"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Es una de las máximas más extendidas en el mundo del fútbol: en las eliminatorias, es mejor jugar la vuelta en casa. Porque un empate con goles en la ida te otorga ventaja de inicio en el encuentro de vuelta y, sobre todo, porque te juegas el pase como local. Como locales, la inmensa mayoría de equipos del mundo del fútbol obtienen mejores resultados a causa del apoyo de la hinchada, la no necesidad de viajar o la habitual tendencia casera de los colegiados. En el caso del Barça, se añade un factor que supera en importancia a todos los demás: el terreno de juego, tanto por sus dimensiones como por el estado del césped. La velocidad aunada con la precisión en la circulación del balón (facilitada por la amplitud) es clave en el juego del equipo culé, por lo que la mayoría de oponentes se esmeran en dejar el terreno de juego en el peor estado posible, como es lógico dado el silencio reglamentario. En las últimas cuatro temporadas en Champions, el Barça ha cosechado 9 triunfos y 3 empates en el Camp Nou, con un resultado medio de 3’25-0’91 (es decir, más favorable que un 3-1). Mientras tanto, fuera el balance ha sido de 6 empates, 3 victorias y 3 derrotas, con un resultado medio de 1,08-1,08 (igualdad máxima con empate a 1 como marcador paradigmático).
Para más detalle, dos de los tres empates producidos en casa se produjeron en circunstancias especiales. Frente al Madrid, el empate era un resultado positivo dada la ventaja. Frente al Chelsea, la temporada pasada, se produjo a causa de la búsqueda desesperada del gol de la victoria. Es decir, en casa, el Barça siempre ha podido ganar (u obtener el empate que servía para pasar) a su rival con la excepción del Chelsea de Hiddink. Por contra, fuera solo ha ganado al Shakhtar (con la eliminatoria ya resuelta), al Bayer Leverkusen (de nivel muy inferior) y al Madrid (a causa, más que de la expulsión de Pepe, del desconcierto táctico inexplicablemente producido tras la misma). De estos resultados se concluye que lo más probable es que el Barça gane en casa y no lo haga fuera en Champions. Veamos también la diferencia cuando ha tenido la ida en casa y cuando fuera. En cuanto a la primera, ha pasado en las 3 ocasiones, obteniendo un resultado medio global de 4-1. Mientras que cuando ha tenido la ida fuera ha pasado en 7 de 9 ocasiones, con un resultado medio de 4,55-2,22.
El hecho de haber disputado el triple de eliminatorias con la vuelta en casa aconseja la prudencia a la hora de juzgar las estadísticas. Sin embargo, en este caso, las sensaciones las refuerzan. Porque el Barça no se desenvuelve bien en contextos de elevada carga emocional (las remontadas) y es mucho más probable que hayan de producirse jugándose el partido de ida fuera. Es decir, la superioridad que probablemente vaya a obtener en el Camp Nou seguramente sea mayor cuando no apriete el cronómetro para obtener ventajas. Y, al mismo tiempo, la no relajación en partidos de vuelta con ventaja lleva a pensar que es muy difícil que vea como le es remontado un resultado favorable. Por ello, se hace difícil entender que los propios jugadores y cuerpo técnico digan siempre preferir la vuelta en casa. Aunque, claro, sus razones tendrán.
* Rafael León Alemany.
– Foto: EFE
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