"Hay que recordar que quienes escriben para los imbéciles siempre tienen un numeroso público de lectores". Arthur Schopenhauer
Crónicas 2015-2016 / Internacional / Champions League 2015-2016 / Fútbol
1.- “Solo nos vale ganar”, aseguraba Simeone en la previa. Y viendo su manera de encarar el partido, no engañaba. La entrada de Carrasco en el lugar de Augusto era una prueba de ello. El Atlético sabía que salir del Camp Nou sin marcar era prácticamente perder la eliminatoria.
2.- De inicio, presión alta aunque líneas separadas, dejando espacios en campo propio. Pero el equipo culé, falto de ritmo y continuidad, no lo aprovechaba. Sin balón, haciendo largo al Barcelona e incomodándole en la salida. Con él, intencionalidad e incluso, a tramos, defendiendo con él. El dominio del Atlético era total aun defendiendo en repliegue: 4-4-2 con Koke junto a Gabi, Saúl en la derecha y Carrasco en la izquierda. El Barcelona estaba atascado. Como ante el Real Madrid, Alba y Alves no eran profundos por las bandas y Messi permanecía ahogado por dentro.
3.- Aun sin la posesión del balón, los rojiblancos mandaban en el encuentro y daban sensación de que, en alguna de sus llegadas, podía encontrar la precisión necesario en el último pase. Y Koke, entre líneas, lo consiguió. Primero le ganó la espalda a Busquets, lo que provocó que Piqué saltara al poseedor del balón. El desmarque de ruptura de Fernando Torres y su definición por debajo de las piernas de Ter Stegen daban al Atlético el tanto que ansiaba. Y pudo ser peor para el Barcelona, porque poco después el portero alemán despejó un disparo de Griezmann que, en caso de haber entrado y conforme avanzaba el encuentro, podría haber finiquitado la eliminatoria.
4.- Fernando Torres fue el protagonista del partido. Jugó bien durante 30 minutos, marcó un gol clave –11 goles en 15 partidos al Barcelona–, pero fue expulsado por doble tarjeta amarilla. Dos innecesarias e ingenuas entradas en el centro del campo (primero a Neymar, después a Busquets) le enviaron a los vestuarios. Desde el minuto 35, el Atlético jugaría con un futbolista menos.
5.- Contra once o contra diez, el Barça seguía cayendo en la precipitación. Sin madurar la jugada, sin mover al rival de un lado al otro, verticalizando en exceso… la primera parte de los catalanes recordó a los minutos de desconcierto ante el Real Madrid. Finalizó la misma y el Barcelona solo había disparado una vez entre los tres palos (Mascherano). Muchos lo achacarán a la cuestión física. Pero no es el físico, es el juego. Y en la segunda mitad se vislumbró.
6.- Atendiendo cómo salieron ambos equipos, parece ser que Simeone ordenó a sus jugadores buscar arriba al Barcelona y Luis Enrique pidió corazón, pero también cabeza y paciencia. Solo así podrían remontar el encuentro los blaugranas. Una segunda parte que comenzó con una chilena de Messi que cerca estuvo de ser el empate. Poco a poco, empujados por el Camp Nou, los culés recuperaron la confianza. Amplitud en ataque (Alves-Alba), Suárez fijando en el área, Neymar con libertad, Rakitic móvil sin balón e Iniesta, Messi y Busquets en el balcón del área. Atlético arrinconado y Barcelona profundo, cuya jerarquía del juego caía en los pies y las decisiones de Messi e Iniesta. Y los 25 primeros minutos fueron un vendaval.
7.- Simeone lo vio e introdujo a Augusto por Carrasco, pero el cambio de guión era ya una certeza. Un palo de Neymar avisaba del huracán en que se estaba convirtiendo el conjunto local, en simbiosis con un Camp Nou encendido. Pero está pasión iba unida con la velocidad en la circulación de balón y paciecia, mucha paciencia, lo que acabó dando réditos al Barcelona. En una de tantas, Messi encontró al fluidez necesaria para abrir a la banda derecha, y el centro de Alves al segundo palo lo recogió Alba, cuyo remate empujó Suárez al fondo de la red. Saúl rompía el fuera de juego. De derecha a izquierda, desordenando al rival para ordenarse a sí mismo, el Barcelona encontraba la fórmula para atacar al muro rojiblanca. Como decíamos antes, no era el físico, era el juego.
8.- Entró Rafinha por Rakitic y, llegando al minuto 70, el Barcelona perdió continuidad, lo que permitió al Atlético respirar. Defendía menos tiempo en área propia e incluso podía intimidar en transición ofensiva. Pero Luis Suárez, otra vez, puso su sello en el partido. Recibió de espalda un pase de Messi, habilitó a la derecha y remató un centro llovido de Alves como si de un martillo se tratara. En una acción anterior y en pugna con el joven central de Atlético Lucas –madurez impresionante la suya–, Suárez le golpeó en una ación merecedora de cartulina roja.
9.- Seguía el Barcelona dominando, pero con el 2-1 y con el cambio de Iniesta por Turan, el ritmo del juego se redujo. Simeone lo intentó con la fortaleza física y llegada de Thomas, pero el Atlético no consiguió aproximarse a la meta defendida por Ter Stegen. El 2-1 era positivo y negativo para los dos equipos. El Atlético salía vivo del Camp Nou, algo que en algunos momentos de la segunda mitad parecía difícil. Pero su primera parte fue superior a la de los locales. Por el lado del Barcelona, con el 0-1 había mucha tensión y, lo que es peor, falta de juego, de fútbol. Pero en la segunda mitad pudo ampliar la ventaja y tenerlo aún más de cara en el Camp Nou.
10.- Mérito infinito el de este volcán llamado Atlético de Madrid. Capaz de presionar arriba y defender en repliegue. Hoy con Lucas como central y Koke en el doble pivote. Simeone y los suyos siempre compiten. Consiguió generar dudas al Barcelona en la primera parte y, pese a no tener la posesión, dominar el partido. La expulsión de Torres ocupará las portadas, pero la grandeza –táctica y psicológica– de este Atlético se recordará y valorará con la perspectiva del tiempo.
11.- Siete victorias consecutivas del Barcelona frente al Atlético de Madrid, todas ellas desde que Luis Enrique entrena al conjunto culé. Los catalanes encontraron el rumbo cuando abandonaron las aventuras individuales y fueron ordenados, en conjunto, a través del balón. Bajo la batuta de Iniesta y las apariciones de Alves desde el costado derecho, el mar hizo frente al volcán y el Barcelona encontró la partitura idónea para encontrar los huecos por dónde hacer daño al Atlético de Madrid. Los ladrones del cuero aparecieron el momento idóneo.
y 12.- Con estos dos colosos, cada uno a su estilo, no hay duda. La eliminatoria está muy viva.
* Ismael Ledesma.
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