Un sueño eterno

por el 4 abril, 2017 • 10:38

 

Para un periodista siempre existirá un dilema en sus textos: escribir acerca de lo que quiere o escribir acerca de lo que toca. Es evidente que la actualidad manda y uno no puede modificarla, aunque siempre existen algunas artimañas para que la montaña vaya a Mahoma. De vez en cuando, para nuestra suerte, ambas vertientes se tocan y uno engancha el teclado con más ganas de lo normal. La temporada 2016 fue un año complicado para los seguidores de Rafa Nadal y Roger Federer. Estoy hablando de lo aficionados pero también del palco de prensa. Fueron meses turbios, cargados de abundantes derrotas y prolongadas ausencias, un tiempo donde el oasis acabó siendo un desierto. Pese a ello, siempre se buscó la manera de levantar la situación, de vender ilusión, de creer en que, ¿por qué no?, el siguiente torneo significaría ese punto de inflexión que tanto retraso traía. El español vio algo de luz en la gira de tierra batida, conquistando Montecarlo y Barcelona, pero el suizo… del suizo mejor no hablar. Seis meses de silencio ininterrumpido, con un miedo en el cuerpo que nunca antes habíamos sentido. Del ¿volveremos a verle ganar algún torneo? se pasó al ¿volveremos a verle jugar? La escena era tan dramática que daba respeto incluso asomarse a ella. Hasta que el protagonista decidió reventar el guión. Hoy, tras 90 días de calendario y una secuela inverosímil, la única cuestión que aparece en los periódicos es aquella que no paró de sonar hace una década. ¿Existe alguien que pueda ganar a este hombre?

Sí, existe. De momento el único individuo en inclinarle reside en Moscú desde hace 26 años y se hace llamar Evgeny Donskoy. Eugenio para los amigos. El ruso tuvo que salvar tres bolas de partido para vencer al helvético en los octavos de final de Dubái, una derrota que va ganando carácter épico a cada semana que pasa. Exceptuando aquel tropiezo, Federer ha ganado los otros 19 compromisos que ha tenido en este inicio de curso. Australia, Indian Wells y hace dos días Miami. El ‘triplete‘, qué bien suena. Las tres plazas más importantes en juego y siempre el mismo nombre en el recuadro, alguien que con 35 años ha decidido que todavía no está todo inventando. Lo cierto es que la última vez que el suizo gobernara Crandon Park yo cursaba 2º de la ESO, si por aquel entonces alguien me llega a preguntar por un backhand o un tweener seguramente saldría corriendo asustado. Era de justicia para los ciudadanos de Florida recuperar ese recuerdo y, para los que nunca lo tuvimos o lo vimos de reojo, construirlo por primera vez. Pero claro, uno se puede llegar a imaginar a a este animal triunfando más allá de la treintena, pero ni en el mejor hechicero nos lo hubiera colocado superando a Rafael Nadal en finales e Grand Slam o a Stan Wawrinka en finales de Masters 1000. Una muestra más para preguntarse si este hombre realmente pertenece a este planeta.

Los hechos deberían ser aprovechados para disfrutar de esta leyenda todavía en activo, pero la manera de producirse ha generado más estados de shock que alborotos. Que Federer era capaz de todo ya lo sabíamos, él mismo no los mostró. Pero claro, con 24 años todo funciona mejor. ¿Cómo explicar lo que está haciendo ahora con casi 36? Diez generaciones han pasado por el filtro y Roger sigue ganando. Su cuerpo ha cambiado, ahora es más duro. Su tenis ha cambiado, ahora es más completo. Su cabeza ha cambiado, ahora está más curtida. Incluso su discurso ha cambiado: antes jugaba para ganar; ahora gana por pura diversión. Con el 90% de los récords descansando en su poder, el de Basilea ya solamente compite contra sí mismo, no importa la ciudad que le acoja o el rival que le enfrente, él no depende de nada ni de nadie. Sale a pista, te aplasta y hasta mañana. Algunos caen antes, otros resisten un par de asaltos, pero el final es como muerte, es para todos igual. Tal es el nivel de plenitud de Federer que hasta en el alambre se muestra digno y superior, hasta bailando en el precipicio consigue su objetivo. Piensen en Berdych o en Kyrgios, lo cerca que lo tuvieron. Puro espejismo. La única realidad la muestra la Race de 2017 y ahí es donde encontramos la distancia más salvaje.

Hay quien incluso osa comparar a este Federer con el de, por ejemplo, el de 2006. Atrevidos, aunque con lo números en la mano no es tan descabellado. Seguro que algún despistado en la sala no recuerda al dedillo lo que sucedió esa temporada, para eso estamos los periodistas, para trasladaros en el tiempo. Fueron 16 torneos convertidos en 15 finales y 11 títulos. El balance total, un abrumador 92-5. La estadística huye claramente del raciocinio, aunque Novak Djokovic ya nos demostró hace un par de años que se empapó bien de aquellos vídeos. Monstruoso es solamente pensar que Roger pueda volver a dibujar una obra de arte como aquella, aunque claro, después de lo vivido y sin contar los torneos sobre tierra batida, ¿quién más favorito que él para ganar cualquier certamen? Si en cemento ha arrollado, ¿qué no hará sobre hierba? Si aguantó el desgaste de un Grand Slam, ¿por qué no iba a seguir apabullando en otros escalones? Poco se puede pronosticar ante un acontecimiento nunca antes vivido, el de un veterano sin ningún desafío por descubrir que todavía mantiene la sonrisa de un chaval recién llegado. Es ahí donde reside el secreto mejor guardado, el punto desde donde se erige la solidez de la estructura, la clave que jamás podremos analizar ni compartir con nadie. Solo él sabe dónde encuentra la motivación para seguir. Caminar a ciegas, sin pensar en la caída, por pura diversión. Quizá en eso consista la felicidad.

Ya no estoy de regreso“, afirmó el campeón de 26 Masters 1000 tras su último triunfo. “Cuando estoy sano y me encuentro bien puedo hacer un tenis como el que he hecho. Si no me encontrase así de bien, no habría posibilidad de estar en finales luchando contra Rafa. Ya no tengo 24 años, todo ha cambiado mucho y es posible que no juegue ningún torneo en tierra batida antes de Roland Garros. La pausa me permitirá centrarme en París, en la gira de hierba y en el período posterior de pista dura, que serán claves para mí. No os voy a mentir, el objetivo es Wimbledon“. Roger ya no se esconde, ya no tiene edad para juegos. Pero no es esta parte de su rueda de prensa la que me conmueve, sino una frase que arrojó, seguramente sin pensar, y que guarda el significado real de su figura. “Para mí el sueño continúa“. Lo dice alguien con 91 trofeos en su maleta y número 1 durante 302 semanas. ¡¿Pero qué sueño?!, maldecirá el resto del vestuario. Para ellos, claro está, es la más macabra de las pesadillas. Al mejor tenista de la historia ya no le sirve con ser el mejor tenista de la historia. Quiere más. ¿Qué más? No lo sabemos, pero mantengan los ojos abiertos, no se duerman, porque pronto lo veremos actuar.

* Fernando Murciego es periodista.

Twitter: @fermurciego




orange county local std test
Perarnau Magazine es mucho más que un blog de fútbol: es el punto de encuentro en la red del análisis deportivo con el valor añadido, la mirada en profundidad que no descuida la inmediatez. Dirigido por el periodista Martí Perarnau, el Magazine concentra opiniones que van desde el análisis competitivo a temáticas concretas como las tácticas de fútbol.

El deporte rey centra buena parte de los contenidos y resulta una publicación especialmente útil para un entrenador de fútbol o un simple aficionado que quiera descubrir desde facetas de su propio deporte hasta historias relacionadas con el deporte en general. El balón y las noticias que lo rodean centran el grueso de los contenidos, pero no se limitan al fútbol. El hecho diferencial del Magazine radica en la variedad: ponemos el foco en los principales deportes olímpicos y sus competiciones, en la salud aplicada al deporte y en un exhaustivo diagnóstico del mercado profesional.

Perarnau Magazine quiere liderar en la red un periodismo deportivo reposado que se abre camino con las luces de carretera antes que con las de crucero.

©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal



Información: info@martiperarnau.com
Club Perarnau: club@martiperarnau.com
Publicidad: publicidad@martiperarnau.com

Horario de atención al socio: De lunes a viernes de 09.00h a 18.00h