Por suerte para el Atleti, es complicado ponerle un ‘debe’ más allá del paso atrás tras el 1-0. Por otra parte, paso atrás esperado entendiendo el rival y el escenario.
Pensábamos muchos que el Atlético ahogaría a Iturraspe o Ander en medio campo. Esperaría y mordería para lanzar, pero salió lanzado. Simeone quiso el partido desde el inicio y el Atleti superó en hambre al Athletic. Falcao niega la salida de Javi Martínez, principal apoyo para la salida limpia. Mientras, Adrián-Diego impiden comodidad para Amorebieta, dejándole lanzar balones largos. Esto provoca balón frontal a la defensa y acumulación de jugadores atléticos. Recuperación y salida. El Athletic no encuentra a Iturraspe para salir con más de un toque, no puede girar para contactar con los generadores punzantes. Es Muniain el obligado a venir a medio campo para cargar banda. El Atlético defiende de manera animal ese sector con un inmenso trío Juanfran, Adrián y Gabi. No hay opción para crear. Athletic asfixiado, desconectado, superado por escenario y rival.
Gabi y Mario. Hablábamos en la previa de los problemas que tiene el Atleti para el fútbol de posición sin Tiago y con la salida de dudosa calidad de Miranda-Godín. Simeone lo sabe e impide que esto ocurra. Renunciamos a posesión. Intensidad desde Falcao a Courtois. Morder, recuperar y galopar. En esa efervescencia presionante se agigantan dos tipos cuestionados: Gabi y Mario. Doble pivote escalonado, contendientes. Se multiplican, cierran carril central y llegan a pasillos interiores. De Marcos tiene que cambiar de banda, Muniain lo intenta pero no llega y Herrera desaparece. El equilibrio es total. Presión coral sustentada en el doble pivote. No hay fisuras. Muro.
Niega cualquier decisión táctica a la improvisación. Está todo planeado. Despega en 4-2-3-1 y vuelve en el mismo esquema. Con la dificultad para el Athletic de que en el repliegue se encuentra con 5 tipos formando un muro de contención en medio campo. Los de Bielsa no han sido capaces de superar con jugadores la barrera y claudicaron con la impotencia que reflejó el final del partido.
Lo comentamos en la previa: presión fuerte, robar y lanzar con los cuatro magníficos. Corazón y talento. Y Bielsa lo advirtió en una conferencia en Panamá: “Un sistema 4-2-3-1 jugando a la contra y atacando con pocos, solo funciona si tienes jugadores virtuosos”. Evidentemente, Simeone lo sabe, lo aprovecha y la final ha evidenciado el resultado. Atleti de morder y volar.
Ariete. Asesino del gol. Acribilla calificativos en función del tiempo que vive dentro del área. Jugador descomunal de equipo, factor diferencial de campeón. Fabrica goles, los da y los remata. Delantero sustancialmente superior. Disparo lejano notable; manejo de ambas piernas, sobresaliente; olfato, matrícula de honor. El Atleti tiene la suerte de Falcao. Talento y fe. Como diría el viejo Honoré de Balzac: “No existe talento sin gran voluntad”.
* Fran Alameda es periodista. En Twitter: @Fran_Alameda
– Fotos: Athletic Club – AP – Atlético de Madrid
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