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Aymeric Laporte, la promesa que ya es realidad

por ALEX DELMAS el 3 marzo, 2016 • 20:49

 

No le temblaron las piernas cuando Marcelo Bielsa decidió alinearlo en Haifa para la disputa de un partido de Europa League. Aquel día lució el número 38 a la espalda. Hoy, a sus 21 años de edad, luce el número 4 y se ha convertido en el líder de la defensa vasca. Una progresión espectacular que le ha situado en el punto de mira de equipos como el Barça.

Desmenuzamos al joven jugador francés en cinco puntos:

• 1. Salida de balón. Sin duda su punto más fuerte. Se muestra seguro y confiado con el balón y asume con naturalidad la responsabilidad de un inicio de juego limpio. Su perfil zurdo le permite tener capacidad para jugar abierto con su extremo o interior con facilidad, lo que comporta para el oponente una mayor dificultad para tapar las líneas de pase. Puede jugar cerrado hacia los centrocampistas o pivotes para filtrar la primera presión del rival.

Su porcentaje de pases totales en partido y de pases completados presenta un muy buen balance teniendo en cuenta el marco del propio equipo. Además, hay un aspecto muy importante: el concepto de dividir. Este concepto futbolístico consiste en tratar de provocar la presión del rival a una distancia relativamente cercana para inmediatamente después realizar el pase. De esta manera liberas la presión de un rival y, en consecuencia, la marca de un compañero. En resumen, tu provocación en la salida abre una o más líneas de pase.

• 2 – Fortaleza defensiva. Con margen de mejora. Sufre a su espalda con rivales rápidos, aunque es listo para evitar estos escenarios. Cuando va al corte es muy fiable y, generalmente, gana los duelos. Seguramente su pasado en el rugby tiene algo que ver en ello.

Debe pulir la temporización. En futbol entendemos como temporización retroceder defensivamente con el rival, haciéndole dudar y disminuir el ritmo con el objetivo final de que lleguen las ayudas de los compañeros. Creo que tiene que aplicarla más y hacerla más ágil.

• 3. Juego aéreo. Otra virtud muy destacable del jugador francés. Es fuerte en ello y tiene gol.

• 4. Lectura de partido y juego en largo. Tiene una buena lectura de juego: sabe cuándo jugar con precaución y cuándo tiene que ser un poco más atrevido. Varía el juego corto con el juego largo en función de lo que el partido y la situación requieren. Además, está muy bien dotado. Aquí algunas imágenes de ello.

Volviendo a la comparación con los centrales de referencia en Europa, tiene un alcance de juego largo muy parecido al de Piqué, el más aventajado en ese apartado del juego.

• 5. Personalidad futbolística. Pese a su juventud y a su timidez fuera del campo, tiene personalidad y jerarquía. A sus 21 años, en el marco de un equipo acostumbrado a competir en Europa League y en el tercio alto de la clasificación liguera, este es un argumento que hay que valorar. Estos síntomas me hacen augurarle una fortaleza mental y un alto rango de importancia sobre el colectivo en cualquier eventual equipo para el futuro.

POSIBLE ENCAJE EN EL FC BARCELONA

Aunque la magia del futbol es precisamente que el futuro es impredecible, a mi modo de ver Aymeric Laporte encajaría muy bien en la defensa blaugrana porque reúne gran parte de las fortalezas que el equipo azulgrana busca desde hace años en su defensa:

• Sale bien con el balón en los pies. Es valiente.
• Su perfil zurdo le permite jugar en su cuadrante natural y jugar en un ángulo mucho más limpio tanto con extremo como con un mediapunta de banda. Este hecho aumenta enormemente la posibilidad de filtrar pases interiores respecto a un central a pierna cambiada.
• En una supuesta coexistencia con Piqué, los rivales no tendrían la posibilidad de flotar al central con salida de balón inferior, porque no lo habría.
• Divide y abre líneas de pase cuando la presión del rival está bien estructurada.
• Formado en una filosofía de club con muchas similitudes con La Masia.
• Convive bien con la presión de la responsabilidad y tiene capacidad de liderazgo.
• Experiencia en la liga y la Europa League.
• Recorrido, juventud y margen de mejora.

Tiene que mejorar varios aspectos de juego, como la gestión de los espacios a su espalda. Tiene que intentar mejorar sus vueltas y evitar que los rivales puedan encararlo con espacios. En ocasiones se pasa de definitivo en los cortes defensivos. Ello provoca que sea superado sin opción de recuperar posición cuando el rival le gana la partida. Tiene que aprender a identificar cuándo le da ventaja la jugada y cuándo no.

Con todo, solo el futuro sabe lo que tiene reservado para este central francés, aunque es incuestionable que ha conseguido algo al alcance de muy pocos: que los grande se peleen por él. Aymeric Laporte tiene al futbol entregado a su tranquilo y elegante talento.

* Álex Delmàs es exfutbolista y analista.

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