Pionero del fútbol alemán y estrella del Karlsruher FV de principios del siglo XX, entró en la historia de los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912. En el torneo de consolación logró 10 goles en el partido que enfrentó a Alemania con Rusia, lo que le permitió ser el mejor artillero de la competición. Fue además el primer judío en enfundarse la camiseta alemana, al hacerlo unos meses antes que su compañero de equipo Julius Hirsch. Nacido el 3 de mayo de 1889 en Karlsruhe (Alemania), se desempeñaba como delantero. Futbolista hábil y con buen dominio del esférico, era fuerte, astuto y tenía un poderoso disparo.
Sus primeros pasos en el balompié tuvieron lugar en el Düsseldorf FC 1899, un club polideportivo que también tenía secciones de atletismo, balonmano o voleibol. Llegó con 15 años y pasó un total de tres temporadas.
Fue precisamente en la última donde consiguió su único título en la entidad, el Campeonato Occidental de Alemania. Ese triunfo les permitió participar en la fase final del campeonato alemán, donde cayeron por 1-8 ante el SC Victoria Hamburg. Fuchs pudo jugar, no así buena parte de sus compañeros ingleses, a los que la DFB les prohibió su participación.
Unas semanas más tarde, el delantero regresó a su localidad natal y se enroló en las filas del Karlsruher FV. En el conjunto del estado de Baden-Wurtemberg pronto formó uno de los ataques más temibles del fútbol alemán de la época junto a Fritz Förderer y Julius Hirsch. Además, en el plantel también figuraban importantes jugadores como el portero Dell, el zaguero Hollstein, el centrocampista Breunig o el extremo izquierdo Hermann Bosch.
La mejor campaña del equipo entrenado por el inglés William Townley llegó en 1910. Conquistó el Campeonato Sur de Alemania y tras acceder a la fase final también se llevó el título nacional. En cuartos de final se impuso al Duisburgo y en semifinales apeó al Karlsruher FC Phönix (actual Karlsruher SC). En la gran final, celebrada en Colonia, su contrincante fue un duro FV Holstein Kiel que solo hincó la rodilla en la prórroga. Repitió título regional en 1911 y 1912, pero no volvió a alcanzar el Campeonato de Alemania. Cayó en semifinales frente al VfB Leipzig y perdió la final ante el Holstein Kiel respectivamente.
Con el estallido de la I Guerra Mundial, Fuchs abandonó temporalmente la práctica del fútbol y sirvió en el frente. Fue oficial de artillería y le hirieron en varias ocasiones, pero eso no le impidió retomar el balompié al final del conflicto. Por entonces contaba con más de 30 años, pero se calzó de nuevo las botas para jugar con el Karlsruher FV antes de retirarse de forma definitiva en el año 1920.
Con la selección alemana disputó seis partidos y marcó 14 goles, en una época sin muchos encuentros internacionales. Debutó un 26 de marzo de 1911 en un amistoso contra Suiza. Se estrenó con dos goles y los alemanes se impusieron con claridad por 6-2. Un mes después volvió a ser convocado para un duelo contra Bélgica en Lieja, donde perdieron por 2-1. Y ya en 1912 vistió de nuevo la camiseta alemana en un amistoso frente a los Países Bajos que concluyó 5-5. Él marcó un gol en el minuto 12 (los otros cuatro fueron obra de Hirsch, su compañero en el Karlsruher FV).
En el verano de 1912, un Comité de la DFB le incluyó en la lista para los Juegos Olímpicos de Estocolmo. En el cuadro alemán también se encontraban grandes futbolistas de la época como Max Breunig, Karl Wegele, Julius Hirsch, Fritz Forderer o el arquero Adolf Werner. Fuchs no jugó en el debut ante Austria y vio cómo su selección caía a las primeras de cambio tras sucumbir por 5-1. Ello llevó a Alemania al torneo de consolación, donde el futbolista del Karlsruher FV dejó rápidamente su impronta. El 1 de julio de 1912 saltó al césped del estadio de Rasunda para batir en diez ocasiones (igualó el récord de Sophus Nielsen en los JJOO de 1908) al guardameta ruso Favorsky y colaborar en la escandalosa victoria de su país por 16-0. Dos días después, sin embargo, Hungría, con Schlosser al frente, les apartó de la final de consolación tras doblegarles por 3-1.
Su último encuentro con la Mannschaft fue a finales del año 1913, cuando los alemanes visitaron Amberes para jugar contra Bélgica en una tarde en la que los locales se llevaron la victoria por 6-2 (uno de los goles alemanes llevó su firma) con tripletes de Brebart y Van Cant. Fuchs permaneció como mejor artillero del equipo nacional hasta 1926, cuando le igualó Otto Harder, del Hamburgo, y no fue superado hasta cuatro años después por el delantero del Dresdner Richard Hofmann.
Al ser judío, la llegada al poder de Hitler en los años 30 le hizo a emigrar primero a Francia y posteriormente ya en la década de los 40 a Canadá, donde adoptó el nombre de Godfrey Fochs. Años después mantuvo una amistad con el seleccionador Sepp Herberger a través de unas cartas que se enviaban. Para Herberger fue uno de los ídolos de su infancia y le consideraba el “Beckenbauer de su juventud”. En 1972, el técnico pidió a la Federación Alemana un homenaje para Fuchs en un choque ante la URSS, pero la petición le fue denegada.
Fuchs nunca llegó a saber de las intenciones de Herberger, puesto que falleció un mes antes, concretamente el 25 de febrero de 1972 en Montreal a los 82 años. En 2003, el Ayuntamiento de Karlsruhe honró su memoria al dedicarle una plaza con su nombre en la localidad del suroeste de Alemania. Su hermano Richard Fuchs fue un destacado compositor y arquitecto que antes de la II Guerra Mundial tuvo que emigrar a Nueva Zelanda.
* Alberto Cosín.
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