"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Si la primera jornada fue positiva para el piragüismo española, el segundo día de la Copa del Mundo ha sido aún mejor, con Saúl Craviotto clasificándose segundo en K1 200 metros y la pareja Beatriz Manchón-Jana Smidakova consiguiendo el bronce en K2 500 en dos final con nivel olímpico.
De Saúl Craviotto hay que decir que todavía no se ha oficializado su pasaporte olímpico a Londres. Aunque la normativa indica que sí tiene adjudicada la plaza, el propio palista mantiene sus dudas hasta que no le llegue la confirmación oficial de la Federación Internacional, que prometió hacerlo el viernes y lo ha retrasado a mañana lunes. En esas condiciones emocionales, Craviotto arrasó el sábado en semifinales y se ha presentado esta mañana en el campo de regatas de Poznan dispuesto a lo mejor.
Los dos palistas que le vencieron en el Preolímpico, el belga Richard y el lituano Balciunas no consiguieron meterse en la final A. Craviotto sí y ante lo más selecto: el subcampeón mundial Edward McKeever (GBR), el bronce Ronald Rauhe (GER) o el cuarto clasificado mundialista Maxime Beaumont (FRA). Solo McKeever ha podido superar la potente palada del catalán, segundo a 76 milésimas del británico, en una carrera que deja el aroma de final olímpica previsible en Londres donde si se confirma su plaza, Craviotto puede aspirar a un lugar en el podio.
A la euforia por el éxito siguió la decepción apenas 22 minutos más. El propio Craviotto, fatigado del esfuerzo anterior, acompañado de Carlos Pérez Rial, es decir los vigentes campeones olímpicos de K2 500, se alistaron en la final de 200 metros, para concluir últimos, muy lejos de los franceses Hybois-Jouvé, campeones mundiales vigentes y favoritos para los Juegos en los que la pareja española no podrá defender el título logrado en Pekín (en distancia que se ha reformateado).
La maravillosa sorpresa ha llegado casi al final de la jornada, cuando Beatriz Manchón y Jana Smidakova se han clasificado terceras en un K2 500 que enfrentaba a las mejores embarcaciones universales, pues estaban presentes las campeonas mundiales Schuring-Schwarz (AUT), las subcampeonas Weber-Dietze (GER), las broncíneas Mijoajczyk-Konieczna (POL), también subcampeonas olímpicas; y otros cuatro botes finalistas del pasado Mundial. Además, las alemanas Leonhardt-Wagner, campeonas olímpicas del K4 junto a la otra pareja germana, cuatro palistas que forman equipo pero que debían pelearse por parejas en busca de una plaza para Londres.
El reto, por tanto, era mayúsculo para el tándem español, que no estará en los Juegos, desgraciadamente. Las germanas Weber-Dietze han dominado toda la prueba con suficiencia, un segundo por delante de sus compatriotas, en tanto Manchón-Smidakova realizaban unos soberbios últimos 150 metros para colarse terceras y batir a rivales tan poderosas como las vigentes campeonas mundiales, en una actuación memorable.
En la jornada del sábado, Sete Benavides, nuestro representante olímpico en C1 200, bronce mundial de la distancia, no pudo acceder a la final A por una décima de segundo, pero hoy por la mañana ha vencido muy cómodamente en la final B.
El balance final de las regatas de Poznan es amargo en cuanto a plazas olímpicas (Craviotto y Cubelos únicamente, y a espera de oficializarlo), pero espléndido en Copa del Mundo, con las platas de Craviotto (K1 200) y Hernanz-Cosgaya (K2 1.000), el bronce de Manchón-Smidakova (K2 500) y la sexta plaza de Paco Cubelos en K1 1.000.
– Fotos: Efe – Lazslo fromHalifax
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