La gestión de los momentos

por ISMAEL LEDESMA el 22 marzo, 2015 • 23:08

1.- Un Camp Nou imponente, un Barcelona pletórico y un Real Madrid con dudas. Así se veía el partido en sus prolegómenos, olvidando que el equipo dubitativo tenía aval suficiente para mostrar, como mínimo, una cara competitiva.

2.- Defendiendo en 4-4-2, con las líneas juntas y Bale a la altura de la línea centrocampistas, el Madrid no presionaba, sino que se replegaba –aunque a una altura alta– y esperaba incomodar la salida de balón del Barcelona mediante la posición. Sin meter el pie, pero tapando los huecos y llegando siempre a las ayudas ante Messi y Neymar.

3.- El juego estuvo igualado durante los primeros minutos. El Barcelona recuperaba rápido y, cuando no lo hacía, dejaba a Messi y Suárez por delante para el posible contraataque. El dominio inicial lo rompió Mathieu. Suárez ganó la posición a Pepe, que hizo falta al uruguayo, botada a la perfección por Messi. El francés superó a Ramos y anotó el primer gol. Justo antes, Cristiano había enviado un balón al palo, perdonando al Barcelona en la que fue la tónica habitual de la primera parte.

4.- A raíz del gol culé, el Madrid cogió el balón y ya no lo soltó. Moviéndolo con paciencia y sentido, Modric marcó el ritmo, Kroos encontraba siempre una línea de pase y el triángulo formado por Isco, Cristiano y Marcelo era imparable para el Barcelona. Marcelo siempre se encontraba libre; su conducción era la llave ofensiva y tenía a un socio al que solo le faltó el gol.

5.- El buen nivel general del Madrid, superior al Barcelona desde el minuto 20, se ejemplificaba en Benzema. Moviéndose por el centro como pez en el agua, interpretando a cada momento qué necesitaba su equipo: a menudo cayendo a banda, otras veces dejando el espacio para Cristiano, habilitando de espaldas o recibiendo de cara para que el Barcelona diera varios pasos atrás. Benzema destacaba sin balón, pero sobre todo con él. En una de tantas, sacó de zona a Piqué y asistió de tacón a Cristiano para que el portugués igualara el partido.

6.- Justo antes del empate madridista, Neymar tuvo una oportunidad, y poco después Bale, en un gol que fue anulado por fuera de juego de Cristiano Ronaldo. A partir del minuto 20 solo hubo un equipo en el campo, el Madrid de Benzema, contra Gerard Piqué. Si los visitantes no se fueron por delante en el marcador al descanso fue por el desacierto en los metros finales y, sobre todo, por el central catalán, que cuajó un partido prodigioso. Concentrado, atento, bien posicionado, anticipando cuando era necesario, dominando el juego aéreo… Piqué alejó, una y otra vez, el peligro –mucho– que provocó el Madrid del minuto 20 al 45.

7.- La segunda parte comenzó de manera parecida. Messi, escorado a la banda derecha, no recibía entre líneas y el Madrid seguía dominando posicional y emocionalmente al Barcelona. Pero este Barça, a falta de controlar el juego de posición como en sus mejores épocas, tiene otros registros. Dani Alves vio el desmarque de Luis Suárez, que hizo un partido inmenso, y toda la defensa del Madrid, excepto Sergio Ramos, dio el paso adelante. Habilitado el uruguayo, solo necesitó controlar el balón para definir al palo largo y batir a Casillas. El gol dio paso a unos minutos de nervios y tensión en los que se vieron más tarjetas amarillas que juego.

8.- El momento del Madrid fue en la primera parte, pero perdonó y en el segundo tiempo vimos a un Barça notable –a su estilo–, dominando el juego porque los visitantes quisieron ser más verticales cuando no lo necesitaban, y el repliegue inteligente dio paso a la presión descoordinada. El Barcelona empezó a encontrar por dentro a Messi, que se convirtió en lanzador de contraataques, activando el Neymar contra Carvajal, donde el brasileño es muy superior. Los locales llegaban en transición ofensiva una y otra vez, pero no tenían el acierto para definir el partido.

9.- Si el Madrid tuvo el encuentro en la primera parte, la segunda fue para el Barcelona, y solo los errores en los últimos metros de Messi, Neymar y Suárez hicieron que los culés no recuperaran, también, la igualdad en el goal average. Los cambios de Luis Enrique, introduciendo a Busquets, Xavi y Rafinha, permitieron que el Barcelona controlara más el partido y asegurara posesiones largas, defendiendo como los culés acostumbraban a hacerlo antes: con balón.

10.- Una mitad para cada uno, pero dos maneras distintas de dominar, dando cuenta de lo que actualmente son ambos equipos: el Madrid creando peligro en ataque estático y el Barcelona en transición ofensiva, paradoja de lo que fue cada institución en los grandes duelos entre Guardiola y Mourinho. Los tiempos cambian y los clubes se reinventan. Aunque ninguno de los dos conjuntos domina a la perfección una de las dos fases del juego como antes lo hicieron, sí son capaces de hacer daño al rival de otras maneras a la que estábamos acostumbrados.

11.- Los primeros 45 minutos dejan un Madrid deslumbrante, liderado por el bailarín Benzema, sin olvidar al ejecutor Cristiano Ronaldo y al punzante Marcelo, y a Gerard Piqué permitiendo tomar aire a los casi 99.000 espectadores que se dieron cita en el Camp Nou.

12.- La segunda parte mostró el poderío del Barça de las transiciones, escenificado en sus tres delanteros, que se sienten más cómodos al galope que al trote, y la notable compañía del resto de escuderos, dirigidos por unos sobrios Claudio Bravo y Mathieu, Piqué aparte.

y 13.- Con sus carencias, dos claros candidatos a la Champions League y cuatro puntos de distancia en liga para los culés, que supieron sufrir durante la primera parte, aunque destacó más en la emotividad y los espacios de la segunda parte. En un partido de momentos, el Camp Nou y el Barcelona gestionaron mejor el suyo. Y ganaron.