El ascensor tendrá trabajo

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El ascensor tendrá trabajo

por ISMAEL LEDESMA el 16 diciembre, 2014 • 23:55

1.- Los casi 44.884 espectadores que se acercaron al Camp Nou para ver la vuelta de una eliminatoria ya decidida, disputada a las 22:00 de la noche de un martes laboral, merecían que el Barcelona se tomara el partido exactamente como lo hizo: ante la nula presión por el resultado, actitud, espíritu por ganarse un puesto y juego de posición.

2.- Empezó asustando Esnáider, que remató un balón al palo en prácticamente la única llegada de un Huesca que defendía en 4-4-2, con la defensa adelantada y arriesgando mucho en el fuera de juego. La prueba seguro que le sirvió a Tevenet para extraer conclusiones, pero por el camino se llevó una importante goleada.

3.- En el Barça, esquema clásico con dos extremos bien abiertos y un falso nueve moviéndose entre líneas, pero con intercambio constante de posiciones entre Pedro, Rafinha y Munir. Fue precisamente la hiperactividad de Munir sin balón y su inteligencia en los desmarques lo que provocó el primer gol del Barça. Tras un buen pase de Rafinha a la espalda de la defensa, el ya internacional absoluto español se aprovechó de la descoordinación del Huesca a la hora de tirar el fuera de juego, y en una gran acción técnica, asistió con el exterior de su pierna izquierda a Pedro para que anotara el primer gol de la noche. El canario demostró que cuando está con confianza es un gran definidor, y marcó dos tantos más en la primera parte para firmar su primer hat-trick esta temporada

4.- Uno de los nombres propios del partido era el de Montoya, que partió como titular por delante de Douglas. Quizá como guiño para una despedida en el Camp Nou, Luis Enrique permitió que Montoya demostrara lo que siempre ha venido haciendo. Puede que no sea jugador para el Barcelona, pero las pocas veces que ha tenido minutos ha cumplido, llegando bien desde segunda línea, centrando con mayor acierto que Alves (asistió a Sergi Roberto para su gol) y cerrando bien el espacio entre el central derecho y él mismo, que siempre ha sido su asignatura pendiente.

5.- El que destaca siempre es Samper. Pese a la poca oposición del Huesca, siempre dio salida limpia de balón, ganó los duelos por alto y realizó buenas coberturas. Su paso definitivo del Mini Estadi al Camp Nou llegará más pronto que tarde. Con él, el ascensor no puede fallar.

6.- El detalle del partido lo dejó Iniesta, que hizo un magnífico control orientado con el tacón para marcar un tanto importante para él. Si el Barcelona quiere optar por los títulos este año, el manchego debe volver a su nivel, y alcanzar una regularidad que no ha conseguido desde hace tres años. El sistema táctico, por supuesto, también tiene que ayudarle.

7.- Al descanso entró Douglas por Iniesta, situándose Adriano como extremo derecho y Rafinha en el puesto de interior. Por su parte, Montoya cayó al lateral izquierdo. El otro cambio fue natural: Sandro por Pedro. El 6-0 lo puso Adriano llegando desde segunda línea, justo antes de que Adama sustituyera a Munir. Y pocos minutos necesitó para marcar su primer gol oficial con el primer equipo, regateando a tres jugadores con una potencia que no sorprendió a quien le ha seguido en las categorías inferiores y en segunda división, pero que le permitirían, si el Barça lo estimase oportuno, competir ya con garantías en primera.

y 8.- Algún detalle más dejó el encuentro. Marcó Sandro tras mucho intentarlo, hizo su gol el Huesca, como suele suceder ante el Barcelona, a balón parado, y Rafinha dio un auténtico festival de asistencias para que sus compañeros se dieran un festín de goles y dejaran, sobre todo los jóvenes, una buena impresión para Luis Enrique, que tendrá que utilizar el ascensor en los próximos meses con los Samper, Adama y, definitivamente, Munir. Los aficionados que se dieron cita en el Camp Nou se fueron contentos. Lo merecían.