"La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora, ponte en marcha”. Johann W. Von Goethe
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A estas alturas caben pocas dudas de que la liga francesa es una liga de dos velocidades. El ascenso meteórico del PSG, inflado por los petrodólares cataríes de Al-Khelaïfi, ha llevado a una situación en la que parece el que el vencedor moral de la liga sea el segundo. Y en esa vertiginosa carrera se agolpan equipos en los que se puede encontrar fútbol brillante, joven y de una complejidad táctica más que reseñable. Aunque mientras exista ese abismo presupuestario difícilmente se verán sorpresas del calibre del Lille de Hazard o el Montpellier de Giroud, el interés de la liga francesa para los que pretenden ver buen fútbol sigue ahí.
Si hay un equipo que a día de hoy personifica esos esfuerzos, esa prestancia táctica y el gusto por un fútbol atractivo de notable belleza plástica es el Niza. Siempre a la sombra de equipos cercanos pero de más prestigio, como el Mónaco o el Olympique de Marsella, pero aún así histórico (cuatro títulos ligueros y 56 temporadas en la máxima categoría lo atestiguan), se puede hablar de un clásico que lleva demasiado tiempo como equipo de mitad de la tabla. Su entrenador, Claude Puel, cumple la cuarta temporada consecutiva al frente de un proyecto que pasó por horas bajas, rozando el descenso en 2014, pero que ha alcanzado esta temporada una cierta estabilidad en las posiciones altas gracias a un esquema interesante. El que fuera icono del máximo rival (Puel jugó nada menos que diecisiete temporadas en el Mónaco) opta por un 1-4-4-2 en rombo, aunque también ha utilizado un 1-3-5-2 en ocasiones en las que quiere reforzar la defensa. Podría decirse que es un de los clubes europeos que practica un futbol mas atrevido y ofensivo, con el consiguiente riesgo que conlleva en la parcela defensiva.
Antes de hablar de aspectos tácticos y de posicionamiento, es importante hacerlo de los nombres propios de este Niza. En portería comenzó la temporada como titular Hassen, de 20 años de edad, pero su lesión otorgó el puesto a Yoann Cardinale, de 21 años. El primer aspecto que destaca y que se irá repitiendo a lo largo del análisis de la plantilla al completo es la juventud de los jugadores, que parecen predestinados a un futuro muy interesante. En la defensa, el carril derecho lo ocupa Jeremy Pied (26 años), formado en la cantera del Olympique de Lyon como interior, donde llega a disputar tres temporadas. Llegó al equipo de la Costa Azul con Puel al mando, como parte de la operación por Fabian Monzón. Goza de bastantes oportunidades, pero termina cedido en el Guingamp por un rendimiento irregular en posiciones ofensivas. De vuelta al Allianz Riviera, Claude Puel lo coloca como lateral derecho, ganándose su confianza hasta el punto de ser uno de los jugadores mas indiscutibles de la plantilla. Aunque solo lleve 2 asistencias en la temporada, su papel resulta clave dada la amplitud de la cual dota al equipo. Su notable capacidad asociativa enriquece a los jugadores ofensivos del conjunto. En el centro de la defensa Puel no ha encontrado aún su pareja de centrales definitiva, alternando entre Baysse, Bodmer, Le Marchand y Boscagli. Este último, de 18 años, ha acabado jugando como lateral izquierdo, quitándole el puesto al portugués Ricardo Pereira, de 22 años. Se trata de un jugador muy rápido y potente, aunque no exento de técnica. Ya ha marcado su primer gol en Ligue 1, y se trata de un jugador que con la experiencia debería mejorar en la toma de decisiones. La lógica dice que tiene por delante un futuro espectacular si las lesiones y las decisiones se lo permiten. El potencial, desde luego, lo tiene. En el lateral izquierdo, como ya hemos dicho, alternan Ricardo Pereira y Boscagli, con la misma función ambos (dotar de amplitud al equipo) pero diferentes formas, siendo Pereira mucho mas técnico que Boscagli, que es más fuerte defensivamente, sin dejar de aportar numerosas llegadas al ataque. Es la zona trasera del conjunto la que provoca más dudas, pero sus deficiencias se ven contrarrestadas con su excelencia ofensiva.
La inestabilidad en los hombres que forman la defensa contrasta con la continuidad del bloque del medio campo. En el vértice inferior del rombo se coloca el francés Nampalys Mendi de 22 años, y a sus costados están el jovencísimo Vincent Koziello (20 años) en el lado derecho, y el costamarfileño Jean Michaël Seri a su costado izquierdo (24 años). Se trata de un trivote que se complementa a la perfección, en el cual Mendi actúa como mediocentro posicional, dando una opción de pase de seguridad en todo momento, y tapando los espacios que generan las constantes llegadas al área de Seri y Koziello, dos jugadores de un enorme talento y espectacular llegada de segunda línea. En caso de jugar con tres centrales, la posición damnificada es la del mediapunta, normalmente ocupada por Wallyson, brasileño de 21 años procedente del Sporting de Lisboa. Se trata de un jugador de mucha calidad técnica, y con gran capacidad en el uno contra uno, pero muy intermitente. Esta posición a principio de temporada, y en los últimos partidos, la ocupaba Ben Arfa, la gran estrella del equipo, quedando en la punta Plea y Germain, pero con el paso de los meses lo habitual es que Ben Arfa y Germain estén colocados adelante, ambos jugando a pie cambiado partiendo desde posiciones levemente escoradas, y siendo ambos dos los máximos goleadores del equipo con 10 y 7 goles respectivamente, aunque en las últimas jornadas, ha comenzado a jugar el joven Caddy, de 20 años, que subió del segundo equipo que jugaba en la división CFA francesa (equivalente a 3ª) debutando contra el Lorient el 26 de enero en el once titular, y continuando esa titularidad contra el Caen.El nombre de Hatem Ben Arfa, otrora máxima promesa del fútbol francés en aquel Olympique de Lyon donde compartía zona de ataque con Karim Benzema, se ha convertido en sinónimo de éxito en este Niza. Después de un errático paso por la Premier, donde no acabó de cuajar en su paso por el Newcastle y el Hull, ha vuelto por la puerta grande a la liga que le vio crecer, donde parece que saca lo mejor de sí.
El sistema mas habitual es el 1-4-4-2 en rombo, con la disposición de partida que se puede observar en la imagen. Para el análisis del modelo de juego de este equipo, hablaremos de su comportamiento en fase ofensiva y en fase defensiva, siendo sin lugar a dudas la primera la más interesante.
Cabe citar sobre el aspecto defensivo que su posicionamiento en esta fase es un 1-4-3-3 en la que los dos puntas en el 1-4-4-2 ocupan posiciones de banda para una posterior salida a la contra de la que hablaremos posteriormente.
El equipo busca una presión en bloque medio alto, para robar con espacios para salir a la contra.
El Niza inicia sus jugadas con un posicionamiento 2-6-2, o 3-5-2 en caso de que juegue con 3 centrales. De esta manera, genera cantidad de líneas de pase en el medio campo, con el ofrecimiento siempre de el trivote formado por Seri, Mendy y Koziello, para poder progresar buscando sus dos puntas.
La disposición del Niza puede resultar engañosa a la hora de prever su estilo de juego, si bien es cierto que se trata de un equipo ofensivo y que busca tener la posesión del balón, cuando lo tiene, siempre busca la verticalidad.
Una de las características en fase ofensiva de este equipo, es la acumulación de jugadores en zonas centrales, dando numerosas opciones de seguridad al poseedor del balón. Esta acumulación pretende generar espacio en zonas laterales, por las que pretende atacar, ya sea por la subida de un lateral y una posterior llegada desde la segunda línea, o por la diagonal de uno de sus delanteros. El modelo de juego del Niza se puede caracterizar por los siguientes dos conceptos, profundidad y verticalidad tras robo, y amplitud en ataque posicional.
El Niza es un equipo que cuando tiene espacio corre, corren sus puntas, y corren sus mediocentros buscando atacar los espacios. Su bloque de presión no está siempre en posiciones altas, ya que a este equipo le interesa crear espacios a la espalda de la línea defensiva, como podemos observar en la imagen y en el siguiente vídeo:
Cuando no es posible el ataque rápido, la estrategia a seguir en un ataque posicional es la ya citada: atraer jugadores en zonas de medio campo para combinaciones con los delanteros o bien llegadas de laterales. La amplitud que generan los laterales ofrece un gran abanico de posibilidades que aprovecha el Miza, tanto en espacios en el centro del campo, lo que favorecerá entrar con combinaciones, como centros de los propios laterales con un gran acumulo de jugadores buscando un posible remate, sobre todo con entradas desde segunda línea.
Ataque posicional, buscando amplitud con los laterales y generando espacios:
Incorporacion de laterales y llegadas desde segunda línea:
Espacio generado en el medio y búsqueda de progresión:
Esta forma de atacar, obviamente, conlleva un riesgo, de ahí la elevada cifra de goles encajados.
Las únicas posiciones que se comportan con actitud defensiva predominantemente son los dos centrales, lo que genera que en muchas ocasiones el equipo se quede con una línea de dos en defensa como demuestra la imagen. La defensa en persecución y el repliegue cobran vital importancia en el modelo de juego del Niza, ya que los rivales saben dónde está su punto débil y tratarán de buscar la espalda de los laterales.
* Brais Acebal.
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