Novak Đoković ha comenzado el año sometiendo a sus rivales con la misma facilidad que en el final de la temporada pasada. En Melbourne logró su undécimo título de Grand Slam (los mismos que consiguieron dos leyendas como Björn Borg y Rod Laver), el sexto en Australia, con lo que iguala el récord histórico del torneo de Roy Emerson, que lo ganó por última vez en 1967.
La derrota de Nadal
El torneo comenzó con una gran sorpresa: el triunfo en cinco sets de Fernando Verdasco ante Rafael Nadal. Es el segundo Grand Slam en el que el balear caía a la primera, tras Wimbledon 2013 ante Steve Darcis.
Récords para Federer
En su 65º Grand Slam jugado consecutivamente, Federer llegó, otra vez, hasta que le tocó Đoković, en este caso semifinales. Pero sus cinco victorias anteriores le permitieron alcanzar los 302 triunfos individuales en Grand Slam (récord masculino que no es absoluto por los 306 de Martina Navrátilová) y a las 80 victorias en Australia, marca que en un mismo Grand Slam individual masculino solo mejora Jimmy Connors (98 en el US Open y 84 en Wimbledon).
La maldición de Murray
Andy Murray desaprovechó una ocasión histórica para la familia porque, de haber conseguido el título, él y su hermano Jamie habrían sido los primeros hermanos en salir campeones de un mismo Grand Slam (uno en individuales y otro en dobles) desde los Doherty en Wimbledon 1906. Con esta nueva derrota en la final de Australia, la quinta, el escocés es el segundo jugador de la historia que pierde cinco finales seguidas en un mismo Grand Slam, tras el estadounidense Bill Johnson, que cayó en Estados Unidos cinco veces entre 1920 y 1925 (entre su cuarta y su octava final del torneo).
El campeón eterno
El peor momento de Đoković de camino hacia el título lo vivió en octavos de final, donde necesitó cinco sets para vencer a Gilles Simon tras cometer cien errores no forzados. Pero el serbio recuperó su mejor tenis para no dar opción a Nishikori en cuartos, superar a Federer en semifinales (con lo que llegaba a su 17ª final ATP consecutiva, a una del récord de Lendl) y ganar, por segunda vez en su carrera, una final de Grand Slam por 3-0 (la anterior fue en Australia 2011 también ante Murray).
Đoković ha ganado sus seis primeras finales en el Australian Open, algo sin precedentes en el torneo, pero sí en otros Grand Slam. Nadal lleva nueve en Roland Garros, William Renshaw y Sampras se quedaron en siete en Wimbledon, igual que Richard Sears en Estados Unidos y Björn Borg ganó seis de seis en Roland Garros.
Individual femenino
Angelique Kerber y Serena Williams siguieron caminos paralelos hasta la final –ninguna cedió un set– excepto en primera ronda, donde la alemana levantó una bola de partido en el tie break del segundo set ante la japonesa Misaki Doi.
Ya en la final, Kerber se aprovechó en la primera manga de los continuos errores de Serena (ganó así 23 de sus 32 puntos) y cuando la estadounidense empezó a jugar a su nivel siempre supo ir por delante, especialmente en el tercer set. Con un break en el último juego, Kerber se convirtió en la cuarta alemana en ganar un Grand Slam individual, tras Cilly Aussem, Hilde Sperling y Steffi Graf, cuyo último título data de Roland Garros 1999.
Kerber, que jamás había vencido a la número uno del mundo, es la primera jugadora que gana su primer Grand Slam venciendo en la final a la líder del ranking desde Jennifer Capriati en Australia 2001 ante Hingis. Y la primera cuyo primer triunfo ante la número uno llega en una final de Grand Slam desde Iva Majoli en Roland Garros 1997, también ante Hingis.
Con el título de Kerber son ya diciséis las veces que un Grand Slam individual femenino se ha ganado tras salvar una bola de partido durante el torneo, ocho de ellas en Australia. Lo que no había ocurrido jamás es que la campeona salvase esa situación en primera ronda.
Dobles masculino
Dos ilustres veteranos como Daniel Nestor y Radek Štěpánek decidieron competir como pareja a inicios de año y en su segundo torneo juntos se plantaron en la final de un Grand Slam, pero pese a empezar ganando el primer set, acabaron viendo cómo los campeones fueron Jamie Murray y Bruno Soares, que lograron su primer título de Grand Slam en esta categoría. Soares es el primer brasileño que gana en Australia en dobles y el mayor de los hermanos Murray es el primer británico que lo consigue desde Fred Perry y George Hughes en 1934.
Dobles femenino
La mejor pareja del mundo, la formada por Martina Hingis y Sania Mirza, sigue en estado de gracia y consiguió su octavo título consecutivo (tercero seguido en Grand Slam) y su 36ª victoria en fila. La suiza, que lleva diez títulos en Australia (tres individuales, cinco en dobles y dos en mixtos), es la tercera persona no australiana que llega a la decena en este Grand Slam, tras Martina Navrátilová (doce) y Serena Williams (diez).
Dobles mixto
La final se resolvió en el super tie break con victoria de Elena Vesnina y Bruno Soares. El brasileño, campeón en dobles, es el primer jugador que gana un Grand Slam en las dos categorías por parejas desde Bob Bryan en el US Open 2010 y el primero que lo hace en Australia desde Mark Woodforde en 1992.
Categoría júnior
Doblete australiano en los torneos masculinos, con la victoria individual de Oliver Anderson y el triunfo en dobles de Alex de Minaur/Blake Ellis. Es la segunda vez en los últimos veinte años que los australianos ganan un Grand Slam en ambas categorías, tras hacerlo en Australia 2013 con Nick Kyrgios y Andrijić/Mousley.
En el torneo individual femenino venció Vera Lapko, segunda bielorrusa campeona de un Grand Slam júnior, tras Victoria Azarenka, vencedora en Australia y en Estados Unidos en 2005.
Y además…
El español Javier Fernández honró al patinador que da nombre al pabellón de Bratislava (Eslovaquia) donde se celebró el campeonato, Ondrej Nepela, haciendo una de las mejores actuaciones de la historia del patinaje pese a sufrir una caída en el programa libre.
Fernández se fue hasta los 102,54 puntos en el programa corto y se convirtió en el segundo en superar los cien puntos, tras Yuzuru Hanyu (tres veces). Remató el trabajo con 200,23 puntos en el libre hasta llegar a un total de 302,77 puntos, tercera mejor nota de la historia, por detrás de las actuaciones de Hanyu en los pasados Trofeo NHK y Final del Grand Prix. Esto hizo que Javier Fernández acabara con 60,21 puntos de ventaja, la más amplia de la historia en cualquier categoría y en cualquier gran competición desde la introducción del actual sistema de puntuación en 2003.
Con su cuarto título consecutivo, Fernández logró algo que no se veía en su categoría desde el quinto oro seguido de Ondrej Nepela en 1973. Y lo que también fue inédito, en este caso en cualquier modalidad del campeonato, fue la medalla israelí con la plata individual masculina del ucraniano de nacimiento Alexei Bychenko.
En categoría femenina vimos un triplete ruso en dos sentidos. El oro de Medvedeva, sucediendo a sus compatriotas Lipnitskaya y Tuktamysheva, hizo que Rusia fuera el primer país con tres oros consecutivos con tres mujeres diferentes. El otro triplete fue el de oro, plata y bronce, como en 2015. Rusia ya lo había encadenado entre 1999 y 2002 (cuatro consecutivos).
En parejas, Tatiana Volosozhar y Maxim Trankov consiguieron su cuarto título tras superar por 21,88 puntos a la nueva pareja alemana Savchenko/Massot tras la retirada de Robin Szolkowy. Precisamente Savchenko/Szolkowy tienen el récord de ventaja en esta modalidad desde Zagreb 2008, donde ganaron a Volosozhar/Trankov por 32,98 puntos.
En danza, la prueba que cerró la competición, el podio estuvo formado por tres parejas campeonas en el pasado con la victoria de los franceses Papadakis/Cizeron por delante de Cappellini/Lanotte y Bobrova/Soloviev. Es la primera vez en la historia del campeonato en cualquier modalidad que un podio está compuesto por tres antiguos campeones.
El entrenador islandés Dagur Sigurðsson ha protagonizado el milagro alemán versión balonmano. Cogió a una selección fuera de los Juegos Olímpicos y que fracasó en su clasificación al Mundial 2015 (aunque lo disputó por capricho de la federación internacional) y en menos de dos años le ha convertido en el mejor equipo de Europa pese a una plaga de lesiones.
Alemania perdió en el debut ante España y arrastró esa derrota durante las fases de grupos, pero ganó todos los partidos clave a Eslovenia, Dinamarca y Noruega (en la primera semifinal de los noruegos en cualquier gran competición) y se vengó de España en la gran final por 24-17. Alemania es el tercer campeón que pierde en el estreno del campeonato, tras la propia Alemania en 2004 y Dinamarca en 2008.
La final ante España, que se preveía muy igualada, prácticamente no tuvo historia por el desastroso nivel ofensivo del equipo español, que tardó más de 55 minutos en marcar en dos ataques consecutivos. Alemania ya ganaba a los ocho minutos por tres goles y nunca más vio reducida esa renta apoyada en la fantástica actuación del portero Andreas Wolff y en el trabajo defensivo, especialmente en inferioridad, que hizo que no acusara las numerosas exclusiones.
España cosechó varios récords negativos. Sus seis goles al descanso es la menor anotación al intermedio de cualquier selección en un partido de eliminatorio por medallas; sus 17 goles al final son su menor cantidad en la historia del torneo, la menor en cualquier competición desde los Juegos Mediterráneos de 2001 y la menor de cualquier finalista europeo, mundial u olímpico desde Los Ángeles 1984 (Yugoslavia 18-17 Alemania); y ya lleva cuatro finales perdidas (de cuatro jugadas y ante cuatro rivales distintos), el doble que Croacia y Rusia, que le siguen en esta lista.
En un espectacular mano a mano con Lars van der Haar en las dos últimas vueltas, el joven belga de 21 años Wout van Aert añadió el título mundial de ciclocross a su reciente victoria en la general de la Copa del Mundo, un doblete que no lograba ningún hombre desde el checo Zdeněk Štybar en 2010.
En la prueba femenina se dio una gran sorpresa con el triunfo de la neerlandesa Thalita de Jong, sin triunfos ni en Copa del Mundo ni en Superprestigio. A sus 22 años, es la segunda más joven de la historia en ganar el título mundial, tras su compatriota Marianne Vos, campeona en 2006 con 18 años y en 2009 con 21.
El Mundial de luge estrenó nuevas pruebas: las carreras de sprint masculinas, femeninas y por parejas. Y en una de ellas, gracias a la victoria de la suiza Martina Kocher, se impidió el pleno alemán porque sus deportistas se llevaron los otros seis oros. El gran triunfador del evento fue el alemán Felix Loch, que ganó las dos carreras individuales y la competición por equipos para elevar hasta doce su número de títulos mundiales y quitarle el récord histórico a su compatriota Georg Hackl, que tiene diez.
En una final dramática, resuelta mucho más allá del tiempo reglamentado, Nueva Zelanda batió a Sudáfrica por 24-21 para ganar el torneo de Wellington (Nueva Zelanda) y cortar la mala racha de siete torneos consecutivos sin ganar, el peor dato de All Blacks en seis años. Los sudafricanos han jugado nueve veces como visitantes en Nueva Zelanda y solo han podido ganar una vez: la primera, en semifinales de Wellington 2002 por 26-10.
Invicto y con cinco victorias en trece partidas, Magnus Carlsen revalidó su título en uno de los torneos con más historia del ajedrez. El noruego es el primer jugador que gana el torneo en ediciones seguidas desde Levon Aronian en 2008. Con su quinto título en total iguala el récord de Viswanathan Anand.
La sexta cita de la temporada fue el cross Cinque Mulini italiano, que tuvo doble victoria keniana gracias a Jairus Birech y Faith Kipyegon. El triunfo de Birech acaba con la mayor sequía de la historia de Kenia en carreras masculinas, puesto que llevaba ocho seguidas sin ganar. Todo lo contrario ocurre en categoría femenina, donde el triunfo de Kipyegon fue el quinto consecutivo e igualó el récord histórico femenino que Etiopía estableció en 2005 y repitió en 2007 y 2013.
El Grand Prix femenino de Krasnoyarsk presenció una de las mayores sorpresas de la historia de la lucha femenina con la derrota en la final de 58 Kg de Kaori Icho ante la mongola Orkhon Purevdorj. Y es que la japonesa no perdía un combate desde marzo de 2003 y fue capaz de acumular 189 victorias consecutivas, sexta cifra más alta en la historia de cualquier deporte.
* David Fernández es estadístico.
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal