivel esperado de un reciente campeón del mundo, pero su capacidad competitiva es histórica y de peores se han levantado. En esta situación deberíamos recordar que Italia ganó el Mundial de España’82 empatando los tres partidos de la primera fase. Esta vez eso no le servirá, pero aún no está fuera.
11.- Cassano. Cierto es que a ‘Talentino’ no le dieron una mente privilegiada para la ciencia o la astronomía, pero el milanista está demostrando que todavía tiene una enorme calidad técnica, realizando dos grandes partidos contra España y Croacia. Su ambición merece una mención especial y cada vez que se le critica debería recordarse que hace unos meses tuvo problemas de corazón.
– Foto: La Repubblica
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