Bayern Munich y Borussia Dortmund empataron a uno en el Allianz Arena en un resultado que al Bayern le sirve y a los de la cuenca del Rurh no tanto, aunque por lo visto sobre el terreno de juego pudiese parecer lo contrario. Los dos equipos tuvieron un cierto aire de conformismo y, salvo el arreón final del Bayern, la sensación de casi todo el partido fue que el empate le servía a ambos, aunque la tabla de clasificación dice lo contrario.
De salida, el Bayern formó con Javi Martínez y Schweinsteiger en la zona ancha, una línea de tres por delante con Müller, Kross y Ribery, dejando arriba al croata Mandzukic.
El Dortmund, por su parte, recuperaba a Gündogan y Bender seguía como mediocentro defensivo en ausencia de Sebastian Kehl, que en mi opinión es un jugador al que Klöpp tiene que echar mucho de menos, porque es muy superior a Bender manejando todos los conceptos de juego que exige la posición de mediocentro defensivo.
La línea de tres por delante habitual del Borussia presentaba una variante táctica que ya ha utilizado Klöpp en varias ocasiones: escoró a Götze a la derecha, dejando a Kuba Blaszczykowski por dentro, con Marco Reus en banda izquierda. Esa disposición recuerdo que ya la utilizó en Liga de Campeones ante el City en el Etihad Stadium, por ejemplo. Creo que cuando el rival, como fue en el caso del City y en este partido contra Bayern, tiene un mediocampo poderoso, mete a Kuba por dentro para aprovechar su ida y vuelta y trabajo defensivo, sacrificando en parte la creatividad que tiene Götze jugando por dentro.
Sin Kehl, Kuba es una ayuda impagable para Bender y Gündogan en el mediocampo, ante Javi Martínez y Schweinsteiger. Pero en ataque, Gündogan se retrasa mucho cuando no está Kehl para iniciar la jugada, Götze en la derecha tiene más dificultades para buscar los huecos por los que Reus ataca los espacios y Lewandowski queda un poco aislado del juego, por lo que el Borussia pierde eficacia ofensiva.
La primera parte fue más un pacto de no agresión que un partido en el que ambos mostrasen ambición por ganar. Tras la reanudación, el gol de Toni Kross aumentó la necesidad del Dortmund. Kross es un centrocampista maravilloso, con llegada y disparo, haciendo honor a los grandes medios alemanes de toda la vida. Klöpp dio entrada a Perisic en lugar del aplicado Blaszczykowski, para tener más el balón e intentar igualar el partido.
El empate de Götze llegó en un despiste del Bayern a la salida de un córner, pero tras el empate, y de nuevo sorprendentemente, el conjunto amarillo y negro pareció conformarse de nuevo. En lineas generales, el Bayern y el Dortmund tienen en común que ambos equipos suelen hacer más daño en las transiciones defensa-ataque que cuando tienen que llevar la iniciativa, aunque ambos saben manejar los dos registros.
Para el tramo final del partido el Bayern tenía reservado un esfuerzo extra. Heynckes dio entrada a Mario Gómez en lugar de Mandzukic y los muniqueses se pusieron a jugar directo. Ahí apareció Weidenfeller para realizar una parada prodigiosa a remate de cabeza de Javi Martínez. El Bayern volcado y jugando directo impresiona, y pese a que solo lo hizo durante cinco minutos al final, tiempo suficiente para el Borussia Dortmund pidiese la hora.
El empate mantiene los once puntos de diferencia entre ambos en la tabla y la sensación de que el Bayern Munich tendría que fallar mucho en lo que queda de Bundesliga para que el Borussia Dortmund tuviera opciones reales de engancharse a la liga.
* Alberto López Frau es periodista.
– Foto: Kerstin Joensson (AP)
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