"El éxito se mide por el número de ojos que brillan a tu alrededor". Benjamin Zander
¿Qué pasaría por la cabeza de Gómez Noya tras la caída sufrida ayer, acabando el entrenamiento? Seguro que rápidamente se dio cuenta de que no era una caída más. El crujido y el dolor subsiguiente harían saltar todas las alarmas. Todo se vino abajo cuando la radiografía confirmó el peor de los diagnósticos: fractura desplazada de cabeza de radio. Cirugía e imposibilidad para competir en los Juegos Olímpicos de Río. Los entrenamientos y sacrificios de estos cuatro años no tendrán la recompensa merecida.
La cabeza del radio es la estructura que articula con el húmero (hueso del brazo) por la parte externa. Controla los movimientos del pronosupinación, es decir, mover la muñeca. Cuando la palma de la mano se coloca hacia arriba (como si pidiéramos limosna) es supinación; en cambio, pronación es colocar la palma hacia abajo.
Las fracturas de la cabeza del radio son lesiones frecuentes. Se pueden producir tras una caída sobre el codo con traumatismo directo o, lo más habitual, al apoyar la mano con el brazo en extensión.
Es la típica caída de parado, cuando la bota le cuesta salir del calapié y el ciclista se cae de lado. Pueden ocurrir dos cosas: que se golpee sobre el hombro al caer, con el consiguiente riesgo de fractura de clavícula o de la articulación acromioclavicular; o lo que ha ocurrido, caída sobre la mano con el codo extendido.
Las fracturas de codo más frecuentes son las de cabeza radial en adulto y las de extremo distal humeral en niños.
El paciente presenta posición de defensa, con el codo pegado al cuerpo. Presenta dolor e impotencia funcional en el codo, que aumenta con la prono-supinación y con la compresión directa de la cabeza del radio.
Es importante sospecharlo con la clínica y la exploración, ya que muchas veces la radiografía no muestra la fractura.
Para algún tipo de fractura conminuta, especialmente en fracturas luxación de codo, es útil pedir un TAC previo a la cirugía para una mejor planificación.
Clasificación:
Estas lesiones se clasifican en tres grados:
Por lo leído, da la sensación que la fractura de Gómez Noya es un tipo 2, que se resuelve sintetizando con tornillos o miniplaca los fragmentos desplazados. La rehabilitación debe comenzar de forma inmediata si la solidez de la síntesis lo permite.
Las fracturas del cuello del radio
Importante:
Esta lesión tiene un alto índice de complicaciones:
– Pseudoartrosis: el hueso no consolide y precise una reintervención con aporte de injerto.
– Necrosis de la cabeza del radio debido a la falta del aporte vascular de la cabeza como consecuencia del traumatismo.
– Complicaciones secundarias al implante utilizado (rotura de placa, protusión de los tornillos…).
La recuperación de esta fractura es relativamente rápida para lo que son la fracturas de miembro superior. Las mayores dificultades puede tenerlas en la natación y la bicicleta. La natación porque lo que más le va a costar será la extensión completa del codo debido al dolor y la cicatrización que tiende a flexionar el codo; también puede afectar, al principio, a su técnica en la natación. El segundo inconveniente es la bicicleta, sobre todo al ponerse de pie sobre el manillar, apoyando el peso. No debe tener problemas para ir acoplado.
Animo campeón, volverás más fuerte, más rápido, más sabio.
* Antonio Ríos Luna es traumatólogo, maratoniano y autor del libro “Del sillón a la maratón”.
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– Foto e imagen TAC: Javier Gómez Noya (Instagram)
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