"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
Pablo Torrijos e Indira Terrero consiguieron las dos primeras medallas para España en este Campeonato de Europa de Praga. Ellos fueron los dos protagonistas positivos de la jornada para el atletismo español. En el caso del triplista tiene un valor doble, ya que era la primera vez que llegaba a un gran campeonato con opciones y supo gestionar esa presión. Por su parte, Terrero compitió de manera muy inteligente. Se colocó a cola de pelotón, dejó que operaran todas sus rivales y progresó en el tramo final, demostrando una gran inteligencia táctica. En carrera había corredoras más rápidas, pero ninguna corrió tácticamente mejor que ella.
España cerrará este campeonato con dos metales, lo que supone un retroceso con respecto a Gotemburgo, pero con un buen bagaje de finalistas y con unas buenas expectativas de cara al futuro. La temporada invernal ha sido buena en el nivel medio.
El rey de la jornada fue Renaud Lavillenie, que logró batir el récord de los campeonatos. Además lo logró de manera muy solvente. El francés intentó sin éxito saltar 6.17 que habría sido nuevo récord del mundo.
El medallero está tremendamente igualado. En estos momentos, lo encabeza Francia, pero en cualquier momento puede ser superada.
Se cumplieron las expectativas y se vivió un duelo ibérico entre Torrijos y Évora. Torrijos fue regular durante el concurso. Empezó con un salto de 16.33 y le siguió uno de 16.93 que lo colocaba primero y en disposición de luchar por las medallas. En el quinto se iba a los 17.04 que suponía un nuevo récord nacional y tomar el liderazgo de manera clara pero la respuesta de Évora no se dejó esperar y se iba a 17.21 cuando le tocó su turno. Évora llevaba un calvario de lesiones y operaciones que lo apartaron de su mejor nivel desde 2011. Pero ya había avisado en el Campeonato portugués de clubs que estaba en forma. Llegó bien y compitió mejor porque supo reponerse al varapalo que fue ver que Torrijos lo superaba. El portugués reconoció que ganó más por cabeza que por corazón. Torrijos demostró durante todo el concurso una tranquilidad pasmosa. Era evidente que llegaba en forma pero la duda era saber como administraba la tensión ante una gran competición y después de 15 días en los que la prensa lo sacó del anonimato a casi una estrella mediática. A pesar de todas estas circunstancias, se mostró inconmensurable. Técnicamente llegó en plena madurez física. Aumentó dos pasos su carrera de aproximación este año y llega más rápido que nunca. A esta madurez física hay que sumar una madurez mental que hace presagiar grandes logros de cara el futuro. A nivel estadístico logró dos hechos históricos para el atletismo español: en Antequera se convirtió en el primer 17 m del atletismo español y en Praga se convirtió en el primer español que logra una medalla de plata en unos Campeonatos de Europa de pista cubierta.
El bronce se lo llevó el veterano Oprea, que llegó con una marca del año muy mala, pero demostró, una vez más, que es un gran competidor. Saltó 16.91. Es su tercer metal en un campeonato de Europa de pista cubierta.
Indira Terrero consiguió por segundo gran campeoanto consecutivo subir al podio. Lo hizo de manera sorprendente en Zúrich y lo ha vuelto a hacer en Praga. La prueba fue lanzada por la ucraniana Pyhyda, que tomó el mando y mostró una superioridad insultante para tratarse de una prueba de 400 metros. La ucraniana fue la única que bajó de 52 segundos. A su estela se lanzaron todas sus rivales de manera suicida y acabaron pagando el pasar el primer 200 excesivamente rápidas. Terrero se mantuvo a cola de pelotón y no entró en ninguna batalla por ganar la posición, lo que le permitió tener una carrera muy limpia para lo que suele ser habitual en el 400 de pista cubierta. En la recta final superó a todas sus rivales y la foto finish la separó por una centésima de Bundy- Davies (52.63 por 52.64). La británica es un joven talento que hay que tener muy en cuenta de cara el futuro.
Lavillenie consiguió su cuarto título de campeón de Europa bajo techo y lo hizo a lo grande: superando el récord de los campeonatos con un salto de 6.04 que hace presagiar grandes logros de cara a la temporada estival. Su temporada es inmaculada; todo han sido victorias durante todo 2015. El único momento de preocupación en toda esta temporada invernal fue, curiosamente, en la clasificación que hizo dos nulos en la primera altura (5.70). Un valor añadido al triunfo del francés es que en esta ocasión tuvo rivales de consideración, mientras que en Zúrich 2014 fue un paseo militar. Allí sabía que sin estar a su mejor nivel iba a ganar. En Praga no sucedió lo mismo. Gripich batió su marca personal con 5.85 y se quedó con la plata. El bronce fue para el polaco Lisek, también con 5.85. Sobera, el otro polaco, se quedó sin medallas a pesar de superar los 5.80. Estando Lavillenie en competición, a sus rivales solo les queda luchar por la plata.
La final se desarrolló según el guion previsto. Las seis mejores superaron el 1.94. La que mejor impresión causó al principio fue Licwinko, pero todas llegaron al último intento en 1.97 con fallos. Finalmente, Kuchina y Trost pudieron con esa altura, mientras que Beitia falló. Un fallo en alturas previas le supuso relegarla a la quinta plaza. El bronce fue para Licwinko, que cambia el oro de Sopot por este nuevo metal. En la lucha por la victoria se imuso Kuchina en el desempate. Las dos fallaron en 1.99, pero venció cuando volvió a saltar 1.97. En total necesitó once saltos. Trost, que cambió su técnica este año, aumentando un paso, ganó la plata. Beitia rompió la racha de medallas en un gran campeonato. Llevaba cuatro consecutivas (la última vez que no subió a un podio fue en los JJ. OO. de Londres, donde quedó cuarta).
Una curiosidad: la prueba contó con la participación de Venelina Veneva (40 años ) y Michaela Hruba (17 años).
Spanovic llegó a Praga en un gran estado de forma, como demostró en Malmö (Suecia). No había dudas de que saltaría mucho, pero faltaba por delimitar la distancia. Finalmente se fue a 6.98. La plata se la quedó Moguenara con 6.83 y el bronce fue para la rumana Rotaru, que hizo un talonamiento perfecto que le llevó a un salto de 6.79. El registro supuso un nuevo récord europeo júnior, pero la propia Rotaru reconoció que no suponía nada especial para ella, ya que el récord lo tenía ella misma. Spanovic consiguió su cuarto metal consecutivo. Moscú, Sopot y Zúrich le precedieron, pero esta es la primera medalla de oro para la serbia. Lesueur sorprendió por su cambio de técnica, pero por lo visto no le ha dado el mismo resultado que el año pasado, aunque en su descarga hay que indicar que este año no ha sido el mejor a nivel físico.
Maslak, el favorito, hizo rugir el pabellón que alberga el campeonatos de Europa. Se hizo con el triunfo y además lo hizo imponiendo su ley desde el primer metro. Su paso por el 200 fue de 20.99, ritmo que está al alcance de muy pocos atletas en el mundo. Con ese parcial habría sido campeón de España de 200. El tiempo final fue de 45.33. Segundo fue Dylan Borlée, que se consagra como el hermano Borlée más rápido en pista cubierta gracias a su registro de 46.25. Con esta medalla, los cuatro hermanos han conseguido una medalla internacional. Lo curioso que Olivia Borlée, la de peor nivel atlético, es la única que tiene una medalla olímpica gracias a formar parte de un potente 4×100 belga.
La húngara Anita Marton consiguió su segunda medalla en un gran campeonato y además lo hizo de manera consecutiva. Fue tercera en Zúrich y ahora primera con un mejor lanzamiento de 19.23 que supuso además el récord nacional. Segunda fue Leantsiuk, que partía como favorita, con 18.60. Tercera fue Mavrodieva con 17.83. La búlgara utiliza la misma técnica que Eaton cuando lanza peso. Úrsula Ruiz cayó enferma y compitió mermada de facultades. Su mejor lanzamiento fue de 16.07.
El nivel del peso femenino ha caído mucho estos últimos años. La lucha contra el dopaje tiene efectos evidentes en esta disciplina: hace unas décadas Rusia enviaba a competir lanzadoras de 21 metros.
Ali Kaya sumó su cuarto título europeo. Hasta ahora tenía tres, pero de cuando era júnior. Fue una exhibición desde el primer metro. Impuso un ritmo fortísimo que hizo estragos en todos los que intentaron seguirlo. Su tiempo final fue de 7:38.45. La lucha por el resto de metales sufrió distintas cambios, pero en el tramo final se quedó Emanuel como su único perseguidor. El británico logró marca personal (7:44.48). El bronce fue para Ingebrigtsen, que necesitó batir el récord nacional (7:45.54) El noruego corrió ayer las series de 3000, el sábado por la mañana el 1500 y por la tarde el 3000. Eso le pudo pasar factura en una carrera que se llevó a un ritmo tan elevado. Mañana tendrá la final del 1500.
Jesús España volvió a demostrar que es un fantástico competidor y que es muy inteligente en carrera. Su cuarto puesto es un nuevo logro en su dilatada carrera. Acabó realizando marca del año (7:47.12). Mechaal sufrió mucho en el último kilómetro y perdió varios puestos. Finalmente fue sexto con 7:49.59.
Korobkina llegaba en gran forma. Además es una atleta rápida que corre también 1500, por lo que su triunfo entraba dentro de los pronósticos. Su tiempo final fue de 8.47.62, tiempo muy similar al que lleva haciendo toda la temporada. En carrera estuvo acompañada en cabeza por Kudzelich, que finalmente fue segunda con 8:48.02. Tercera fue Koster con 8:51.64. La neerlandesa fue la que rompió la carrera con un fuerte tirón en el último kilómetro. Koster rompió a llorar de alegría al cruzar la meta y en el podio, situación completamente distinta al Campeonato de Europa de Cross, donde acabó llorando de rabia, ya que se cayó en la última vuelta cuando estaba luchando por las medallas.
Se disputó la primera jornada, en la que Shkurenyov ha acabado en cabeza con 3512 puntos, seguido de Abele con 3411. Pero las proyecciones colocan al alemán por delante. Segundo sería el ruso y tercero Sintnicolaas.
Ureña tuvo un inicio prometedor en 60 lisos, pero en el salto de longitud tuvo muchos problemas después de un primer nulo y un segundo salto muy flojo. En el tercero tuvo que ir a asegurar y se dejó muchos centímetros en la tabla. Finalmente acabó el concurso con 6.88. En esta prueba perdió unos 170 puntos que lo alejan del récord de España, pero salvo ese lunar, su actuación está siendo buena. En es 10º con 3217 puntos. Las proyecciones lo colocan en unos 5900 puntos de continuar a su nivel.
La novedad es que solo se celebraron en categoría masculina, ya que la femenina se decidió no celebrarla y que pasaran a final directamente todas las participantes por ser un número muy reducido.
En hombres se disputaron cuatro series espectaculares. En las dos primeras salieron tirando de manera muy fuerte Tesfaye y Ozbilen. El alemán salió a fuerte ritmo en la primera serie y marcó un primer 400 en 54.30, lo que hizo que nadie lo siguiera y su clasificación fuera sencilla. En esa serie corrió Diego Ruiz, que realizó 3:41.48. En la segunda serie pasó algo parecido, con Ozbilen pasando en 54.30 por el primer 400. Al final lo sobrepasó O’Hare, pero se clasificó con comodidad. La cuarta fue para Grice, atleta que vive a la sombra de Ovett por ser de su misma ciudad. En esta serie corrió Álcala, que fue cuarto (3:50.46). La última la ganó Holusa.
El nivel fue alto: para clasificarse fue necesario 14.02. En el Mundial de Sopot 2014 fue necesario 13.76. Knyazeva fue la mejor con 14.40. Koneva, la favorita, saltó 14.20. Ruth Ndoumbe saltó 13.80, una marca que está al nivel de lo que saltó este invierno. Sarrapio tuvo una peor actuación: 13.47.
La noticia negativa para la delegación española es que Kevin López y David Palacio cayeron eliminados. En la primera semifinal ganó Lermonth (1:50.50) y la segunda fue para Almgren (1:47.24), pero el protagonista de esa serie fue Kupers, que llegó a una décima después de tirar toda la prueba. Kevin se hundió en la recta final y entró tercero (1:47.78). La tercera semifinal la ganó Lewandowski, que se postula como gran favorito de cara a la final. Palacio sufrió mucho en carrera debido a que Schembera se encargó de usar los codos para buscar una mejor colocación. Palacio aguantó hasta la última vuelta, pero no logró entrar en la final.
Hinriksdottir se encargó de tirar en la primera carrera y gracias a eso logró un buen tiempo 2:02.31. Fue segunda, ya que la superó la suiza Buchel (2:01.92). Meadows inicialmente se quedó fuera de la final, pero la descalificación de Bazdyreva le permitirá estar mañana en la final. La rusa pisó por dentro y le dio un codazo a Hinriksdottir para ganar la posición. La segunda semifinal fue para Lupu, que regresa tras una sanción de dopaje.
Schippers demostró que viene a por la victoria y realizó marca personal (7.07). También hicieron marca personal las otras grandes favoritas: Asher-Smith (7.10) y Sailer (7.10).
Los británicos son los favoritos y en las series ya han impuesto su ley. Ujah y Kilty realizaron la misma marca, 6.57. El tercer mejor tiempo fue para los alemanes Reus y Jakubczyk, con 6.62. Ángel David Rodríguez hizo marca del año al correr en 6.65 y luchará por estar en la final.
* Óscar Fernández Villar.
– Fotos: Getty Images
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