"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Firmas / Alemania / Martí Perarnau / Bayern Múnich
Si les respetan las lesiones y logran confirmar su proyección, Joshua Kimmich y Julian Weigl están destinados a ocupar la plaza de mediocentro de la selección alemana en los próximos años. Son dos jugadores de perfiles distintos, aunque muy reconocibles. Weigl, actual número 6 del formidable Borussia Dortmund de Thomas Tuchel, recuerda forzosamente el estilo de juego del barcelonista Sergio Busquets. Kimmich, debutante en el Bayern de Múnich, se aproxima conceptualmente a su propio entrenador, Pep Guardiola.
Kimmich y Weigl se enfrentaron dos veces la pasada temporada cuando militaban, respectivamente, en el RB Leipzig y el TSV 1860 München de segunda división. Al primero de dichos partidos, celebrado en el Allianz Arena el 10 de agosto de 2014, asistió Guardiola para analizar en directo a Kimmich. Aunque no jugó un buen partido, pues el balón iba de un área a otra sin apenas pasar por el centro del campo, el mediocentro dejó suficientes muestras de talento para que el entrenador solicitara urgentemente su fichaje pocos días después.
Kimmich es un dominador del círculo central. Todavía no posee una de las grandes virtudes de Xabi Alonso, el lanzamiento de diagonales precisas y largas, pero sí tiene un excelente juego de pases cortos que le convierte en la pieza con la que todos sus compañeros se asocian. Todavía es pronto para emitir una valoración rotunda porque solo ha sido titular en tres partidos, pero resulta evidente que sus características físicas propician el juego corto más que el largo. Si Xabi Alonso tiene la tendencia de buscar la diagonal larga hacia sus extremos -y cuando él está vigilado delega el servicio en Boateng y Alaba-, Joshua Kimmich se inclina más por la conexión con los cercanos.
Si comparamos los dos últimos partidos que han jugado cada uno de ellos se aprecia una sutil diferencia. En el caso de Alonso contabilizamos sus encuentros frente a VfL Wolfsburg y Mainz 05 y en el caso de Kimmich, contra el SV Darsmadt 98 y Dinamo de Zagreb. Como promedio, Kimmich dio entre 7 y 8 pases cortos más que Alonso y para una cifra total de pases del equipo bastante similar, cuando jugó Alonso el Bayern dio un 7,3 % de pases largos y cuando lo hizo Kimmich esta cifra descendió al 6,4 %. No son unas diferencias sustanciales sino sutiles y, por lo tanto, no pueden extraerse grandes conclusiones aparte de la que es muy obvia: Alonso posee una gran fortaleza en el pase largo y la aprovecha, mientras que Kimmich todavía no ha conseguido alcanzar la misma eficacia y busca asegurar el pase con los compañeros más próximos.
Con uno o con otro, el Bayern juega de manera bastante similar. Xabi Alonso tiene mayor tendencia a pisar la banda izquierda, con lo que se perfila adecuadamente para su pase largo hacia el otro costado, en tanto Kimmich se siente más cómodo en el círculo central, lo que le dificulta un poco el pase largo pero facilita la asociación en corto con los interiores y también la presión contra el rival en el eje central.
Sus características físicas son muy significativas cara a la evolución que pueda tener como mediocentro. En el lado positivo, su bajo centro de gravedad le permite controlar el balón con seguridad ante los ataques rivales, a la manera en que lo hace Philipp Lahm. En el lado menos positivo, su baja estatura (1.76 m) y poca corpulencia le impedirán chocar frontalmente contra rivales poderosos, pongamos como ejemplo a Yaya Touré, o dominar el juego aéreo. Por dicha razón, Kimmich y su entrenador deberán potenciar sus habilidades tanto en la construcción del juego como en la fase defensiva en tareas de presión y temporización, donde también es excelente. Si no puede chocar, deberá ser hábil para arrebatar el balón a los contrarios de otra forma.
Kimmich tiene un buen profesor porque Guardiola tenía características parecidas como jugador. Ni podía chocar, ni enfrentarse contra rivales potentes, ni iba bien en el juego aéreo. Para compensarlo, Pep siempre buscó defenderse a partir de tener el balón, saber con antelación qué hacer con él, evitar perderlo, pasarlo rápido y preciso y convertirse en un maestro en el arte de colocarse en el lugar adecuado en cada acción. En definitiva, las características que pueden hacer de Joshua Kimmich un mediocentro formidable en los próximos años. Posee las condiciones, los maestros y la ambición para conseguirlo. En Kimmich, el Bayern tiene un potencial gran mediocentro para muchos años y, junto a Weigl, también lo tiene Alemania.
– Foto: Getty Images
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