Ilusión por una final
Después de 35 años, el Athletic volverá a citarse con la historia. La Juventus en 1977 le privó de conquistar la UEFA. El miércoles podría escribir un capítulo en la historia si consigue levantar la Europa League en Bucarest.
Llega un Athletic con un grupo muy joven, con un fútbol que maravilla al mundo. Es la sensación de este año. Bielsa ha seguido el camino que Caparrós dejó: espíritu luchador, pelear hasta el final todos los balones y, además, le ha dado el ingrediente delicioso. El aroma que mejor sabe: viajar con el balón.
El Athletic convive con el esférico. Es su mejor arma para hacer daño a un rival. Equipo que le roba balón y le obliga a correr hacia atrás con desorden defensivo le hace mucho daño. No tiene un control total del partido. No le importa que en momentos determinados corra en un ida y vuelta, pero le conviene la mayoría del balón, tener el esférico y dominar la posesión.
Desde atrás es un equipo que lleva el balón hasta arriba. Siempre con rápidas asociaciones. Viajando en cordada todo el equipo. Es a través del balón donde su juego gana enteros. La ilusión de muchos de sus futbolistas por culminar su excepcional temporada puede ser un punto a favor para derribar a un rocoso Atlético
El dúo Iturraspe-Herrera
Son el cerebro de este Athletic. La sala de máquinas, la placa base de todo el engranaje rojiblanco. Iturraspe es el termómetro, Herrera es la magia. La influencia que tengan en cuanto el balón será unas de las claves que pueda decantar la final. Si someten ellos en medio campo, la balanza vasca ganará peso en el partido.
Iturraspe es el termómetro. Un futbolista que se ha descubierto al mundo futbolístico como el marcador del ritmo que el partido requiere. Él ordena lo que sus compañeros deben hacer. Marca como su equipo debe jugar. Cuando no divide, no gana segundas jugadas, no tiene balón y no da pausa después de recuperación, es un Athletic en versión oscura que sufre y tiene que intentar sobrevivir al juego del rival.
Herrera es la magia de medio campo para delante. Mago con el balón, arquitecto haciendo jugar a sus compañeros. Es escuadra y cartabón para que la línea de arriba someta en los metros finales. Se mueve muy bien por toda la zona de 3/4 , obliga con muchos movimientos sin balón a bascular a mediocentros contrarios y crear espacios por dentro para que lo aprovechen futbolistas como Muniain, Susaeta y De Marcos.
Son termómetro y mago de un equipo que comienza a someter a partir de su puesta en marcha. La maquinaria vasca empieza en Iturraspe y Herrera.
La frescura mental
Es uno de los aspectos que puede afectar a un Athletic que esta temporada va a jugar todos los partidos posibles. No hablo de cansancio físico. Es más fundamental la cabeza.
Cuando se llega a esta altura de temporada, la cabeza es el aspecto más fundamental para conseguir el éxito pleno. En estos partidos la cabeza llega donde las piernas no lo hacen. Son partidos diferentes, partidos únicos donde la victoria final está muy cerca y el aspecto mental actúa de manera diferente.
Ese factor de equipo joven, equipo que lo ha jugado todo, cada 3 días, puede afectar a un cansancio mental que será clave en el desequilibrio del partido. La juventud de muchos futbolistas vascos contrasta con la veteranía de jugadores madrileños en jugar y ganar finales. Caso de Falcao o Adrián, fundamentales en la Europa Legue y Europeo Sub-21 de la temporada pasada.
La frescura mental que tenga o no la juventud del equipo de Bielsa lo hará competir de una forma determinada en el choque que puede pasar factura a lo largo de los 90 minutos.
La sobreexcitación externa
Para un equipo que domina y su manera de convivir es el balón y, por tanto, tener pausa, la frialdad, la tranquilidad es el clima más conveniente para alimentarse y llegar al triunfo.
Este choque, para un equipo que tanta admiración ha despertado, conlleva una sobreexcitación y favoritismo que en 90 minutos se pueden convertir en presión y precipitación. El ambiente externo desde la afición, pasando por medios de comunicación, dando favorito a un Athletic que conquistó Old Trafforld entrando en la bodega del fútbol, tiene el factor negativo de la precipitación en el juego tranquilo y pausado de posesión.
Bielsa debe controlar el factor emocional que se vive fuera para que no afecte al equipo. Aislamiento de la excitación, de la emoción, del saberse ganador por tantas noches de glorias los jueves en Europa.
Llegar hasta aquí no es nada fácil. Es el año perfecto de un Athletic que tiene ya el sobresaliente en la temporada y que le falta culminarla con una Matrícula de Honor a partir de este miércoles. Ambiente de nevera, frío, tranquilo, para un Athletic que debe vencer a la ansiedad, precipitación y excitación que tiene un partido de similar envergadura.
– Fotos: Athletic Club
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