Después de estar dos años observando partidos desde 1ª División hasta la Preferente de mi comunidad (valenciana), sobre todo visitando campos de 3ª y 2ªB, he llegado a la conclusión de que la calidad de nuestro fútbol es muy dispar, marcando diferencias muy grandes de calidad entre Primera y Segunda con el resto de las categorías.
En Primera y Segunda tenemos cada vez más calidad en el fútbol que desarrollan los equipos y los jugadores que llegan a nuestra Liga. A pesar de la crisis, cualquier equipo de esta categoría está a un nivel profesional en cuanto a medios a disposición del cuerpo técnico compuesto la mayoría por entrenador, dos ayudantes, dos preparadores físicos, un preparador de porteros, un médico, un fisioterapeuta y un recuperador. Y, en algunos casos, esta nómina se amplía más (psicólogos, nutricionistas, podólogos, etc…). Luego está la dirección deportiva, que cuenta con varios miembros, unos para analizar rivales y al equipo, y otros en la captación de jugadores para futuras temporadas. Todos estos miembros trabajan a tiempo completo por y para el club y sus futbolistas. También cuentan con campos de entrenamiento e instalaciones suficientes para desarrollar el entrenamiento adecuado en cada momento. La logística está cuidada al detalle y se respeta el descanso del futbolista con viajes cortos (tren o avión, normalmente) y noche de hotel para estar al 100% el día del partido. Todo esto, unido a la calidad de los entrenadores que dispone ahora mismo el fútbol español, hace que cada vez se vean mejores partidos tanto en 1ª como en 2ª, con participación de jugadores de una gran calidad.
CRISIS DESDE 2ª B
Sin embargo, de 2ªB hacia abajo la crisis actual de nuestro país (y mundial), está llevando a las categorías semiprofesionales a replantearse seriamente su futuro, ya que el nivel de ingresos es tan bajo ahora mismo que ya no se pueden llevar a cabo presupuestos como los de hace unos años, e incluso presupuestos bajos no se pueden cumplir, aparecen impagos, amenazas de huelga, clubs en vías de extinción, etc.
Todo ello desemboca en que la mayoría de los clubes de este nivel tienen un entrenador, ayudante (bien 2º entrenador o preparador físico) y, dependiendo de cómo sea el club económicamente, tienen un fisioterapeuta que hace de médico y poco más. Las instalaciones y campos de entrenamiento dependen del ayuntamiento y su apuesta por el deporte, en este caso concreto el fútbol, ya que ningún club de estas divisiones se puede permitir campo propios. ¿Cómo afecta esta circunstancia negativamente a la captación de materia prima?:
1.- Los jugadores ya no pueden buscar destinos muy lejos de casa, y mucho menos si tienen familia, ya que los salarios ya no dan para mantenerla, lo que provoca que el estado emocional del futbolista sufra serios altibajos durante la temporada.
2.- Jugadores que se quedan jugando en una categoría inferior cerca de casa porque económicamente no les compensa salir fuera a una categoría superior, con lo que sufren una minidepresión al tener que conformarse con jugar en alguna categoría inferior a su status. Esto influye en su rendimiento.
3.- Al bajar las prestaciones económicas, indudablemente no se puede tener las mismas cargas de entrenamiento (ya sea en tiempo empleado o en intensidad de las mismas), ya que los horarios de entrenamiento cambian debido a que muchos futbolistas deben compaginar el entreno con el trabajo.
4.- La calidad del entrenamiento no puede ser la misma en un cuerpo técnico profesional al completo que en uno semiprofesional. Como hemos mencionado antes, a más medios (humanos y técnicos) mayor calidad del entrenamiento. Aquí no entramos a valorar los conocimientos de cada cuerpo técnico, sino los medios.
5.- En la mayoría de los equipo de 2ªB hacia abajo, además de luchar por la situación deportiva, se lucha por la social y económica, con huelgas, amenazas de impago, subvenciones que no llegan y situaciones límite con las que un deportista no se puede concentrar en desarrollar solo su trabajo. Es imposible que su rendimiento sea óptimo.
Todas estas situaciones, y algunas más que se podrían enumerar, provocan que cada vez las categorías semiprofesionales de nuestro fútbol estén perdiendo esa calidad de hace unos años, que permitió captar a muchos jugadores que están ahora en Primera y Segunda División. Esas dos categorías son cada vez más un coto cerrado a jugadores de equipos filiales y jugadores que importamos de fuera. Los clubes profesionales no apuestan por jugadores que, aunque puedan tener un caché importante en su categoría, no tienen la juventud o la confianza de los clubes de élite.
Creo que cuando todos asuman la nueva situación del país y que el fútbol no va a ser sensible a ella, podrán centrarse en afrontar la realidad y competir cada uno en las circunstancias que se le han presentado. Podremos llegar a disfrutar de un fútbol más auténtico, del pueblo y de buena calidad como siempre lo ha sido en estas categorías.
* José Rodriguez “Rodri” es Entrenador. Analista técnico del CF La Nucía. En Twitter > @rodribenidorm
– Foto: Marca
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