Cuando llevas seis mediapuntas y colocas a una en la banda, a otra de mediocentro, a la delantero centro en la otra banda y dejas a la pivote titular y las dos extremos puras en el banquillo, es que algo no está claro y la confusión aumenta cada vez más. Algún día nos explicarán por qué a la mejor generación de la historia del fútbol español no se le saca más jugo desde un cuerpo técnico dirigido por un señor que sigue con las ideas muy nubladas y sin encontrar la mejor posición para cada jugadora. Hay talento individual que te gana partidos, y contra Costa Rica pudo aparecer si no llega a ser por la escasa eficacia en la finalización. Pero más allá de este factor que es puntual, sorprende y a la vez provoca impotencia el desbarajuste táctico.
La alineación fue una sorpresa porque España salió sin su pilar en la zaga, Ruth García, que jugó la última media hora, y apostó por un centro del campo donde ninguna de las dos mediocentros, Virginia y Meseguer, formaban parte del equipo titular. Las dos pivotes eran Vicky Losada (interior) y Alexia (mediapunta), con Natalia Pablos por la derecha, Sonia en la izquierda y Jenni Hermoso y Vero Boquete flotando en la zona del falso nueve. Demasiados cambios que creaban un caos cuando España atacaba en estático. Vicky Losada y Alexia plantaban al equipo en campo propio y comenzaba el embudo generado por las propias características de las jugadoras. Todas eran segundas delanteras y la profundidad por fuera solo la daban las dos laterales: Celia Jiménez y Leire Landa, que ha hecho un partido soberbio en banda izquierda.
Costa Rica esperaba atrás con dos líneas de cuatro muy juntas y tapaba los pasillos interiores, dejando las bandas a España. En los primeros minutos, la selección estaba más dinámica y gana bien línea de fondo. En un córner botado por Vero Boquete llegó la delicia del partido: Vicky Losada controló de espaldas de forma extraordinaria un balón con el exterior del pie derecho y sacó un precioso golpeo con la izquierda a la base del palo derecho de la portería costarricense. A falta de juego fluido llegó una genialidad de una futbolista majestuosa que va camino de ser la referente del juego de la selección.
Pero la alegría tardó muy poco. Costa Rica lanzó un balón arriba, Shirley Cruz se anticipó a Torrejón, Rodríguez ganó muy bien la línea de fondo y Cedeno, sola en el centro del área pequeña, empujó el balón ante el fallo defensivo en cadena de la selección. Todo volvía a estar como al principio, pero la selección comenzó a pagar su falta de ideas, chocando contra el muro de una Costa Rica muy bien posicionada que esperaba por dentro ofreciendo las bandas porque sabía que España acabaría yendo por los pasillos interiores y metiéndose en un embudo. El juego de la selección era un callejón sin salida; Vicky Losada y Alexia solo tenían la salida esterior, donde aparecían las laterales, pero sin aportar la profundidad de una extremo.
El recurso comenzó a ser el balón largo frontal, lo que agradecían de forma infinita las defensoras costarricenses, que defendían sin problema alguno. Natalia estaba perdida en la banda, Vero y Jenni Hermoso necesitaban la fijación de las centrales para aprovechar su movilidad, Alexia no se podía desplegar porque si no quedaba huérfano el mediocentro y Vicky Losada no encontraba el desmarque para sacar la escuadra y cartabón. Había muchos recursos en el campo, pero pocas ideas desde fuera para desatascar el juego.
El primer cambio de Ignacio Quereda fue la sustitución de Celia Jiménez por Ruth García, lo que llevó a Torrejón al puesto de lateral derecha. Una sustitución que solo se entiende por problemas físicos. El embudo y la falta de ideas en el ataque posicional seguían sin resolverse. Las ocasiones aparecían a través del talento individual. Ya podían ser conducciones de Vero Boquete o jugadas que Natalia se fabricaba sola, o recursos técnicos de Jenni Hermoso. Pero en el juego colectivo, España pecaba de lo mismo que en la primera parte: falta de profundidad por fuera y excesivo juego por los pasillos centrales, que estaban muy bien poblados por la defensa costarricense.
En los últimos 20 minutos entró Marta Corredera, primer intento de profundidad por fuera. Aparecía una de las dos extremas puras que habían ido al mundial. Y España abrió por las bandas y también encontró los pasillos interiores. A cinco minutos del final, la otra extremo, Priscila, saltó al terreno de juego. Ignacio Quereda se había dado cuenta, demasiado tarde, de que la solución venía por fuera. Una gran jugada de Priscila acabó en un pase hacia Vicky Losada, que puso el balón a la escuadra. Voló Dinnia Díaz para realizar una actuación fantástica debajo los palos. El recurso del juego por las bandas buscaba las soluciones y desatascaba el embudo, pero el tiempo se acababa.
Una de las razones por las que España no ganó fue en la escasa eficacia goleadora. Vero Boquete tuvo varias ocasiones, Jenni Hermoso y Sonia, dos clarísimas en el segundo tiempo, pero más grave que eso es la sensación de indolencia desde el apartado táctico. Hay talento y calidad individual que si fuesen explotados en lo colectivo colocarían a España más arriba y sacarían más resultado a las enormes cualidades de unas jugadoras únicas en la historia de la selección, pero llevamos 27 años de desconcierto. La suerte de todo esto es que solo es el primer partido y aún queda dos, contra Brasil y Corea del Sur, para la finalización de la fase de grupos.
Uno de los choques más esperados en la primera jornada era el Francia e Inglaterra, pero decepcionó. Francia, con un ritmo bajo, solventó sin problemas ante una indecente Inglaterra que acabó impotente en un choque donde no propusieron absolutamente nada. Salieron demasiado atrás y concedieron ocasiones de gol hasta que Le Sommer resolvió de un enorme disparo desde la frontal del área. Tras el descanso, Inglaterra siguió igual y Francia controló la posesión, se limitó a tocar y a matar un partido que sin poner un ritmo alto e intenso se llevó de manera cómoda. Es líder en solitario tras el empate a uno de Colombia y México.
El mejor partido de este inicio de Mundial ha sido el Nigeria-Suecia. Las nigerianas demostraron que son una potencia física que en el cuerpo a cuerpo machacan a cualquier equipo. Jugaron a corazón abierto, sin ningún tipo de miedo, yendo a por el partido y atacando a una Suecia que sobrevivió a los regalos defensivos en las jugadas de estrategia de las nigerianas. Okobi y Oshoala fueron las mejores de una Nigeria que empató el 0-2 inicial en solo un minuto tras el descanso. Suecia, a pesar de ir ganando 2- y 3-2 sufrieron una barbaridad en mediocampo y fueron machacadas por el enorme despliegue de Nigeria. Okobi ofreció un recital de pases precisos que acabaron por sentenciar a una Suecia que se la jugará el próximo viernes ante EE. UU. No hubo más sorpresas: Canadá venció en el descuento a China con un gol de penalti de Sinclair; EE. UU. superó por 3-1 a una gran Australia en el primer tiempo; Japón venció 1-0 a Suiza; y Alemania y Noruega golearon ante dos débiles Costa de Marfil y Tailandia. La última goleada del torneo fue de Camerún que le hizo un duro 6-0 a Ecuador.
* Fran Moreno es periodista.
– Foto: FIFA
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal