1.- Desde que España se proclamó campeona del mundo en Suráfrica, los amistosos internacionales han sido un suplicio continuo tanto por los resultados desfavorables (algunos escandalosos) como por lesiones inoportunas de miembros de la plantilla. Parecía que la motivación que antaño tenía nuestra selección en los amistosos, única ocasión en la que demostraba estar al nivel de las grandes, había desaparecido para dedicarla única y exclusivamente a los encuentros oficiales, esos que realmente cuentan para algo más que para que la Federación gane dinero.
2.- Hay quien dice que cuando Vicente del Bosque era el entrenador del primer equipo del Real Madrid, reunía a los jugadores, los Zidane, Figo, Raúl y Roberto Carlos, y les decía con su temple y psicología tan personal: “Salgan al campo y diviértanse”. Del Bosque, sin excluir los indiscutibles planteamientos tácticos, daba por supuesto que sus futbolistas, de los mejores del planeta, sabían lo que tenían que hacer para ganar los partidos y, además, jugar bien. Por ello trataba de quitarles presión de los hombros, entendiendo que si un jugador se divierte sobre el césped es porque está jugando a un buen nivel.
3.- Hoy en Pontevedra parece que habló con los hombres que iban a saltar al nuevo Pasarón y les dio la misma premisa: “Diviértanse”. España ha jugado a un gran nivel aunque no se jugase más que el prestigio de tricampeona europea y campeona del mundo ante una selección sensiblemente inferior tanto en calidad como en preparación táctica. Pero la ausencia de un rival potente no exime de valor la exhibición de buen juego que ha desarrollado la selección.
4.- Y eso que Del Bosque dispuso una alineación con varios jugadores que no suelen ser titulares en las citas realmente decisivas. Hablamos de Beñat, Monreal, Albiol, Juanfran, hombres de segunda o incluso tercera fila que como los casos de los dos primeros, ni siquiera estuvieron en la lista de la Eurocopa. Además, por si fuera poco, los mejores del encuentro fueron Santi Cazorla y Pedro Rodríguez, ambos recurrentes pero sin consolidarse entre los indiscutibles. Por no hablar de Jesús Navas y Roberto Soldado. España es una selección que puede permitirse el tremendo lujo de que todos estos jugadores sean suplentes habituales, cuando casi cualquiera de ellos sería titular en el resto de los grandes combinados mundiales.
5.- Especialmente merece la pena destacar a Pedro, Don Pedro. Pasó en tiempo récord de disputar partidos en Tercera División a levantar la Copa del Mundo como titular. Se sumergió en un bache profundo en el Barça en el que Alexis, Cuenca y Tello parecían hundirlo con malicia. Pero Don Pedro se ha levantado, ha vuelto a poner los pies sobre el suelo y ha comenzado esta temporada como un tiro, con unas ganas enormes, incluso impropias hoy tratándose de un amistoso. Sus dos goles son solo la inevitable producción de un trabajador incansable, que ha presionado la salida del balón saudí como si fuera el rival por revalidar el título mundial.
6.- Pedro podía presionar la salida del balón árabe porque los pupilos de Frank Rijkaard se negaban a jugar el balón por el cielo gallego, insistiendo en rasearlo las pocas veces en las que estaban en contacto con el protagonista. Rijkaard devolvió el trato sentimental, casi amoroso, hacia el balón al Fútbol Club Barcelona (Guardiola lo convirtió en una relación matrimonial) y ha querido exportar su exquisita tipología de juego al fútbol saudí. Cuenta con jugadores mucho menos técnicos que aquellos a los que dirigía en Can Barça, es obvio, pero es muy meritorio que los chavales intenten elaborar fútbol con el balón en el césped; en los primeros minutos incluso dieron algún susto a Víctor Valdés, hoy guardián del arco español. Las combinaciones entre los tres hombres de arriba, Al Shamrani, Al Dawsari y Jaizawi, eran rápidas y hábiles, con criterio y un objetivo, la portería rival.
7.- El partido ante Arabia será también recordado toda la vida por los dos delanteros de España de los últimos años, David Villa y Fernando Torres. El blue jugaba hoy su partido número 100 con la selección, una cifra alcanzada por tan sólo seis futbolistas en la historia de nuestro país. Quiso celebrar tan especial efeméride con un gol, pero no lo consiguió. Estuvo participativo, demostró a todos que ha recuperado la forma que parecía totalmente perdida. Por su parte, David Villa volvía a vestir su ‘7’, aquel que con tanto cariño le guardó Pedro, después de aquella dolorosa lesión en el Mundial de Clubes con el Barcelona, hace ya nueve meses. Todavía le falta chispa, ruptura en velocidad, pero el asturiano sí pudo marcar, desde los once metros.
y 8.- España se llevó una nueva victoria y una buena goleada para estrenar el nuevo estadio de Pontevedra. Cazorla marcó el primero y Xavi protagonizó la jugada curiosa del partido con su gol de falta nada más salir al campo tras el descanso. Su disparo fue tan colocado que se estrelló con la escuadra interior que sujeta la red de la portería y salió de la misma, dando la impresión por un segundo de no haber entrado, pero el árbitro lo vio con claridad y dio validez al tanto.
– Foto: EFE
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