Tras el gran debate suscitado por si la decisión de Rafa Benítez fue correcta o no, cuando sustituyó a Karim Benzema en la última jornada de Liga disputada, he decidido realizar un estudio sobre las decisiones de los técnicos de Primera División, en referencia a las sustituciones realizadas en lo que llevamos de temporada.
En este terreno, y en otros tantos, el entrenador tiene muchas posibilidades de equivocarse. Son muchas las decisiones que debe tomar y los cambios que decide son fiel reflejo de ello. Un cambio representa el adiós de un jugador a la contienda, a la batalla, al escenario, y la entrada de otro al mismo. Hay sustituciones que son evidentes y obligadas de realizar (jugadores lesionados, tocados, advertidos de expulsión, etc.), luego el nivel de comprensión es mayor. Pero hay otras muchas que se basan en las conjeturas del entrenador, en lo que prevé para su equipo, en el momento en el que se encuentra el partido, en lo que ha presenciado durante la semana, en el estado de sus jugadores, en la capacidad del rival, en los movimientos del entrenador contrario, etc. En fin, una multitud de factores que debe tener en cuenta, ya que todos los ojos de sus jugadores, del palco y de los aficionados estarán puestos en él y en sus decisiones.
Son decisiones expuestas al entorno del fútbol. Los aficionados tienen, en cada cambio, un referente para aplaudir, silbar, ovacionar, protestar, agradecer, reprender, elogiar, pitar, etc., tanto a quien entra como a quien sale, sea un jugador propio o rival. Y en ocasiones todas estas expresiones van dirigidas al entrenador de turno, principalmente las negativas, y en su propio estadio. Cuando esto ocurre, las campanas del despido comienzan a sonar. Decía un entrenador de prestigio que cuando el dueño de un club presencia que su entrenador es silbado, no se preocupa. Ahora bien, cuando las protestas se dirigen hacia el palco, la cabeza del entrenador pende de un hilo.
Por ello, este estudio nos va a mostrar las decisiones que han tomado los técnicos de primera división en lo que va de campeonato. Esta tarea tiene dos partes: una, la que reflejan los números, y estos no engañan; y otra en la que mi valoración sobre el rendimiento de cada cambio queda constatado, pero que solamente pretende ser una valoración personal, teniendo en cuenta mis modestos conocimientos.
Dos partes definidas:
* Austin Alkorta es entrenador de fútbol – nivel III.
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