Rodillo campeón

por MARTI PERARNAU el 2 mayo, 2012 • 22:32

1.- Para ganar la Liga, el Real Madrid solo habrá perdido dos encuentros (Levante y Barça) y superado un bache alarmante entre finales de febrero y primeros de abril, cuando dio síntomas de que la maquinaria se desajustaba, a veces en los laterales, otras en Xabi Alonso, incluso en Casillas. Dos derrotas en 36 partidos, dato espectacular como esos 115 goles anotados, récord absoluto.

2.- José Mourinho cumple su sueño de levantar el título español, tras hacerlo en Portugal, Inglaterra e Italia. Su Madrid ha sido el más regular del curso, un peldaño por encima del Barça en continuidad, y fue capaz de sentenciar su ventaja en el Camp Nou, donde la Liga se jugó a final directa.

3.- San Mamés ha sido paradigma de la temporada blanca. Centrales sólidos; Xabi Alonso situado entre ambos y en su buena versión como Quarterback (y también en la de pierna dura cuando defiende); Özil quebrando cinturas; Cristiano supersónico. Velocidad, galope, permutas constantes en los puntas, movilidad imparable. Un Madrid potente, competente y siempre lúcido, salvo cuando el exceso de adrenalina le cegó.

4.- Partido también paradigmático del contexto que le gusta a este equipo: los espacios. Podemos decir que el Madrid ha sido el campeón de los grandes espacios, de las praderas amplias. Sufrió contra aquellos que se cerraron en pocos metros cuadrados; disfrutó en su esplendor cuando le permitieron amplitud y profundidad para mostrarse intenso, veloz, implacable.

5.- Como en las dos últimas ligas blancas, Higuaín marca el camino del triunfo. El “despreciado” Higuaín, protagonista de los grandes momentos en los títulos de la regularidad. Perdedor de la batalla ante un Benzema estratosférico, protagonista de una temporada mayúscula, el argentino aparenta estar encasquillado al lado del francés. Pero es un efecto óptico. Benzema posee una movilidad tan prodigiosa que, a su lado, Higuaín parece estático. Lo que no le impide interpretar un pas à deux formidable que abre la lata bilbaína.

6.- Después, Özil certifica el título con uno de sus requiebros mágicos. Es curioso: en el Madrid más regular de los últimos años, Özil ha sido uno de los más irregulares. Probablemente el que mejores acciones individuales ha generado, autor de maravillas armónicas; pero también desaparecido en numerosos combates. Hoy ha sido el de las grandes noches, con ese pie de cerámica que dibuja arabescos sobre el césped.

7.- Al Athletic le ha sobrado el partido, como le sobrará todo hasta sus dos finales, y al Madrid le bastaba con tener espacios abiertos para dominar y golpear. Partido con bastantes palos, en las porterías y fuera de ellas, pero sin más historia que certificar, salvo la del 32º título madridista, hazaña sin par.

y 8.- Rodillo merengue, como en tantos otros encuentros, lo que explica el porqué de este merecido triunfo. Por definición, las ligas son para los equipos de mayor regularidad en el alto rendimiento; para los que cuajan un mejor curso; para los que compiten con mayor acierto durante más jornadas. El Real Madrid ha sido todo esto y algo más: imperial en su desempeño en el primer tramo; fajador en los meses bajos; y ganador en el partido decisivo de un campeonato que bate récords. Merecido campeón.