Uno de los primeros ídolos para la hinchada suiza e integrante del famoso equipo nacional de Karl Rappan que introdujo el catenaccio en 1938. Bickel, además, figura en la historia junto al sueco Nilsson como uno de los dos únicos futbolistas que disputaron una Copa del Mundo antes y después de la II Guerra Mundial. Nacido el 12 de mayo de 1918 en Eppstein (Imperio alemán), se desempeñaba como delantero. Era un jugador de gran movilidad y técnica, que tenía un buen regate, un excelente manejo del esférico y un poderoso disparo con la pierna derecha. No era un ‘9’ al uso porque dejaba la posición de ariete con frecuencia y le gustaba asociarse con sus compañeros de ataque. En el mundo futbolístico fue conocido como Freddy.
Bickel fue un one-club men: jugó toda su carrera al Grasshopper. Debutó en el primer equipo del club zuriqués con 17 años y se retiró con 36. Al mismo tiempo que él llegó al Grasshopper el técnico Karl Rappan, que convirtió a los blanquiazules en el mejor conjunto del país.
Los primeros títulos de Bickel como profesional no tardaron en llegar. El Grasshopper ganó el doblete en la temporada 1936-1937. En la liga superó al Young Boys y en la final copera aplastó al Lausanne Sports por 10-0 en Berna. Un año después no lograron retener el trofeo liguero, pero sí la copa al imponerse en la repetición al Servette por 5-1. En la plantilla, además de Bickel, estaban otros ilustres internacionales suizos como el portero Willy Huber, el defensa Minelli, el centrocampista Vernati o los atacantes Rupf y Fritz Wagner. Karl Rappan supo aunar el trabajo con la calidad del equipo y formó una escuadra muy competitiva y difícil de batir.
La liga regresó a las vitrinas de la entidad en 1939 después de una dura pugna con FC Grenchen y FC Lugano, y también ganó otras dos copas (1940 y 1941). Los primeros años de la década de los 40 trajeron un sinfín de éxitos con otros dos dobletes consecutivos en 1942 y 1943. A partir de ese momento dejaron el equipo hombres importantes de la talla de August Lehmann, Huber, Minelli o Weiler, pero las llegadas de Lauro Amado, Hans Peter Friedlander, Willy Neukom o Franz Rickenbach permitieron que el equipo blanquiazul no se debilitara.
Rappan se fue en 1948, pero antes de su marcha guió al Grasshopper a ganar la liga del curso 1944-1945 y la copa del año 1946. Su sustituto, con poca fortuna, fue Gerhard Walter, que no consiguió ningún título en los dos años en los que estuvo en el banquillo. Por ello, en 1950 firmaron a Willi Treml, que hizo volver a vivir días de gloria al cuadro zuriqués. Bickel era el capitán y veterano del equipo en un periodo en el que compartió delantera con dos jóvenes de gran proyección como Robert Ballaman y Roger Vonlanthen.
En 1952 y 1956 tuvieron lugar los últimos triunfos de Freddy en el club de sus amores. Fueron otros dos fabulosos dobletes muy trabajados. El Zúrich, en la liga, y el Lugano y el Young Boys, en la copa, le pusieron las coas muy complicadas. Entre medias, y en el año del Mundial en Suiza, Bickel firmó una de sus mejores temporadas con 12 goles en 25 partidos. Unos meses más tarde, el cuadro blanquiazul realizó una gigantesca y muy significativa gira por todo el mundo en la que llegaron a visitar 21 países diferentes.
Al término de la campaña de 1958, Bickel puso punto final a su carrera dejando un bagaje de 202 goles en 405 partidos e inscribiendo su nombre con letras de oro en la historia del Grasshopper.
Con la selección suiza fue internacional en 71 ocasiones y marcó 15 goles. Debutó en un amistoso frente a Noruega en Oslo el 18 de junio de 1936 que finalizó con victoria visitante por 1-2. Sus primeros partidos oficiales no tardaron en llegar y se produjeron en la Copa Internacional de Europa Central de la edición 1936-1937. En ese torneo se reunían Italia, Checoslovaquia, Austria, Hungría y los suizos, que eran el equipo más débil. En dicha edición, que fue suspendida en 1938 debido a la anexión austriaca a la Alemania nazi, Bickel disputó seis encuentros en los que Suiza cayó en cinco y empató uno. Marcó un tanto frente a Italia en la primera jornada y dos contra Checoslovaquia en un duelo que perdieron por 5-3. La única buena noticia fue el empate que firmaron contra los campeones del mundo en Ginebra el 31 de octubre de 1937.
Al año siguiente, un mes antes del inicio de la Copa del Mundo de Francia, lucharon por un billete en un partido ante Portugal jugado en Milán. Bickel fue titular, aunque no marcó en la victoria por 2-1 frente a los portugueses, liderados por un gran Fernando Peyroteo. Unas semanas después, como preparación para el mundial, acordaron un duelo amistoso ante los ingleses que pasaría a la historia del fútbol suizo. Se vieron las caras en el Hardtum Stadion de Zúrich y por primera vez lograron doblegar por 2-1 a los inventores del fútbol, que alinearon entre otros a Eddie Hapgood, Cliff Bastin y Stanley Matthews.
Convocado por el técnico Karl Rappan para el torneo mundialista, el sorteo les deparó como primer rival Alemania. Los suizos, además de Freddy, contaban con otros jugadores destacados como el zaguero Severino Minelli, el centrocampista Springer o los atacantes Andre Abegglen o Georges Aby. El duelo fue muy disputado y acabó empate a uno, con lo que tuvo que celebrarse una repetición cinco días más tarde. Ahí de nuevo los suizos utilizaron la táctica del catenaccio y esta vez sí se impusieron con claridad (2-4), con un gol de Bickel con una bonita vaselina. A continuación se enfrentaron a Hungría, que demostró ser muy superior. Los intentos de Bickel, Abegglen o Lauro Amado fueron en vano y los húngaros pasaron de ronda tras vencer por 2-0 con goles de sus estrellas Zsengeller y Sarosi.
Los siguientes choques en los que Bickel vistió la camiseta del equipo nacional fueron, durante una década, amistosos. Suiza se mantuvo neutral durante la II Guerra Mundial y disputó una gran cantidad de partidos. El delantero de Eppstein destacó en algunos, como en el triunfo por 2-4 ante Portugal en 1939, donde marcó un tanto; el fabuloso empate cosechado contra Italia en Turín en 1940; en la victoria por 3-1 frente una selección sueca con Nordahl, Gren o Carlsson en el que anotó un penalti; o en el encuentro ante Inglaterra en 1947 en el que los ingleses volvieron a caer frente al empuje helvético.
En 1948 regresó la Copa Internacional de Europa Central con una edición que se alargaría hasta 1953. Suiza finalizó de nuevo en última posición y Bickel fue de la partida en los choques de la segunda y la tercera jornada, en los que empataron a uno contra Checoslovaquia y perdieron por 1-2 frente a Austria. El gol suizo en ese srgundo partido lo marcó Bickel.
El siguiente objetivo del conjunto rojo dirigido por Franco Andreoli era la clasificación para el Mundial de Brasil de 1950. El técnico no contó con Bickel para los duelos ante Luxemburgo, pero una vez logrado el pase sí estuvo en la lista definitiva para viajar a Brasil. Allí quedaron encuadrados en el Grupo 1 con los anfitriones, México y Yugoslavia. El grupo era durísimo y las opciones de pasar de ronda, escasas. Cayeron en la primera jornada ante los balcánicos por 3-0 en una mala tarde de todo el equipo. En la segunda jornada les esperaba Brasil con su elenco de excepcionales futbolistas. Todos esperaban una goleada local, pero Suiza sorprendió y acabó alcanzando un empate a dos que dejó un gran sabor de boca. En la última jornada, Andreoli hizo un par de cambios en el once y Bickel vio desde el banquillo el triunfo por 2-1 ante los mexicanos. Entre 1950 y 1951 disputaría nueve partidos internacionales más, enfundándose la camiseta roja suiza por última vez el 30 de mayo de 1954 en un duelo contra los Países Bajos en Zúrich.
Posteriormente ejerció como entrenador. Se sentó en el banquillo del club de su vida, el Grasshopper, en dos ocasiones: la primera entre 1958 y 1960 y la segunda en la temporada 1963-1964. Falleció el 18 de agosto de 1999 a los 81 años de edad.
* Alberto Cosín.
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal