Perteneciente a la excelente nómina de delanteros que ha tenido Suecia a lo largo de la historia, desarrolló su carrera entre los Países Bajos, Bélgica, Francia y su país. Además es muy recordado por el gran Mundial de Alemania 1974 que jugó. Nacido el 7 de octubre de 1952 en Degerfors (Suecia), se desempeñaba como ariete. Futbolista muy alto y fuerte (1.91m), dominaba a la perfección el juego aéreo y tenía un magnífico disparo. Además y pese a su estatura estaba dotado de una buena técnica individual y un gran control de la pelota.
Criado en la cantera del Degerfors IF desde que era casi un benjamín, llegó a debutar con el primer equipo en 1970. A continuación se marchó al Atvidarberg, donde saboreó el éxito con tres títulos en apenas dos campañas: la copa en 1971 tras derrotar al Malmö en la final por 3-2 y la liga manera consecutiva en 1972 y 1973. Además le nombraron mejor jugador sueco en 1972 y esa temporada fue el máximo goleador de la competición doméstica (compartido con su compañero Sandberg con 16 goles).
En el verano de 1973 recibió una oferta muy sustanciosa del PSV e hizo las maletas con destino Eindhoven, dejando el cuadro azulino con unos números de 28 goles en 52 partidos. En la ciudad neerlandesa coincidió con los hermanos Van de Kerkhof, Van Beveren o Van Kraay y formó una gran sociedad con Van der Kuijlen. Realizó varias campañas a un nivel espectacular, levantó trofeos de importancia y ello le ayudó a conseguir su segundo premio de mejor jugador sueco en el año 1974.
El PSV conquistó la liga en 1975 y 1976 (con Feyenoord y Ajax en segundo y tercer lugar ambos años) y la copa en los cursos 73-74 y 75-76. Precisamente en las finales del torneo copero el sueco demostró su olfato goleador con un tanto en la victoria por 6-0 ante el NAC en 1974 y otra diana decisiva en el triunfo por la mínima contra el Roda en 1976.
Su siguiente destino fue el IFK Göteborg, por el que fichó en el año 1977. El conjunto blanquiazul, que contaba en la plantilla con internacionales como Torbjörn Nilsson, Björn Nordqvist y Olle Nordin, llevaba diez años sin ganar títulos, hasta que logró la copa en 1979 al apabullar por 6-1 al Atvidaberg con un gol de Edström.
Poco antes de iniciarse los años 80, Edström emprendió otra aventura fuera de su país, en este caso en el Standard de Lieja belga. Su primera campaña en el equipo rojo fue magnífica (18 goles), pero el Standard acabó a cuatro puntos del Brujas. En la siguiente temporada ganó la copa. El Standard eliminó a Sporting Charleroi, Amberes y Waterschei SV Thor para presentarse en una final en la que doblegó al KSC Lokeren por 4-0 (el primero gol fue de Edström).
El periodo estival del año 81 fue muy movido en el Standard, con la marcha del histórico técnico Ernst Happel y de Edström, que se fue a jugar al Principado de Mónaco. En el Monaco, con Gérard Banide de entrenador y Ettori, Amorós, Puel, Courbis o Bellone como compañeros, sumó a su palmarés la liga francesa en su primera temporada, tras una bonita y dura pugna con el Saint-Étienne dirigido por Robert Herbin. Marcó 15 goles y fue uno de los mejores futbolistas del campeonato, aunque en la temporada siguiente no alcanzó esas cifras y solo logró una diana en 14 encuentros debido a una lesión de ligamentos.
Por ello retornó a su país en 1983 para enrolarse en las filas del Örgryte, donde colgaría las botas en 1985. Su despedida fue triste, al no poder recuperarse del problema en la rodilla, causa por la cual nunca pudo vestir la camiseta del equipo gotemburgués.
Con la selección sueca fue internacional en 40 ocasiones y marcó 15 goles. Debutó un 29 de junio de 1972 en un amistoso que les enfrentó a Dinamarca en Malmö y su estreno goleador tuvo lugar en el segundo partido con la Blagult. En Estocolmo jugaron frente a la URSS de Blokhin o Rudakov en un choque que finalizó empate a cuatro con un hat-trick del delantero de Degerfors.
Pocos meses después disputó sus primeros encuentros oficiales en la clasificación para el Mundial de Alemania. Marcó tres goles contra Malta y en la visita a Hungría en junio de 1973. Suecia empató con Austria a puntos y ambas se jugaron el pase mundialista en un playoff. El duelo se celebró en Gelsenkirchen y Edström estuvo en el once inicial alineado aquel día por Georg Ericson. Los suecos vencieron por 2-1 y certificaron su presencia en tierras alemanas.
El sorteo les deparó un grupo con Países Bajos, Bulgaria y Uruguay. Edström llegó siendo un fijo, compartiendo ataque con Sandberg, y pronto demostró que se encontraba en un estado de forma sensacional. Los dos primeros partidos frente a Bulgaria y los Países Bajos se saldaron con empate a cero. En la última jornada debían vencer a Uruguay para pasar de ronda y ahí apareció Edström. Dos tantos suyos, el primero de volea con la pierna izquierda y el segundo tras aprovechar una asistencia de Torstensson, dieron la victoria a los escandinavos por 3-0 frente a los charrúas.
La Blagult tuvo como rivales en la segunda fase a Polonia, Yugoslavia y los anfitriones, y aunque luchó, no pudo acceder a semifinales. Suecai perdió por 0-1 ante los polacos con un gol de Lato, y en la segunda jornada Alemania Occidental le ganó por 4-2 (el primer gol sueco lo marcó Edström tras un precioso empalme ante el que no pudo hacer nada Maier). Suecia se despidió del torneo ganando por 2-1 a Yugoslavia, con otra diana del espigado ariete, que batió a Maric al recoger un balón suelto en el área tras un córner.
Tras el mundial, Suecia no consiguió clasificarse para la Eurocopa de 1976. Edström participó en cuatro choques (Irlanda del Norte y Yugoslavia en casa y Noruega y Yugoslavia fuera) y marcó un gol ante Yugoslavia, pero precisamente los balcánicos fueron los que lideraron el grupo 3 y obtuvieron el pase al torneo.
Un par de años después, en plena calificación para el Mundial de Argentina, sufrió una fuerte entrada de un jugador noruego que le dejó en el dique seco durante varios meses. Sin embargo, Suecia se clasificó y Edström se recuperó a tiempo para ser convocado por el seleccionador Ericson. Fue titular en los tres partidos de la competición. Suecia hizo un pobre papel y regresó a casa. Empató a uno contra Brasil en el debut y luego perdió contra Austria y España.
A partir de ese momento estuvo casi dos años sin acudir a una convocatoria del equipo nacional, hasta que regresó en 1980. El 12 de noviembre, en plena fase de clasificación para el Mundial de España, hizo su última aparición internacional. Fue en Tel Aviv frente a Israel. Suecia firmó un empate a cero.
En una entrevista en el año 2014 confesó que fue secuestrado e interrogado por militares argentinos durante el Mundial de 1978. Le abordaron un par de hombres y luego le interrogó una persona que llevaba unas gafas oscuras. Únicamente le hizo una pregunta sobre su procedencia y tras mostrarle Edström su acreditación mundialista se pudo marchar. En la actualidad es un prestigioso comentarista de partidos de fútbol en la radio, trabajo en el que lleva desde hace tres décadas.
* Alberto Cosín.
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